Bodegas Protos: un vino y una tierra que son patrimonio

Bodegas Protos es el origen y la esencia de la D.O. Ribera del Duero, algo que se puede saborear en cada copa de su vino y observar en cada visita por su bodega.

Natalia Martínez31/05/2023

Desde su creación en 1927, Bodegas Protos ha sido un referente en la producción de vinos de alta calidad en Ribera del Duero. El nombre de la bodega, que en griego significa «primero», es ya una declaración de intenciones: en Bodegas Protos quieren «ser primeros» haciendo el mejor vino de la región. Para ello, su estrategia es fusionar el legado de más de un siglo de trabajo con la innovación y el uso de nuevas tecnologías. Este principio impregna el trabajo de Protos desde la tierra hasta las visitas que realizan por la bodega.

Los terruños de Protos

Bodegas Protos nació emplazada en Peñafiel (Valladolid), en el corazón de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Sin embargo, el afán por ser cada día mejores, por conocer mejor la tierra y cómo trabajar la vid, los ha llevado a expandirse por nuevos rincones. En la actualidad, Bodegas Protos produce vino en la D.O. Ribera del Duero, en la D.O. Rueda y en la D.O. Cigales. Y en todas ellas su objetivo es claro, desentrañar la esencia de la tierra para poder transformarla en vinos de una calidad excelente.

Carlos Villar, director general de bodegas Protos, sosteniendo una de las botellas históricas de la marca. Carlos Villar, director general de bodegas Protos, sosteniendo una de las botellas históricas de la marca.

El director general de Bodegas Protos Carlos Villar nos ofrece una visión completa sobre los terruños que las vides de Protos ocupan. Peñafiel es un lugar de suelos calizos más pobres, semejantes a los del resto de Valladolid. Se trata de suelos calizos secos y áridos, de color blanquecino. El vigor de la vid en esta zona es muy débil y la productividad de cada cepa bastante baja. Sin embargo, estas cualidades favorecen una maduración controlada y exquisita de la uva. Los frutos que allí se obtienen tienen un alto contenido en azúcar y muchos polifenoles; por lo tanto, dan lugar a vinos con mucha personalidad, con elegancia y textura suave.

Por otro lado, las tierras de Burgos son más arcillosas, tienen más limos y son más profundas. Además de ser suelos más compactos, las altitudes son mayores, llegan incluso a los 950 metros de altitud. Aquí la intensidad aromática y de color es mayor, y se obtienen vinos más apropiados para guarda. Finalmente, Bodegas Protos también posee parcelas en la zona de Soria, donde la tierra condicionada por la altitud, superior a 1000 metros, y la sequía menos intensa ofrece vinos mucho más frescos. Todas estas parcelas se ven afectadas por climas muy extremos, en los que las incidencias climáticas como heladas o granizos son problemas a solucionar frecuentemente. Ahora bien, la amplitud térmica favorece la maduración de las uvas y les otorga una acidez muy viva.

Respetar la tierra como base del trabajo

Carlos Villar tiene claro que el resultado final depende de cuatro factores: «Del suelo, de la variedad (el clon de Tempranillo en este caso), del clima y de cómo es el viticultor«. Respecto a la última cuarta parte, al factor humano, desde Protos abogan por poner en valor a los profesionales que llevan toda la vida enganchados al cultivo de la vid y a sus prácticas culturales. Solo así es posible equilibrar las cuatro variables para conseguir vinos de calidad excelente.

El equipo de trabajo de Bodegas Protos cree que respetar el campo es lo esencial para conseguir vinos de calidad. El equipo de trabajo de Bodegas Protos cree que respetar el campo es lo esencial para conseguir vinos de calidad.

Ahora bien, la parte más importante del proceso se encuentra en el viñedo. En Bodegas Protos todo el trabajo se focaliza en conseguir la mejor uva posible para que el vino sea lo mejor posible. «Si el trabajo de campo es bueno, en bodega lo único que tienes que hacer es no estropearlo«. La vendimia se realiza a mano, se maneja en maquinaria pequeña para poder seleccionar bien los frutos, se eliminan frutos sobremaduros y restos de vid, todo ello para evitar verdores en el sabor final.

Por último, una de las mayores preocupaciones de esta bodega de Peñafiel es la sostenibilidad, porque «si queremos que esto perdure, hay que ser consecuentes«. Protos ha hecho autocrítica y transformado su forma de tratar la uva. Antes se sobreexplotaba, se priorizaba cantidad sobre calidad; sin embargo, ahora el camino va hacia vinos que emocionen. Consecuentemente, hay que ser más cuidadosos en el proceso, más selectivos y comprender la uva para poder mostrar toda su elegancia.

Conocer qué hay tras los vinos de Protos

En Bodegas Protos están orgullosos de su día a día, de su tradición y de los resultados. Por ello, esperan al consumidor con las puertas y los brazos abiertos, encantados de explicar cómo se cuida la tierra, cómo se prodesa y cómo produce el vino. Pero, además, dispuestos a presentarse y a permitirnos poner cara a cada persona que participa el la elaboración de las copas de vino que posteriormente se degustan.

Visitantes en el interior de Bodegas Protos durante un recorrido enoturístico. Visitantes en el interior de Bodegas Protos durante un recorrido enoturístico.

El director general de la bodega tiene claro que la mejor época del año para visitar la Ribera del Duero es la época de la vendimia. Desgraciadamente, se trata de un proceso que solo dura 15 días al año. Ahora bien, en Protos han desarrollado un video mapping en el que se explican las labores de campo hasta el embotellado. Toda la visita conjuga que la bodega es muy conocida, pionera en Ribera de Duero y la historia en sí misma. Paseando por túneles subterráneos de Peñafiel se llega hasta la impresionante bodega por diseñada por Rogers Stirk Harbour. Se juega con ese tránsito entre tradición y modernidad, que se puede culminar con una delicada comida en Ágora, el gastrobar de Bodegas Protos.

En conclusión, Bodegas Protos representa la excelencia vinícola de la Ribera del Duero. Su compromiso con la calidad, la pasión por su tierra y la combinación de tradición e innovación les han permitido destacar como uno de los productores más destacados de la región. Si eres amante del vino, una visita a Bodegas Protos es una experiencia que no puedes perderte.

Bodegas Tarón: vino e Historia en la Rioja Alta

Bodegas Tarón es el reflejo de un legado histórico y de la acumulación de saber generación tras generación. Por ello, es una de las joyas vinícolas de la Rioja Alta que merece la pena conocer.

Natalia Martínez28/05/2023

En un rincón sin igual de la Rioja Alta confluyen viñedos centenarios e iglesias románicas. Este es el paisaje que perfila y define el carácter de Bodegas Tarón, una bodega riojana que defiende el arte y la tradición en el sabor de sus vinos, a través del buen hacer. Esta tierra de castillos y templos medievales es la que otorga coherencia y consistencia a la calidad de Tarón, uno de los lugares más recomendables para conocer la Historia de La Rioja acompañada de un buen vino.

Los orígenes de Bodegas Tarón

En la vasta y diversa tierra de la Rioja, donde los viñedos se extienden como un mar de vides, se encuentra una joya vinícola llamada Bodegas Tarón. Esta bodega familiar ha conquistado los corazones de los amantes del vino con su compromiso inquebrantable con la calidad, la pasión por la tradición y la innovación constante.

Los vinos de Bodegas Tarón son el resultado de un trabajo artesanal en el que los trabajadores invierten tiempo, paciencia y respeto por la vid. Los vinos de Bodegas Tarón son el resultado de un trabajo artesanal en el que los trabajadores invierten tiempo, paciencia y respeto por la vid.

Desde sus humildes comienzos en 1912, cuando un grupo de viticultores se unió para formar una cooperativa, Bodegas Tarón ha evolucionado y crecido hasta convertirse en un referente en la región de la Rioja. Ubicada en cuatro municipios riojanos bañados por el río Río Tirón, en el corazón de la denominación de origen Rioja Alta, la bodega se encuentra rodeada de viñedos en terrazas que se aferran a las laderas de la Sierra de la Demanda.

La filosofía de Bodegas Tarón defiende que el vino es el resultado de un proceso artesanal que requiere tiempo, paciencia y respeto por la naturaleza. Desde la selección de las uvas en el momento óptimo de madurez hasta la fermentación controlada y el envejecimiento en barricas de roble, cada paso del proceso de elaboración se realiza con cuidado y dedicación. Por ello, una de las características distintivas de Bodegas Tarón es su enfoque en el cultivo de variedades autóctonas de la región. Viñedos en los que la Tempranillo, Garnacha, Mazuelo y Graciano son las protagonistas y, además, demuestran su capacidad para expresar la esencia de la tierra y el clima de la Rioja en cada copa de vino.

Pantocrator 2011, la joya de Bodegas Tarón

Pantocrator 2011 es el último lanzamiento de Bodegas Tarón, que apuesta con este vino por un producto excepcional, de una calidad inigualable. Sus creadores aseguran que este vino se define por «la legendaria capacidad de guarda de los grandes vinos de Rioja Alta». Se trata de un vino de producción limitada, ya que solo se produce en añadas excelentes como la de 2011. Su nombre, Pantocrator, evoca una de las imágenes más repetidas durante el románico: los frescos de Dios Todopoderoso. Este simbolismo tan potente refleja la identidad de cada botella, que encierra toda la esencia de las tierras y los frutos de la Rioja Alta.

Pantocrator 2011 es el último y más excepcional lanzamiento de Bodegas Tarón.Pantocrator 2011 es el último y más excepcional lanzamiento de Bodegas Tarón.

Según Laura Manzanos, enóloga de Bodegas Tarón: «La cosecha 2011 fue la mejor de los últimos 16 años en Territorio Tarón. Fue un año caluroso y de los más secos de la década, quedando el viñedo con bajos rendimientos y una vegetación justa. La planta fue capaz de auto regularse y dio racimos pequeños y concentrados”. Plantas de más de 50 años de antigüedad, ubicadas en las mejores parcelas de la finca y cuyos racimos fueron cuidadosamente seleccionados dan lugar a vinos tan especiales como Pantocrator 2011, un monovarietal de la mejor Tempranillo de Bodegas Tarón.

El proceso de elaboración de este vino es toda una obra de ingeniería combinada con el arte de quienes crecen rodeados de la cultura vitivinícola de Rioja. Pantocrator 2011 ha pasado 11 años envejeciendo entre barrica y botella, pero, sin embargo, es un vino equilibrado con una extraordinaria acidez y gran viveza. Un vino de los que llena el paladar y cuyo gusto permanece un largo tiempo en la boca. Estas cualidades le han hecho merecedor de la medalla Gran Oro en la cuarta edición del Concurso de Vinos Casino de Madrid; así como la medalla Bacchus de Oro en el XX Concurso Internacional de Vinos Bacchus.

Conoce el románico riojano en territorio Tarón

Pero Bodegas Tarón es más que solo vino. La bodega también es conocida por su acogedora hospedería, donde los visitantes pueden sumergirse en el apasionante mundo del vino a través de visitas guiadas, catas y maridajes. Con una atención personalizada y un entorno pintoresco, la experiencia en Bodegas Tarón es verdaderamente inolvidable.

La oferta enoturística de bodegas Tarón incluye un recorrido por la Historia, Arte y cultura vitivinícola de La Rioja. La oferta enoturística de bodegas Tarón incluye un recorrido por la Historia, Arte y cultura vitivinícola de La Rioja.

Viticultura y patrimonio se juntan en todas las actividades enoturísticas de Bodegas Tarón. Como visitantes, se puede optar por una visita a las bodegas en la que se catan 3 de los vinos de Tarón o acompañarlos con una cata maridada en el Wine Bar. Si se busca una experiencia completa de la zona, existen otras dos opciones: Territorio Tarón o Viñedo Centenario. La primera de ellas consiste en una ruta por las iglesias románicas que hay dentro del territorio que abarca la bodega; asímismo se visita el viñedo y se catan vinos con un aperitivo. La opción Viñedo Centenario se trata de una hora y media recorriendo las cepas más viejas de la bodega, aprendiendo de la sabiduría de varias generaciones de viticultores.

En definitiva, Bodegas Tarón es un fiel reflejo del legado de una tierra, de la sabiduría acumulada generación tras generación, de un paisaje y una Historia que configura el carácter de vocación vinícola de la Rioja Alta. Defender este arraigo es uno de los principios rectores del trabajo en la bodega, algo que el consumidor puede catar en cada gota de su vino o comprobar en cualquiera de las propuestas enoturísticas.

Bodegas Dominio de Berzal: tradición e innovación en Rioja

El respeto por el legado y las ganas de innovar se fusionan en la Bodega Dominio de Berzal para conseguir vinos de Rioja de calidad excepcional.

Natalia Martínez24/05/2023

En plena Rioja Alavesa, los hermanos Berzal han conseguido dar forma a toda la pasión, tradición y legado vinícola heredado de su padre José Luis Berzal para crear una de las bodegas más prestigiosas de la región. Gracias a la combinación entre respeto por el legado y ganas de innovar, Bodegas Dominio de Berzal consigue honrar las raíces a través de vinos con una calidad excepcional que mantienen toda la identidad de su tierra.

La tierra en la que ponen el alma y los pies

El municipio de Baños de Ebro en el que se ubica la Bodega Dominio de Berzal es una zona excepcional con las mejores cualidades de la Rioja Alavesa. Sus suelos, su estructura, su altitud y su orientación otorgan a la vid características sin igual. Desde la bodega, los hermanos Berzal trabajan bajo el precepto de respetar el terruño, potenciar su personalidad y agradecer a la tierra sus bondades a través de un cultivo sostenible.

Dominio de Berzal se encuentra en una de las mejores regiones para la viticultura de la Rioja Alavesa. Dominio de Berzal se encuentra en una de las mejores regiones para la viticultura de la Rioja Alavesa.

Por lo tanto, el terroir es uno de los elementos fundamentales en la configuración de los vinos de Berzal. Se caracteriza por componerse de suelos pobres en nutrientes, bañados por un clima continental. Los suelos más calizos se encuentran en las mayores altitudes, próximos a Sierra Cantabria; los arenosos a orillas del Ebro; mientras que los arcillo-calcáreos aparecen en las zonas medias. Independientemente de la ubicación, este terruño es ideal para el cultivo de variedades tradicionales de la región como la Tempranillo, Garnacha, Mazuelo o Graciano; ya que favorecen la concentración de sabor y aroma en el fruto.

Además, la ubicación geográfica de los viñedos de Dominio de Berzal también contribuye al carácter único de sus vinos. Rodeados de colinas y protegidos de los vientos, los viñedos disfrutan de un microclima favorable que permite un lento y equilibrado proceso de maduración de las uvas. Este entorno, combinado con la pasión y el cuidado con los que se cultivan las vides, resulta en vinos que reflejan la esencia del terruño riojano y transmiten una verdadera expresión del lugar en cada copa.

El trabajo de Dominio de Berzal, artesanía y armonía

El trabajo de Dominio de Berzal junta artesanía con armonía para producir vinos de una calidad excelente. El trabajo de Dominio de Berzal junta artesanía con armonía para producir vinos de una calidad excelente.

La clave del éxito de los vinos de Dominio de Berzal se encuentra en la perfecta combinación entre métodos tradicionales y técnicas modernas. El proceso de elaboración se inicia con el cuidado del viñedo, donde todavía pervive la esencia manual y cuidadosa. Uno de los pilares de la bodega es el respeto a la planta, por ello las viñas se colocan en vas y espaldera y se riega solo por goteo en el 80% de la plantación. La vendimia se realiza de forma manual, de la forma más artesanal posible, seleccionando los racimos para que solo las mejores lleguen hasta la bodega.

Una vez en el edificio, las uvas son sometidas a vinificaciones minuciosas y muy controladas. Es aquí donde se introducen técnicas como la maceración prefermentativa en frío y la fermentación con levaduras autóctonas. Estos procesos resaltan los aromas y sabores propios de Rioja. Además, los vinos de Dominio de Berzal pasan por barricas de roble francés y americano durante la crianza, lo que aporta cuerpo y complejidad al resultado final. Como la propia bodega señala, es en el silencio de la sala de barricas donde se produce la magia. Allí estalla la armonía tras el selectivo ensamblaje del vino, que se cata continuamente para comprobar que el terroir y el fruto quedan reflejados en cada botella.

La tierra de esta bodega es perfecta para cultivar las variedades de vid autóctonas de Rioja. La tierra de esta bodega es perfecta para cultivar las variedades de vid autóctonas de Rioja.

«Hay que agradecer la tierra en la que vivimos, el fruto que recibimos de ella y el vino que elaboramos con la esencia que recogemos de cada cosecha«. Y la forma en la que Dominio de Berzal le devuelve el favor a la tierra es con un compromiso férreo con el cuidado del medio ambiente. La bodega apuesta por prácticas agrícolas respetuosas, minimizando el uso de productos químicos y fomentando la biodiversidad en sus viñedos. También se enfoca en la eficiencia energética y la gestión responsable de los recursos naturales, contribuyendo así a la preservación del entorno.

Dominio de Berzal 7 Varietales

El catálogo de Dominio de Berzal ofrece una amplia gama de vinos que representan la diversidad y excelencia de la región. Podemos encontrar desde vinos jóvenes y frescos, vinos blancos y rosados, hasta vinos de crianza larga, con mucho carácter y consistencia. Lo que es seguro es que en Dominio de Berzal es posible encontrar un vino para cada paladar.

El Dominio de Berzal 7 Varietales es una de las apuestas más arriesgadas de la bodega. El Dominio de Berzal 7 Varietales es una de las apuestas más arriesgadas de la bodega.

Uno de sus vinos más icónicos y especiales es el Dominio de Berzal 7 Varietales. Como su propio nombre indica, este vino es el resultado de un coupage de siete variedades diferentes de uva: un 40% de la autóctona Maturana acompañado de las riojanas Graciano y Garnacha, adornada con variedades francesas como la Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah, y culminada con un toque leonés gracias a la Prieto Picudo. Esta es una de las apuestas más arriesgadas y exclusivas de Dominio de Berzal, ya que solo se producen 1.400 botellas anuales del 7 Varietales.

La expresividad, ligereza y potencia con frutas maduras que se consiguen saborear al probar este vino es una perfecta representación de la excepcionalidad de los vinos de Dominio de Berzal. El resultado final permite saborear la pasión por la calidad aunada con la herencia vitivinícola de los hermanos. Gracias a su filosofía arraigada en la historia y tradiciones de Rioja, Dominio de Berzal deleita a los amantes del vino con productos que encierran la esencia de la tierra, el saber hacer de la tradición y los toques de gracia que aporta la innovación.

Bodegas Pirineos: vinos desde el corazón del Somontano

Bodegas Pirineo recoge en sus vinos la pureza, el carácter y el buen hacer de las tierras de la D.O.P. Somontano.

Natalia Martínez20/05/2023

Bodegas Pirineo es una marca que asegura la calidad de los vinos del Somontano, vinos hechos en Huesca. Desde 1993, este grupo de viticultores cuida los viñedos y los vinos que nacen del corazón del Somontano. Y siguen elaborándolos tal y como se hacía antaño, tal y como son los vinos de esta desconocida región.

El origen de Bodegas Pirineo y la D.O.P. Somontano

El origen de esta bodega se remonta a 1964, año en el que se creó la Cooperativa Comarcal de Somontano. He aquí el germen de la actual Denominación de Origen Protegida Somontano. Ya en 1984 se constituyó la Bodega Pirineos SA como tal, con el objetivo de hacer vinos aunando la materia prima de los 150 viticultores que conformaban la cooperativa. Entre todos ellos, trabajan unas 700 hectáreas de viñedo que pertenecen a una veintena de pueblos del Somontano.

Bodegas Pirineo fue el origen de la actual D.O.P. SomontanoBodegas Pirineo fue el origen de la actual D.O.P. Somontano

En esta tierra, en la que escuchar el relincho de los caballos de los prados pirenaicos, Bodegas Pirineos consiguió crecer y hacerse un hueco en el mundo del vino español. Un crecimiento que se disparó a partir de 2007, cuando la bodega pasó a formar parte del Grupo Barbadilo. La marca reconocible por el logo de un caballo, animal que ha ayudado tradicionalmente en las labores vitivinícolas del Somontano, representa la pureza, el carácter y la esencia de los vinos de esta tierra.

Carácter del Somontano

Defender el nombre de esta imponente cordillera a través del elixir de uvas del Somontano es una tarea ardua. La personalidad de los vinos Pirineos nace anclada a su nombre y a su entorno. El diverso paisaje, tan próximo a la alta montaña, y la interjección de climas hace de este un paraje excepcional para el cuidado de la vid. Bodegas Pirineos ha conseguido traducir esta tierra enmarcada entre dos climas, tenaz, auténtica y acogedora en vinos de grandísima calidad. Porque, según los trabajadores, esta tierra sabe ser generosa con quien la cuida.

La tierra del Somontano sabe ser generosa con quienes cuidan el vínculo vid-bodega-vinoLa tierra del Somontano sabe ser generosa con quienes cuidan el vínculo vid-bodega-vino

Esto es algo que podría sorprender al observar la ruda aridez del paisaje, el ímpetu de los riscos y cañones del norte o las estribaciones del Prepirineo. Sin embargo, estas grandes montañas están cortadas por el barranco del Ariño y sus afluentes. En esta grieta, las viñas, los cereales, los almendros y los olivares forman un mosaico agrícola que ha servido de sustento para las familias del Somontano. Familias que han trabajado bajo la neblina invernal y el tórrido sol estival; ya que esta franja es un resquicio del clima mediterráneo encerrado en un contexto continental. Por ello, las temperaturas que moldean estos agrietados suelos son bajas en invierno y altas en verano con una variación térmica muy elevada entre el día y la noche. Algo que, sin duda, otorga una calidad excepcional a la maduración de las variedades seleccionadas.

Viñedos en los Pirineos

Conseguir domar un terreno y un clima tan salvajes fue posible gracias, exclusivamente, al trabajo diario de esas 150 familias que decidieron aportar por la vid en el Somontano. Con los años, han logrado una simbiosis total con el medio. El triángulo formado por la viña, la bodega y el vino resultante se ha convertido en parte de un todo, destinado a ensalzar y cuidar las variedades de uva autóctonas, como la elegante Garnacha Tinta, la Moristel o la excepcional Parraleta. Bien sea enslzando variedades concretas o jugando con el coupage, Bodegas Pirineo ha conseguido crear un vino que respeta y honra la tierra de la que procede. O mejor dicho, las tierras.

Bodgeas Pirineo trabaja con vides en más de 700 ha del Somontano. Bodgeas Pirineo trabaja con vides en más de 700 ha del Somontano.

Enmarcadas dentro de la Denominación de Origen Somontano, Bodegas Pirineos trabaja en cuatro regiones diferenciales:

  • Ladera sur de la Sierra de Salinas. El viñedo más antiguo y concentrado. Allí es donde mayor incidencia solar reciben las viñas y donde antes se recolecta la uva. El terreno formado por roca arenisca tiene muy poca profundidad, por lo que es el enclave perfecto para variedades autóctonas.
  • Pequeñas parcelas de la sierra. Los cultivos más elevados, entre 500 y 800 metros. Es aquí donde se deja actuar la frescura pirenaica, sobre todo para alcanzar la acidez, intensidad y aroma de bosque mediterráneo que caracteriza los vinos de guarda de Bodegas Pirineo.
  • Llanos centrales. Zona perfecta para incorporar especies alóctonas, ya que los suelos son profundos y están formados por margas y areniscas. Es la región en la que se cultivan las uvas más frescas y armoniosas para los vinos tintos y rosados de Pirineo.
  • Zona de ribera. El río Vero otorga todas sus bondades a las variedades de uva blanca que aquí se cultivan. Es la parcela de la que se escogen, preferentemente, los componentes de los vinos blancos. El resultado son vinos frescos, elegantes y muy aromáticos.

Visita Bodegas Pirineos

Existen 3 tipos de visitas para poder conocer Bodegas Pirineo. Existen 3 tipos de visitas para poder conocer Bodegas Pirineo.

Todo este recorrido por el paisaje, el clima y los cultivos en los que enraíza Bodegas Pirineo se convierte en una experiencia inolvidable y en una visita que merece la pena hacer. Por eso, desde las bodegas han desarrollado toda una serie de experiencias, catas y eventos para acercar las raíces de la Denominación de Origen Somontano a los amantes del buen vino. Poder pasar por este privilegiado entorno, al pie de los Pirineos, permite al visitante comrender la historia, la tradición y la esencia de lo que posteriormente catarán.

Quien se acerque hasta Barbastro, un pequeño pueblo de Huesca, puede elegier entre: una visita guiada con una cata de 3 vinos; una visita guiada con un picoteo y degustación de 4 vinos; o bien una experiencia gastronómica en la que, dependiendo de la temporada, se podrán catar diferentes productos de la zona. Independientemente de cuál sea la visita escogida, acercarse hasta la recóndita región del Somontano permite entender por qué estos vinos apasionan a quienes lo prueban y por qué es posible hacer tan buen vino al pie de los Pirineos.

Finca El Empecinado: La Colección de Vinos de Ribera del Duero que tienes que tener en casa

Finca El Empecinado, se compone por tres tintos y un blanco verdejo. La nueva colección rinde homenaje a la tradición y el respeto por la Ribera del Duero.

Redacción09/05/2023

Bodega Vega Real, perteneciente a Bodegas Barbadillo, ha lanzado una nueva colección de vinos de Ribera del Duero y Rueda llamada Finca El Empecinado, compuesta por tres tintos y un blanco verdejo. La nueva colección rinde homenaje a la tradición, la pasión y el respeto a la historia y al territorio más puro de la Ribera del Duero.

La bodega ha decidido renombrar estos vinos con la idea de dotarles de la personalidad que atesoran y anteponerles el nombre de “finca” a su anterior denominación ya que los vinos de “finca” ostentan unas peculiaridades especiales por la ubicación en la que se han criado. Tienen un clima característico que es innegablemente mejor al de otras viñas y suelos, aportando un salto de calidad a las propiedades organolépticas de estos vinos.

La nueva colección Finca El Empecinado

Finca El Empecinado es la nueva colección de vinos de Vega Real, un tributo a los mejores territorios vitícolas de la Ribera del Duero. Son cuatro, cada uno con una personalidad única y representativa de la región.

Finca El Empecinado Roble

El vino tinto esencial de la colección se elabora a partir de uvas de tinta del país cuidadosamente seleccionadas, provenientes de viñedos con una edad aproximada de 18 años. Estos viñedos se encuentran en diferentes pagos con altitudes que oscilan entre los 800 y 920 metros. El vino se somete a una crianza de al menos ocho meses en barricas de roble francés y americano previamente utilizadas.

Finca El Empecinado RobleFinca El Empecinado Roble

El resultado es un vino intenso y floral en nariz, con notas de frutas negras frescas y un toque de especias. En boca, se percibe un sabor potente y crujiente, con una frescura refrescante y un equilibrio de taninos firmes y acidez adecuada.

Finca El Empecinado Crianza

Este vino es elaborado con uvas tinta del país provenientes de viñedos con una edad media de 30 años, ubicados a una altitud entre los 800 y 900 metros sobre el nivel del mar. Su proceso de crianza se lleva a cabo en barricas de roble francés y americano por 12 meses.

Finca El Empecinado RiberaFinca El Empecinado Ribera

Con una nariz muy aromática, este vino presenta notas de fruta negra madura, toques balsámicos y especiados. En boca es intenso y equilibrado, con un sabor bien integrado y una acidez refrescante que deja una sensación persistente y agradable.

Finca El Empecinado Reserva: madurez y elegancia

El Reserva de Finca El Empecinado es el resultado de una cuidadosa selección de uvas de viñedos de tinta del país con una edad media de 35 años, situados en diferentes pagos a altitudes que oscilan entre 850 y 940 metros. La fermentación se lleva a cabo en depósitos de acero inoxidable, y posteriormente, se cría en barricas de roble francés y americano durante al menos 18 meses.

Finca El Empecinado ReservaFinca El Empecinado Reserva

Este vino destaca por su madurez y elegancia, con aromas complejos de frutos rojos y negros, especias y vainilla. En boca, es un vino sedoso y equilibrado, con toques maduros y una acidez refrescante que le da longitud y persistencia.

Finca El Empecinado Verdejo: frescura y vivacidad

Es un vino blanco que refleja la verdadera esencia de la uva verdejo y la Denominación de Origen Rueda. Para su elaboración, se seleccionan uvas de viñedos ubicados en distintas parcelas a altitudes entre 750 y 850 metros, que se vendimian de forma manual y se fermentan en depósitos de acero inoxidable a baja temperatura.

Este vino se caracteriza por su frescura, con aromas de frutas blancas y cítricos, junto con notas herbáceas y florales. En boca, es muy equilibrado, con una acidez vibrante que aporta vivacidad, y un final largo y persistente que lo convierte en una opción perfecta para acompañar mariscos y platos de pescado.

La Bodega Vega Real

Vega Real es una bodega ubicada en el corazón de la Ribera del Duero. Su enfoque es completamente artesanal y no siguen crianzas preestablecidas. Su proceso de elaboración del vino es pausado y se lleva a cabo con atención minuciosa, desde la recolección de la uva en vendimia hasta su lanzamiento al mercado.

La bodega destaca por su dimensión humana y su compromiso con la viña, liderada por el enólogo Luis CuadradoLa bodega destaca por su dimensión humana y su compromiso con la viña, liderada por el enólogo Luis Cuadrado

La atención minuciosa que se presta a cada detalle y la escucha atenta del vino son aspectos clave del proceso de elaboración del vino en Bodega Vega Real, lo que se traduce en la calidad y singularidad de sus vinos. Además, su enfoque en escuchar al vino y ver cuándo es el mejor momento para lanzarlo al mercado, sin seguir crianzas preestablecidas, es lo que distingue a la bodega de otras.

Bodegas Azpilicueta, vinos para aprender y disfrutar en Rioja

Bodegas Azpilicueta transmite el saber ancestral de Rioja gracias a un minucioso cuidado y pasión por la viticultura.

Con Mucha Gula07/05/2023

La Historia de esta bodega se inicia en el riojano pueblo de Fuenmayor. En 1881, Félix Azpilicueta Martínez fundó una pionera bodega en un pequeño viñedo de este municipio. Desde sus orígenes, el tiempo ha marcado el devenir de Bodegas Azpilicueta. Tiempo de acumulación de saberes, tiempo invertido en conocer el comportamiento de sus viñas y tiempo para poder disfrutar de todos los vinos de Azpilicueta. Desde los años 90, Bodegas AGE se propuso recuperar el estilo ancestral de los vinos de Rioja de la forma más novedosa posible. Por ello, Azpilicueta se convirtió en uno de sus pilares y Elena Adell en su enóloga jefa.

Elena afirma con emoción que ella «nació en Azpilicueta«. Es ingeniera agrónoma en origen, pero la curiosidad después de tener los racimos en las manos la llevó a convertirse en enóloga, profesión a la que lleva dedicándose 37 años. Hablar con Elena Adell es adentrarse de lleno en el mundo de la uva, en las posibilidades de la enología y en la pasión por el vino disfrutón de Azpilicueta. Vinos que, según ella, son como son por tres razones principales: la variedad de uva y el lugar en el que se cultiva; cómo se elaboran; y cómo se crían.

Silueta de Félix Azpilicueta, fundador en 1881 de Bodegas Azpilicueta.Silueta de Félix Azpilicueta, fundador en 1881 de Bodegas Azpilicueta.

Las variedades y los terruños de Azpilicueta

Conocer el territorio y cómo se comportan las diferentes variedades de uva en cada uno de ellos es crucial en Azpilicueta. Uno de sus principales objetivos es perseguir la diversidad que el territorio es capaz de dar. Y lo consiguen gracias al conocimiento acumulado durante cientos de años. Que los agricultores de la zona llamen a un término La Plana y a otro Los Llanos es importante, dado que indica que son terrenos con características diferentes, en los que el cultivo se va a comportar diferente y los resultados van a ser diferentes. De forma actualizada, en Azpilicueta se trabaja igual en todas sus hectáreas, que se dividen en parcelas de unas 7 u 8 ha con comportamientos semejantes con el fin de obtener diferentes expresiones de una misma tipología de uva.

Estos años de investigaciones les han servido para comprobar que los suelos aluviales favorecen la maduración de la uva Graciano y la Mazuelo; mientras que los arcillo-calcáreos permiten reflejar a la Tempranillo todo su potencial aromático; potencial en elq ue destaca la mora si la vid se planta en suelos de tipo arcillo-ferrosos. Gracias a una topografía irregular, a diversas altitudes, en una gran mezcla de suelos y diferentes orientaciones con unas pocas variedades de uva pueden desarrollar gran creatividad. En consecuencia, Azpilicueta desarrolla vinos muy variados, que gustan al consumidor final, pero no pierden la esencia de la Denominación de Origen Rioja.

Elena Adell es la enóloga jefa de Bodegas Azpilicueta. Elena Adell es la enóloga jefa de Bodegas Azpilicueta.

Al igual que los primeros crianzas de Rioja, se sigue haciendo el vino con uva Tempranillo, Graciano y Mazuelo; pero, además, la Maturana tinta. Esta última variedad tiene fascinada a la enóloga, desde que en 2007 el consejo regulador les permitió recuperarla dentro de la Denominación de Origen Rioja. «Manejando el conocimiento de todos los grupos de parcelas y el comportamiento de cada tipo de uva, podemos tener muchas mimbres con las que tejer los cestos que forman Azpilicueta» resume Elena de manera simbólica y emotiva.

Cómo se elaboran los vinos

La segunda de las patas que le otorgan a los vinos de Azpilicueta es cómo se elaboran. Es decir, cómo se recoge la uva, cómo se trabaja con los agricultores, cómo se trata la fruta en bodega, etc.. En todo este proceso, Elena Adell lo tiene claro: «Hay que ser congruentes«. Sobre todo, en referencia a la sostenibilidad y al cuidado de la tierra en la que crece la vid. La filosofía de trabajo de Azpilicueta no se guía exclusivamente por una línea de acción, sino que trata de quedarse con lo mejor de cada técnica para consumir lo menos posible, tratar la planta lo menos posible y perturbar el entorno lo menos posible. Todo ello, les ha granjeado logros como que el residuo fitosanitario de las uvas que salen de sus fincas sea cero.

Para implantar una viticultura regenerativa o conseguir no tratar la polilla con químicos la relaciones con los agricultores son cruciales. Desde Azpilicueta trabajan con contratos que les permiten inspeccionar el viñedo, decidir de manera consensuada con los agricultores la fecha de vendimia e intervenir en caso de que se realicen labores con las que no estén de acuerdo. Elena reconoce que el primer año que un agricultor trabaja con ellos, estas condiciones sorprenden; sin embargo, al tercer año la simbiosis es completa. El agricultor siente como suyos los vinos que salen de Azpilicueta y la bodega cuida como propias cada parcela de la que recoge frutos.

Cada botella de vino Azpilicueta nace del conocimiento minucioso de cada una de sus parcelas y uvas. Cada botella de vino Azpilicueta nace del conocimiento minucioso de cada una de sus parcelas y uvas.

Puede que sea un cliché, pero la enóloga habla de sus tierras como si fuesen sus propios hijos. En todos los sentidos. El viñedo para ella es un ser vivo sobre el que hay que mantener una tutela permanente y un control exhaustivo. Cada parcela se cuida en todos sus aspectos: la poda, la evolución de su ciclo vegetativo o el avance de la madurez. Después, se catan las uvas y se determina el momento preciso de la vendimia. Momento en el que se hace la selección y clasificación para pasar a la bodega.

Como se crían los vinos de Azpilicueta

Con este último factor, Elena se refiere sobre todo a la barrica. Y, por supuesto, la selección entre roble francés o americano, de qué tonelería e incluso de qué bosque importa. Sin embargo, ella como ideóloga llena de pasión por el vino tiene mucha culpa de como crece cada uno de los proyectos de Azpilicueta. De hecho, reconoce que su afición por la viticultura nace porque «siempre me ha gustado ver crecer las cosas«. Y ahora disfruta jugando con las posibilidades que la uva y el terruño le ofrecen, ensamblando variedades, aprendiendo y haciendo vinos que despierten la curiosidad del consumidor.

Azpilicueta Origen, por ejemplo, nace porque el equipo de enología observó que en tres términos de Fuenmayor que la Tempranillo vendimiada era muy singular. Este año, con el conocimiento acumulado tras más de 30 años recorriendo San Asensio, Lapuebla, Huércanos, Uruñuela y otras zonas, encontraron que en estas parcelas de aquí y de allá la Tempranillo ofrecía cualidades diferentes a cualquier otra lugar, las seleccionaron y han lanzado un vino muy especial y diferente: Azpilicueta Instinto.

Azpilicueta Instinto es la última obra de arte de las bodegas. Azpilicueta Instinto es la última obra de arte de las bodegas.

Desconectar y aprender visitando Azpilicueta

Bodegas Azpilicueta cuenta con una amplia variedad en oferta enoturística. Desde el grupo de Bodegas AGE están en constante efervescencia, ya que son conscientes de que el vino es un producto del que cuanto más conoces más disfrutas. Uno de sus proyectos más galardonados es el Color Lab, una visita inmersiva en la que el visitante reconoce cómo la percepción del vino va variando dependiendo de la música, la luz y el ambiente en general. En adición, hay talleres de cata, de aromas o de copas.

Ahora bien, todos los recorridos y tipos de visitas están hechos para compartir el factor común que une a todos los vinos de Azpilicueta: el disfrute. El rasgo común de todos los vinos de Azpilicueta es que son vinos para divertir, para dar placer en definitiva. Elena los describe como vinos muy aromáticos, con mucha fruta; en boca son deliciosos, suaves, perfumados, de trago largo. De esos vinos a los que les das un buen sorbo y te quedas con ganas de dar el siguiente. «De lo único que tienes que tener cuidado es de no pasarte» alerta la enóloga.

Después de visitar Azpilicueta te llevas a casa dos cosas cruciales. La primera es que todo el mundo disfruta, todo el que decide ir desconecta de las preocupaciones mundanas gracias al entorno y al buen vino. Y, además, las personas que pasan por la bodega regresan habiendo aprendido algo nuevo, sintiendo más curiosidad y un poquito más embriagados del inagotable mundo de los vinos Denominación de Origen de Rioja.

Bodega Las Moradas, el alma de la uva garnacha hecha vino

En plena Sierra de Gredos madrileña, Las Moradas de San Martin elabora vinos en cuya esencia se saborea el alma de la garnacha y su terruño.

Con Mucha Gula06/05/2023

“Las Moradas” es el título del último libro que escribió Santa Teresa de Jesús, en 1577. La autora  escribe desde San Martín de Valdeiglesias un recorrido por los lugares en los que habita el alma. Hoy en día, Las Moradas de San Martín da nombre a una bodega que trata de transmitir a través del alma de sus vinos cómo es habitar la vertiente madrileña de la Sierra de Gredos y cuál es la esencia de la centenaria uva garnacha. 

Desde 1999, literatura, historia y tierra se unen para moldear el carácter y personalidad de Las Moradas de San Martin. Una bodega cuyo compromiso más férreo es conseguir dar vida a su producto, lograr que el consumidor vincule el sabor de sus vinos con sensaciones, emociones. En definitiva con el alma de un vino excelente con denominación de origen Vinos de Madrid

El compromiso de la bodega Las Moradas de San Martin es crear un vino que transmita el alma de la garnacha a través de todos los sentidosEl compromiso de la bodega Las Moradas de San Martin es crear un vino que transmita el alma de la garnacha a través de todos los sentidos

El alma de la Sierra de Gredos

El vino de Las Moradas es tierra. Concretamente, es la tierra de “Pagos de los Castillejos”, lugar en el que la Comunidad de Madrid se une con el norte de Toledo y el sur de Ávila. El viñedo de las Moradas se extiende sobre 21 hectáreas de este paisaje de pinar, encina, jaras y gran diversidad de plantas aromáticas. Se trata de un enclave único, dónde a unos 870 metros de altura, las jóvenes y viejas vides pueden aprovechar toda la riqueza del suelo de la Sierra de Gredos y todos los beneficios del clima mediterráneo continental

Los suelos en los que arraigan las vides de Las Moradas son de composición arenosa granítica, resultado de la meteorización de granitos, génesis, rocas filolianas y arcosas. Esta litología hace que los vinos adquieran resultados complejos pero equilibrados, con sutiles toques minerales. Todo ello, favorecido por los vientos del noroeste y las precipitaciones medias, convierte los vinos de Las Moradas en una joya entre los vinos de Madrid. 

El suelo arenoso granítico aporta elegancia, equilibrio y toques minerales a los vinos de Las MoradasEl suelo arenoso granítico aporta elegancia, equilibrio y toques minerales a los vinos de Las Moradas

Además, es reseñable que el pago de Las Moradas se encuentra en una Zona de Especial Protección para las Aves. Esta denominación señala que nos encontramos en un espacio natural de gran valor por la fauna y flora que alberga, un verdadero pulmón natural que desde la bodega trabajan por cuidar y preservar. 

Vinos minimalistas pero apasionados

El vino de Las Moradas es compromiso. Sobre todo con el espacio. En Las Moradas respetan su entorno tan singular y a la uva en todas sus fases. Por ello, este viñedo de San Martín de Valdeiglesias ha obtenido la certificación de cultivo orgánico y biodinámico. Por ejemplo, en cuanto a la vid, se llevan a cabo tratamientos preventivos con productos naturales y se elabora un compost  (con el raspón de la uva y el estiércol carpido de explotaciones colindantes) que se incorpora al viñedo como abono. 

El mismo nivel de cuidado se aplica al modelo artesanal de elaboración del vino. Todas las cepas se cosechan de forma manual, sin dañar la cepa de uva garnacha tinta. En la bodega, todo el proceso es respetuoso con la uva, desde la mesa de selección hasta los depósitos de acero. En ellos, cada parcela se vinifica por separado, un detalle importantísimo al trabajar con levaduras propias y sin aditivos. Consecuentemente, el rendimiento por hectárea es bajo y a pesar de tener una capacidad de producción de 80.000 botellas anuales, Las Moradas se queda por debajo de esta cifra. 

La uva garnacha es la protagonista en Las Moradas de San Martín desde la cepa hasta la copaLa uva garnacha es la protagonista en Las Moradas de San Martín desde la cepa hasta la copa

Desde el minuto uno buscan un “vino de autor”, esmerado y artístico. Un producto original en el que se transmita el esfuerzo a través de los sentidos. El resultado son vinos estructurados, sutiles y elegantes, en los que la variedad autóctona de la zona toma el protagonismo. Una producción minimalista pero apasionada que permite conocer la personalidad arrolladora de la uva garnacha tinta.

La uva garnacha como protagonista

El vino de Las Moradas es esencia de la garnacha centenaria. Gracias al modelo de viticultura respetuoso con la materia prima, en esta bodega consiguen sacar lo mejor de esta variedad de uva. Isabel Galindo, enóloga de Las Moradas, es la responsable de este proyecto. Ella misma se define como una enamorada de la garnacha, de la que desaprende con cada nuevo vino tinto que elaboran. Una de sus claves para conseguir exprimir lo sublime de esta uva es “escuchar a la garnacha” y seguir los ritmos que ella misma marca

Aunque el proyecto “nuevo Gredos” en el que se enmarca la producción de Las Moradas, se puso en marcha hace un par de décadas; toda la filosofía enraíza en la tradición centenaria que el cultivo de la garnacha tiene en esta región. En el municipio madrileño de San Martín de Valdeiglesias existe constancia de ello desde el S.XII y no son pocos los autores del Siglo de Oro español que cayeron rendidos ante la calidad suprema de esta uva. Asimismo, Las Moradas está comprometida con la recuperación de la variedad albillo real. Y sigue siendo transmisor de literatura incluyendo citas de autores actuales en cada una de sus etiquetas.

Botella del vino blanco ecológico de Las Moradas de San Martín elaborado con la variedad Albillo RealBotella del vino blanco ecológico de Las Moradas de San Martín elaborado con la variedad Albillo Real

La garnacha tinta es una variedad autóctona nacional. Sin embargo, es una de las que más variabilidad demuestra dependiendo del terruño en el que se encuentre; refleja como ninguna otra variedad la esencia del suelo. En el terroir de San Martin, la garnacha tinta alcanza su máxima calidad. Los racimos y bayas son más pequeños y sueltos, capaces de madurar correctamente y aptos para hacer vinos de gran nivel y gran personalidad. Una de sus singularidades es que se comporta muy bien en botella. Por lo tanto, son vinos de guarda ideales, que van mejorando con el paso del tiempo y convierten el momento de abrir una botella un auténtico deleite para todos los sentidos

Visita Las Moradas y conoce la garnacha

Y lo mejor de todo este relato es que la bodega se encuentra a tan solo 1 hora de Madrid y tiene una amplia oferta enoturísitca. Por lo tanto, comprobar lo que en este artículo se expresa en palabras se convierte en una excursión muy especial para cualquier momento del año. El objetivo de Las Moradas es acercar todas las facetas de la uva garnacha al consumidor final, dejando al visitante incluso participar del proceso de elaboración de sus vinos.  

La oferta enoturística de Las Moradas de San Martín acerca al visitante el trabajo con uva garnachaLa oferta enoturística de Las Moradas de San Martín acerca al visitante el trabajo con uva garnacha

Si visitas Las Moradas podrás recorrer el viñedo, pasear entre vides de uva garnacha centenarias, conocer de primera mano cómo se producen los vinos ecológicos y catar el resultado acompañado de jamón ibérico o queso de la zona. Por otro lado, no podemos perdernos toda la riqueza cultural de el municipio de San Martín de Valdeiglesias. Acercarse al Monasterio de Pelayos de la Presa, por ejemplo, es obligatorio para comprender la intersección entre historia, literatura y vinos que existe allí. 

En definitiva, gracias a la bodega Las Moradas de San Martín, la garnacha está más cerca que nunca   e impregna al consumidor a través de todos los sentidos. La tierra, el compromiso y la garnacha se ven en el paisaje, se palpa en la recolección de la uva, se escucha en el funcionamiento de la maquinaria, se huele en las barricas y se degusta en cada copa. El alma de la uva garnacha cultivada en la Sierra de Gredos atrapadas en un vino. 

Bodegas Arínzano: mil años de vino en Navarra

En Navarra, se encuentra una de las 24 bodegas con Denominación de Pago. Se trata de Bodegas Arínzano, una finca sin igual para conocer el buen hacer vinícola.

Con Mucha Gula04/05/2023

Pasear por la finca de Arínzano, cerca de Estella en Navarra, significa sumergirse de lleno en el mundo de la viticultura. Desde hace casi mil años, estas tierras ubicadas a los pies de la Sierra de Urbasa han sido dedicadas a la vid. Desde entonces, la gente que aquí habita ha puesto todo su carácter, moldeado por el cierzo, al servicio del buen vino. En el pasado fueron monjes, más tarde familias nobles y, en la actualidad, todo un grupo de profesionales que tienen el objetivo de transmitir su trabajo a través de cada botella de vino del Pago de Arínzano.

Arínzano, una finca con Historia

El camino que conduce hasta las Bodegas Arínzano es todo un viaje en el tiempo. Poco a poco, el sendero se aleja del ruido de la carretera para adentrarse en un enclave natural en el que solo se escucha murmurar al río Ega. La entrada a la finca la señalan todavía dos mugas de piedra en las que todavía se puede leer la inscripción: Señorío de Arinzano. A partir de ahí, nos adentramos en la historia de este singular viñedo.

La historia de Arínzano se registra en las fuentes a partir de 1055, año en el que el Rey García Sánchez entregó estas tierras a Sancho Fortuñones, como recompensa por el apoyo prestado para recuperar el trono de Navarra. Fortuñones no tenía interés en cuidar de este pago, por lo que lo cedió a los monjes del Monasterio de Santa María de Irache. Durante más de 500 años, los monjes se encargaron de producir vino para ellos y para los peregrinos que pasaban haciendo el camino de Santiago.

Muga de piedra que marca la entrada en el Señorío de ArínzanoMuga de piedra que marca la entrada en el Señorío de Arínzano

Sin embargo, en 1520, el último Rey de Navarra expropió la finca y se la entregó a su consejero Lope de Eulate, entonces Señor de Arínzano. He aquí el origen del nombre de las bodegas actuales. Con Lope de Eulate y sus descendientes se inicia una época de cosntrucciones que todavía se conservan y se pueden visitar. En primer lugar, la Torre de Cabo de Armerías, construida en el siglo XVI y donde se encuentra la recepción hoy en día. Por otro lado, en el siglo XVII, se construyeron la Casona y la iglesia dedicada a San Martín de Tours, patrón de los viñateros.

De poco sirvió la advocación de este santuario, ya que 30 años más tarde llegó la plaga de la filoxera y provocó el abandono y desmembramiento del Señorío. No fue hasta 1988, cuando la familia Chivite adquirió de nuevo todas las parcelas de la finca y se propuso recuperar la dedicación vinícola de estas tierras. Confiando en el enólogo francés Denis Dubourdieu devolvieron el esplendor a Arínzano, consiguiendo en 2007 la prestigiosa denominación Vino de Pago. Desde 2015, Bodegas Arínzano ha pasado a ser propiedad de Tenute del Mondo como parte de su colección de bodegas boutique en los mejores terroirs del mundo.

Denominación Pago de Arínzano, un terroir excepcional

Vistas de la finca y bodega de Arínzano desde su mirador, con la Sierra de Urbasa de fondo. Vistas de la finca y bodega de Arínzano desde su mirador, con la Sierra de Urbasa de fondo.

La denominación Vino de Pago de Arínzano quiere decir que no existe en España otro lugar con las mismas características climáticas y edafológicas que esta finca. La adaptación de la vid, su proceso de maduración y, consecuentemente, los vinos resultantes son excepcionales. Solo se pueden conseguir allí. Atravesadas por una corriente de aire frío que llega desde el Atlántico y compuestas por suelos de margas, arenas, calizas y limonitas de la era Neogénica, junto con yesos y dolomitas del Triásico, son 128 las hectáreas dedicadas a la vid en Arínzano.

Cerca del río se cultiva la variedad Merlot; ya que, gracias a la corriente de aire que atrae el Ega, la vid queda protegida frente a las heladas. La Chardonnay se cultiva en la zona más fría de la finca, un área que se encuentra a 7ºC menos que los alrededores, para favorecer que la uva exprese todos sus aromas y mantenga la acidez. Por último, la Tempranillo se extiende por toda la finca, haciendo honor a su fama en nuestro país.

El viñedo de Arínzano es un mosaico de temperatura, altitud y variedades de uva. El viñedo de Arínzano es un mosaico de temperatura, altitud y variedades de uva.

Ahora bien, las tierras de la finca de Arínzano están llenas de particularidades, diferentes altitudes o temperaturas dentro de una misma parcela, comportamientos variables dependiendo del tipo de uva y la orientación de la parra. En estas condiciones, el trabajo del enólogo José Manuel Rodríguez y su equipo se vuelve crucial para conseguir vinos de calidad, aunque él le reste importancia: “Hay cuatro factores que determinan la calidad del vino: el suelo, el clima, la variedad y la interpretación de los tres anteriores en la bodega. Por lo tanto el equipo es solo el 25% de todo el resultado”.

Desarrollo sostenible

El Pago de Arínzano es, como ellos mismos lo denominan, un oasis de 350 hectáreas en mitad de un paisaje árido en el que la vid representa solo una tercera parte. El enclave es totalmente salvaje, repleto de flora y fauna local con la que el proyecto de las bodegas pretende convivir en armonía. Por este motivo, el trabajo en la bodega se desarrolla desde la sostenibilidad, teniendo en cuenta la protección de la biodiversidad de la finca, la matriz energética, el empoderameinto humano y la consecución de productos orgánicos.

Cuidar de la finca y su entorno medioambiental es cuidar del vino. La filosofía vitivinícola de Arínzano se fundamenta en la mínima intervención tanto en viñedos como en bodega. En definitiva, se trata de permitir a la uva mostrar toda la personalidad que lo singular del enclave le otorga. Además, las tierras también se dedican al cultivo de olivares, de los que se obtiene un aceite de oliva propio que se sirve a los visitantes de la bodega.

El proyecto Chardonnay consiste en dejar macerar una misma añada de esa uva en 30 materiales diferentes. El proyecto Chardonnay consiste en dejar macerar una misma añada de esa uva en 30 materiales diferentes.

Uno de los trabajos más interesantes y ambiciosos de la bodega es el Proyecto Chardonnay. El equipo de enología deja macerar una misma añada de esta variedad en 30 materiales diferentes para comprobar cuál es el que mejor expresa las cualidades de la uva. Entre roble francés, vasijas de cerámica, bidones de acero inoxidable y más, la favorita por el momento del equipo de enólogos es el cemento. Para el equipo, este es el material que más respeta el terroir y el carácter de la Chardonnay. Ideas como esta ponen de manifiesto que en Arínzano la calidad va por encima de la cantidad. Es por ello que los rendimientos son bajos a pesar de poseer una gran extensión de tierra. Aproximadamente, la producción es de unas 150 mil botellas anuales.

Enoturismo cerca de la Sierra de Urbasa

Todo el peso de la historia, de la tierra y del trabajo se transmite a través de sus vinos, pero también a través de las visitas a las bodegas Arínzano. Montados en un 4×4, los visitantes pueden recorrer toda la finca al tiempo que van descubriendo la historia del lugar. Desde el punto más alto se comprende cuál es la verdadera extensión del Pago de Arínzano, cómo ha segmentado el terreno el grupo de enólogos dependiendo de qué variables son mejores para cada tipo de uva y se comprende cuál fue el objetivo del arquitecto Rafael Moneo al diseñar la bodega moderna.

La visita a las bodegas incluye un recorrido un buggy por toda la finca. La visita a las bodegas incluye un recorrido un buggy por toda la finca.

Una vez conocida la historia y entendida la tierra, se pasa a las bodegas. Allí se hace un recorrido por la sala de barricas y se acerca al visitante el trabajo que día a día desarrolla el equipo de enólogos. El colofón de la visita es una cata de vinos de Arínzano, acompañados de una exquisita tabla de ibéricos. Todo el saber que poseen quienes trabajan día a día el vino se le transmite al consumidor en un ambiente distendido, suavizado por una dulce melodía de fondo, aromatizado por el intenso olor de la Merlot y maridado por el dulce sabor de un Chardonnay de categoría.

En definitiva, Bodegas Arínzano ha conseguido construir un mensaje claro en un entorno sin igual. A pesar de que el lugar habla por sí solo, la visita a las bodegas consigue sembrar la curiosidad en el visitante. La viticultura, la enología y el saber hacer quedan materializados en un recorrido en el que se puede comprobar cómo la tierra, la uva y el trabajo en equipo se transforman en una copa de vino con Denominación de Pago.

Bodegas NOC, el hedonismo convertido en vino

En los Montes de Toledo, en tierra de tradición y cultura ancestral, existe una bodega dispuesta a innovar desde las raíces de su terruño. Bienvenidos a Bodegas NOC.

Natalia Martínez13/07/2022

Entre las callejuelas de Manzaneque, en Toledo, hay un edificio blanco con grandes puertas de madera que llama la atención. Es el edificio principal de las Bodegas NOC. Los vecinos de este pueblo vigilan desde los bancos de la plaza la entrada a este templo del vino. Ignacio de Miguel, el director y enólogo de la bodega nos abre las puertas de la que es, prácticamente, su casa. De hecho, con la emoción que transmite, uno no distingue del todo si habla de sus vinos o de su familia.

Aunque tiene explicación. Ser enólogo es el sueño de Ignacio desde que tiene uso de razón. Su padre, un médico de gran prestigio, tenía una bodega en casa e Ignacio, se sabía al dedillo todas las etiquetas. Con añoranza recuerda una anécdota sobre cómo sus amigos de infancia lo miraban con incomprensión cuándo él decía que quería ser enólogo.

¿Que será eso de enólogo? ¿De verdad no preferirá este niño ser futbolista? Nada de nada. Del libro «Viñas y Vinos» de Miguel Torres a la carrera de química, después la de enología para llegar a las Bodegas Marqués de Griñón donde se formó para llegar a ser un enólogo independiente, codiciado por las más prestigiosas bodegas. Cómo iba a preferir el fútbol, pudiendo quedarse cerca del campo elaborando un producto tan «disfrutón».

Los montes de Toledo

El campo y la tierra son las devociones de Ignacio de Miguel. Sobre todo el paraje en el que se encuentran las fincas de Bodegas NOC. Hablamos de los Montes de Toledo, una cordillera ubicada entre Toledo y Ciudad Real. Esta zona, históricamente, ha sido un paraje de latifundios. Fincas con hectáreas y hectáreas de terreno, del que no siempre se ha sacado provecho. Es más, la primera bodega que planta grandes extensiones de viñedo en este área, para sacar el mosto de la uva y embotellarlo como vino se crea en 1978. Hasta el momento, había unas pocas viñas particulares dedicadas a la venta a granel.

Tras la Dehesa del Carrizal, esa primera bodega de 1978, fueron apareciendo seguidoras. Cuatro más, en total. Cuatro proyectos en los que Ignacio de Miguel ha estado involucrado de una u otra forma. Ahora bien, convertido en Director General de Bodegas NOC, este proyecto es en el que pone su mayor empeño. Con la convicción de que es el momento idóneo para transmitir la energía del origen.

Carlos Galdón, dueño de Bodegas NOC, recorriendo la finca en los Montes de Toledo con su familiaCarlos Galdón, dueño de Bodegas NOC, recorriendo la finca en los Montes de Toledo con su familia

Castilla La Mancha es el mayor viñedo de España, sin embargo, los vinos de mayor prestigio no proceden de esta zona. A ojos de Ignacio, esto se debe a que: «Castilla la Mancha no ha sabido identificar, diferenciar y dignificar sus zonas«. Se ha considerado esta comunidad como un todo, homogéneos. Cuando, en realidad, se trata de un espacio con 7 cuencas hidrográficas, 5 climas distintos, alturas que van desde los 300 hasta los 2.000 metros. Por ello, uno de los pilares de Bodegas NOC es trabajar sobre las particularidades concretas de su suelo.

Un suelo, el de los Montes de Toledo, caracterizado por la preponderancia de calcitas y por tener un ph más ácido que el de otras zonas de la Península. En la actualidad, esto supone una ventaja competitiva. ¿Por qué? Porque el clima cada día es más caluroso, la maduración es más rápida y pesada; algo que va en contra de los gustos del cliente. La acidez geológica y los fuertes contrastes de temperaturas permiten a Bodegas NOC ofrecer al consumidor lo que quiere: vinos frescos, que no sean pesados y conserven los toques a fruta.

Filosofía de Bodegas NOC

La historia de estas bodegas empieza en 1918, con la creación de Vinícola Morales en Manzaneque (Toledo). La producción estuvo dedicada durante casi cien años al consumo local, enmarcada en las fronteras más próximas. Sin embargo, el actual propietario Carlos Galdón decidió darle un giro que comenzó por reformar el edificio y continuó aplicando las últimas tecnologías dentro del mundo de la enología para ampliar dicho mercado.

Ignacio de Miguel, enólogo y director de Bodegas Noc, junto a Carlos Galdón, propietario de Bodegas NOCIgnacio de Miguel, enólogo y director de Bodegas Noc, junto a Carlos Galdón, propietario de Bodegas NOC

En 2020, llega Ignacio de Miguel como enólogo asesor y se produce una nueva ampliación de la bodega. Es en este momento cuando surge el nombre de Bodegas NOC con la única intención de transferir al consumidor un mensaje de unidad, inequívoco. Desde entonces, las bodegas, la extensión de terreno y la producción no ha dejado de aumentar. En bodegas NOC trabajan con variedades de uva tinta (Tempranillo, Syrah, Petit Verdot, Graciano, Garnacha, Cabernet Sauvignon y Zinfandel en experimentación) y dos tipos de uva blanca (Chardonnay y Viognier).

Partiendo de esa base, el trabajo de los tres enólogos que componen la plantilla, Ignacio, Elena y Jaume, consiste en «no creer nunca que has llegado«. Es decir, aún siendo muy buenos en lo que hacen, saben que siempre se puede hacer mejor y no se conforman con resultados mediocres o no controlados. Tienen herramientas para hacer lo que quieran y están dispuestos a ello.

Ciencia y cata

Tanques de acero inoxidable de Bodegas NOCTanques de acero inoxidable de Bodegas NOC

La cata es la que lo determina todo en Bodegas NOC. Cuál es el momento de la vendimia, cuánto tiempo va a pasar el mosto en barrica o cuál será el ensamblaje. Uno de los pilares del trabajo que realizan en estas bodegas es que «no hay receta para hacer vino«. Es decir, no se trabaja por porcentajes o por ingredientes. Se trabaja con sabores. Sí que se pretende hacer vinos similares, que el consumidor pueda reconocer; pero eso no se consigue apuntando variedades exactas de ingredientes; sino probando el producto del que se dispone.

Elena Rincón es la encargada del laboratorio, es la que experimenta. De hecho, casi todo lo que existe a pequeña escala en la bodega es denominado por los trabajadores: «los juguetes de Elena«. Es ella la que ha decido meter una parte del rosado en barrica para ver como evoluciona. Del mismo modo en el que, ella se encarga del remontado de cada tanque de vino tinto. Cata el mosto cada día y decide qué es lo que ese producto necesita de ella.

Jaime Notó es el experto en espumosos y el enamorado de la uva Viognier. Está convencido de que algún día conseguirá un espumoso monovarietal con ella. De momento, es el responsable de que NOC haya sacado toda una línea de vinos que no son champagne, no son cava, pero siguen el mismo proceso de elaboración para conseguir un rosado y un blanco de burbuja fina y sutil, perfecto para cualquier ocasión. Con un plato de jamón y un poco de pan para compartir quedan increíbles.

Ignacio de Miguel sujeta una botella de vino blanco fermentando para convertirse en la próxima añada de Brut NOC PrestigeIgnacio de Miguel sujeta una botella de vino blanco fermentando para convertirse en la próxima añada de Brut NOC Prestige

Finalmente, Ignacio, que es experto en el ensamblaje de vino a través de la cata. En bodegas NOC cada variedad de uva se trabaja de forma individual. Es decir, toda la Syrah con la Syrah, la Tempranillo con la Tempranillo y así con todas. Esto no quiere decir que solo produzcan monovarietales, nada parecido. Sino que la unión de variedades se hace después de que el mosto de cada tipo de uva haya pasado el tiempo que necesite en la barrica. Y de esas mezclas y uniones se encarga Ignacio, quien pretende dejar su seña en cada producto final. «Lo que más me gusta son los vinos placenteros, mis vinos son hedonistas«.

NOC Brut Rosé 2019

Con todo este conocimiento y ganas de mejorar cada día, Bodegas NOC ha conseguido lanzar al mercado verdaderos productos revolucionarios. Uno de los ejemplos más claros y recientes es el NOC Brut Rosé 2019: el primer brut rosado hecho en los Montes de Toledo, de uva Tempranillo y elaborado siguiendo el método champenoise. Un vino dispuesto a demostrar que hacer vinos finos, elegantes y frescos en Castilla la Mancha es posible.

Jaime Notó ha sido el diseñador de todo este proyecto e Ignacio lo señala como responsable del gran resultado: «en un vino tranquilo, la uva, el terruño y el clima son un 50% del producto final; pero en un espumoso, el 80% de su carácter depende del trabajo del enólogo«. Esto se debe a que en el proceso de elaboración de espumosos, a través del método champenoise, se le introduce al vino lo que se conoce como licor de expedición: una mezcla de vino y azúcar que es el secreto mejor guardado del enólogo. Como si fuese la firma al terminar un cuadro.

NOC Brut Rosé 2019NOC Brut Rosé 2019

NOC Brut Rosé 2019 procede de una vendimia temprana con la que se consigue reforzar la acidez del vino base y potenciar el carácter varietal de la referencia. La vendimia se realiza además de forma manual, lo que permite seleccionar una a una las mejores uvas para un resultado impecable. Al realizarse por el método champenoise, tiene lugar una primera fermentación en depósito de acero inoxidable y una segunda en botella, a la que sucede una crianza sobre lías más larga de lo habitual en este tipo de vinos: de entre 12 a 18 meses que marcarán en cata las notas de panadería y la untuosidad en boca.

El resultado final, el que llega hasta nuestras mesas, es toda una lección de equilibrio. Siempre se ha dicho que para gustos, los colores. Pues este rosado, acaba siendo para todos los gustos. Y, lo mejor, su burbuja fina y sutil que no llega a enmascarar la personalidad del vino. Un sabor fresco y afrutado que convence a cualquier paladar para seguir bebiendo. Una elección perfecta para abrir cualquier comida.

De ruta por Tomelloso: Qué ver, qué hacer y dónde comer en la ciudad manchega

De ruta por Tomelloso: Qué ver, qué hacer y dónde comer en la ciudad manchega

Vinos, museos, naturaleza, arquitectura y muy buena gastronomía. Tomelloso tiene mucho que ofrecer.

Redacción21/08/2021

En la hermosa Castilla La Mancha, visitamos la ciudad de Tomelloso. En ella, se encuentra el mayor viñedo del mundo, y el 50% de la superficie de las viñas del país se localizan en este territorio. Presenta una población de 40.000 habitantes y se considera un centro artístico, cultural y enológico. Una excelente opción para visitar este verano.  

Cosas que ver (comer y beber) en Tomelloso 

La ciudad cuenta con lugares muy atractivos para visitar este verano o cuando tengamos tiempo. Además, ofrece la posibilidad de obtener unos determinados bonos (los TuriPack), para disfrutar de la experiencia de diferentes maneras y combinar las visitas con lo mejor de Tomelloso.  

  • Museo de Carro y Aperos de Labranza: es un museo cultural donde se nos permite conocer antiguos utensilios agrícolas y sus costumbres. Empezó a funcionar después de la construcción de un Bombo y se convirtió en la parte principal del museo.  
Museo de Carro y Aperos de Labranza de TomellosoMuseo de Carro y Aperos de Labranza de Tomelloso
  • Bombos de Tomelloso: su construcción tuvo lugar en el siglo XIX para servir de vivienda durante la época de la extensión del cultivo de la uva. La Ruta de los Bombos de Tomelloso, ruta de senderismo, nos permite descubrir viñas, pozos, fauna como conejos o perdices, y, sobre todo, naturaleza. 
La Ruta de los Bombos de Tomelloso.La Ruta de los Bombos de Tomelloso.
  • Enoturismo: el patrimonio vinícola tiene un lugar destacado en esta ciudad. Está integrada dentro de la Ruta del Vino de la Mancha. Presenta medio millón de hectáreas dedicadas al cultivo de la Uva, bajo el control regulador D.O. La Mancha. La bodega de Tomelloso fundada en 1986 podrá ser visitada y también la bodega antigua, situada en el centro de la ciudad.  
Tomelloso cuenta con medio millón de hectáreas dedicadas al cultivo de la UvaTomelloso cuenta con medio millón de hectáreas dedicadas al cultivo de la Uva
  • Museo de Antonio López Torres: este famoso artista dedicó su vida a pintar increíbles paisajes sobre su ciudad manchega. El Ayuntamiento del pueblo elaboró el museo como conmemoración al pintor. 
Museo de Antonio López Torres, en TomellosoMuseo de Antonio López Torres, en Tomelloso
  • Gastronomía: el pueblo cuenta con productos muy destacados tales como el queso manchego, la joya de la tierra. También se recomienda visitar bares y restaurantes para conocer estos productos.
El Queso Manchego, una de las joyas de la gastronomía de Tomelloso.El Queso Manchego, una de las joyas de la gastronomía de Tomelloso.
  • Pizza: imprescindible probar las premiadas pizzas de Jesús Marquina en su restaurante Marquinetti.
Una de las premiadas pizzas que elabora Jesús MarquinaUna de las premiadas pizzas que elabora Jesús Marquina
  • Museo de Arte Contemporáneo de Infanta Elena: fue fundado en 2011 y es considerado uno de los museos más importantes de la comunidad.  
Museo de Arte Contemporáneo de Infanta Elena de TomellosoMuseo de Arte Contemporáneo de Infanta Elena de Tomelloso
  • Posada de los Portales: este hermoso edificio fue declarado Monumento histórico- artístico. Anteriormente tenía una función de albergue de viajeros y caballerías.  
a de los Portales, en Tomellosoa de los Portales, en Tomelloso
  • Las chimeneas de las antiguas Fábricas de Alcohol: están situados en zonas del paisaje urbano de la ciudad. Funcionaban como salida de humo y proporcionaban una temperatura adecuada para el funcionamiento del serpentín de destilación de las aguas alcoholeras.  
Las chimeneas de las antiguas Fábricas de Alcohol de TomellososLas chimeneas de las antiguas Fábricas de Alcohol de Tomellosos
  • Museo y Santuario Virgen de las Viñas: formado por diferentes imágenes y documentos de la Virgen de las Viñas, la patrona del pueblo, que fue escogida en los años cuarenta.  
Museo y Santuario Virgen de las Viñas de TomellosoMuseo y Santuario Virgen de las Viñas de Tomelloso

El cambio climático y el vino

El cambio climático y los vinos

Se habla mucho del cambio climático. Aunque hay muchos datos que confirman esa tendencia, algunos expertos defienden que el clima es cíclico, lo cual supone un problema de adaptación para todas las especies animales y vegetales

Álvaro Comenge08/06/2021

El mundo del vino no es ajeno al cambio climático. Hace más de veinte años, cuando emprendíamos la andadura de Bodegas Comenge, en nuestra región de la Ribera del Duero la vendimia solía ocurrir coincidiendo con el día de la Virgen del Pilar, es decir, a mediados de octubre. En los últimos años, esta fecha se ha venido adelantando, dando lugar a vendimias a mediados y finales de septiembre.

Como resultado del cambio climático, están aumentando las temperaturas medias, disminuyen las precipitaciones y aumentan las tormentas. La consecuencia directa del aumento de temperatura se refleja en las diferencias que esto provoca entre el ritmo de acumulación de los azúcares en la baya y la maduración de sus pepitas y hollejo, o lo que es lo mismo, la maduración fenólica, que determinará la calidad de los taninos y el color del vino. Este es el motivo por el que cada vez encontramos más vinos desequilibrados, faltos de frescura, pesados y alcohólicos, pues cuando la uva alcanza la maduración fenólica adecuada ya la acumulación de azúcares y la degradación de los ácidos ha sido excesiva. Todo ello redunda en que la viña sufre mucho más estrés térmico y, en general, disminuye la calidad global de la cosecha. Este preocupante escenario va en contra de la tendencia actual del consumidor, que busca vinos tintos más frescos.

El cambio climático hace que la viña sufra mucho más estrés térmico y, en general, disminuye la calidad global de la cosechaEl cambio climático hace que la viña sufra mucho más estrés térmico y, en general, disminuye la calidad global de la cosecha

La disminución de las precipitaciones tiene como consecuencias negativas el mayor estrés hídrico de la planta y un menor rendimiento. Como contrapartida, hay un menor riesgo de enfermedades provocadas por la humedad como el oídio o el mildiu.

Las lluvias intensas mencionadas anteriormente provocan mayor erosión en la tierra, pérdida de fertilidad de los suelos agrícolas y daños en la planta cuando es en forma de granizo.

Como arma contra el cambio climático y compromiso para ayudar al planeta, considero que la viticultura ecológica es la manera más honesta de expresar nuestro terruño, además de reducir la emisión de C02 y la huella de carbono. El mantenimiento de cubiertas naturales en el viñedo frena la erosión, mejora la permeabilidad del suelo y su capacidad de retención de agua, además de actuar como sumidero de carbono. La renuncia al empleo de herbicidas incrementa enormemente la vida microbiana, mejorando la fertilidad y por tanto reduciendo los aportes de abono y el gasto energético que esto supone.

Como arma contra el cambio climático la viticultura ecológica es la manera más honesta de expresar nuestro terruñoComo arma contra el cambio climático la viticultura ecológica es la manera más honesta de expresar nuestro terruño

El sector del vino es uno de los más afectados por estos cambios del clima, pues algunas zonas donde el cultivo de la vid ha estado presente a lo largo de los tiempos hoy están gravemente amenazadas. Existen varias líneas de investigación para tratar de mitigar estos efectos, estudiando formas de combatir el cambio climático y lograr esos vinos tintos más frescos. En los últimos tres años (2018-2020) hemos participado intensamente junto con otras bodegas y centros de investigación en el proyecto de Fresh Wines, del que hemos obtenido numerosas conclusiones. De las diferentes líneas de investigación, ha resultado de especial interés el estudio en detalle del microclima de los racimos y su correlación con los diferentes índices de maduración, con objeto de optimizar el manejo de la vegetación. Otro de los enfoques interesantes ha consistido en buscar la manera de acompasar el ritmo de la maduración sacarimétrica (acumulación de azúcares en la baya) y el de la maduración fenólica (pieles y pepitas), empleando para ello tratamientos en viña con preparados de levaduras, capaces de provocar un estímulo positivo en la maduración fenólica de los racimos. Esto nos permite adelantar la fecha de vendimia, manteniendo una mayor acidez natural en las uvas. Finalmente, la línea de investigación más interesante, desde mi punto de vista, ha sido la basada en la búsqueda de levaduras autóctonas que, en su proceso metabólico, además de producir menos de alcohol son capaces de bajar el pH del vino y así compensar de forma natural el déficit de acidez debido al cambio climático.

En conclusión, el cambio climático es un hecho, nos afecta a todos y debemos actuar en la medida de las posibilidades de cada uno para afrontarlo y ayudar a nuestro planeta.

El Placer Inalterable de Marqués del Atrio

El Placer Inalterable de Marqués del Atrio

En el límite entre "La Rioja Baja" y "La Rioja Alta", se sitúan las bodegas Marqués del Atrio. En este 2021, a través de la idea "Placer Inalterable", quiere revindicar la pasión por el vino como un placer en sí mismo.

Con Mucha Gula19/05/2021

Situadas en un lugar privilegiado de La Rioja, las bodegas Marqués del Atrio llevan produciendo vinos desde hace más de 100 años. Jesús Rivero, miembro de la cuarta generación de una familia dedicada a la viticultura, quiso ir un paso más allá en la elaboración de vinos y se propuso crear un producto con la máxima calidad, que además representara la esencia del lugar donde se ubican las instalaciones y los viñedos. Esto es ahora una realizad, Rivero se encuentra al frente del grupo bodeguero Marqués del Atrio que cuenta con la bodega Marqués del Atrio y la bodega Faustino Rivera Ulecia.  

Las bodegas de Marqués del Atrio se sitúan en el municipio de Mendavia, pleno epicentro de la D.O Ca Rioja.Las bodegas de Marqués del Atrio se sitúan en el municipio de Mendavia, pleno epicentro de la D.O Ca Rioja.

«Placer Inalterable», mucho más que un lema

En este 2021 Marqués del Atrio ha renovado la imagen de su marca, lanzando al mercado el concepto “Placer Inalterable”. Placer inalterable hace referencia al conjunto de sensaciones que una persona obtiene al saborear una buena copa de vino, simplificadas todas en el “placer” por sí mismo. Desde las bodegas apuestan a que no hay un momento único para disfrutar del vino, sino que en todos los momentos son buenos para hacerlo y como protagonista, no como un mero acompañante de otra actividad.

Sentarse a disfrutar un buen vino recién servido, ir a tu bar de confianza para degustar un trago, adquirir una botella en el supermercado para disfrutarla en casa es Placer Inalterable, placer y pasión por el vino.

La materia prima

Los vinos de Marqués del Atrio llevan el sello de la climatología propia de la zona donde se asientan sus viñedos. En todo ellos se aprecia el Terroir, el conjunto de características del suelo, las temperaturas y la pluviometría que envuelven el entorno y gracias a los que se consiguen unos vinos tan especiales, únicos y elegantes. Todo ello sumado al buen hacer de la familia Rivero que año tras año se reinventa y trabaja para que sus vinos estén en el pódium de la D.O Ca Rioja.

Los cultivos de Marqués del Atrio se ubican en terrenos con mucha presencia de piedra calcárea.Los cultivos de Marqués del Atrio se ubican en terrenos con mucha presencia de piedra calcárea.

Los Viñedos de Marqués del Atrio rondan los 50 años de media y se caracterizan por asentarse en suelos de ladera, pobres y pedregosos de canto rodado como resultado del depósito sedimentario del río Ebro que baña el paraje. Llama la atención la gran presencia de piedra calcárea, lo que aporta a la uva y al mosto gran cantidad de minerales y permite abordar vinos muy expresivos.  

Destaca de su producción vinícola el tinto Marqués del Atrio Crianza, elaborado con las variedades de uva Tempranillo y Graciano y con un envejecimiento de entre 12 y 14 meses en barrica de roble americano y francés. Se trata de un vino con mucho cuerpo, muy redondeado, ideal para marinar con quesos semicurados y carnes rojas. Cabe destacar que en este 2021, por quinto año consecutivo, Marqués del Atrio Crianza continúa siendo el único vino oficial de La Liga Santander, la competición de futbol más importante de España y una de las más destacadas de Europa.

Marqués del Atrio Crianza presume de ser uno de los mejores vinos de la bodega, además de ser el vino de "La Liga". Marqués del Atrio Crianza presume de ser uno de los mejores vinos de la bodega, además de ser el vino de "La Liga".

La filosofía de la bodega

La constante búsqueda de la innovación del grupo vinícola liderado por Jesús Rivero ha permitido alzarse como uno de los mejores vinos de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Llevan años dedicándose al estudio de los suelos, las diferentes parcelas, la elaboración y crianza de los vinos y la observación de la uva para dictaminar cuales son apropiadas y cuales no para sus vinos. Todo ello al mismo tiempo que incluían en su bodega la tecnología más avanzada del mundo vinícola.

Además de estar bajo la D.O Ca Rioja el grupo bodeguero también posee vinos en las D.O más importantes de este país como Ribera de Duero, Rías Baixas, o Utiel-Requena.

¿Qué hace una bodega en invierno?

¿Qué hace una bodega en invierno?

¿Sabes a qué se dedican las bodegas y los bodegueros durante el invierno?

Alvaro Comenge21/03/2021

Todos tenemos en mente imágenes de la época ajetreada de vendimia, unas pocas semanas de trabajo frenético, con multitud de personas de un lado para otro, gente vendimiando, ya sea a máquina o a mano, kilos y kilos de uva siendo transportadas de los viñedos a la bodega, ya sea en cajas o en grandes remolques, depósitos llenándose, fermentaciones comenzando… pero, ¿qué hacen las bodegas el resto del año?

Pues el resto del año, se desarrollan multitud de actividades, tanto en la bodega como en el viñedo. En este artículo resumo algunas de las principales. En lo referente a la bodega, una vez introducida la uva, vienen infinidad de tareas como los remontados que consisten en sacar el vino por la parte baja del depósito y volver a introducirlo por la parte superior para remojar el sombrero, que es la capa de hollejos o pieles que se quedan flotando en la parte superior del depósito.

Te has preguntado alguna vez ¿Qué hace una bodega durante el invierno?Te has preguntado alguna vez ¿Qué hace una bodega durante el invierno?

Hay que hacer descubes, que es trasladar el vino que ya ha realizado la fermentación alcohólica a otro depósito para separarlo de sus hollejos. Hay que hacer trasiegos, que consiste en cambiar el vino de recipiente, de la barrica al depósito, por ejemplo, para limpiar las materias sólidas que se han ido precipitando. Durante esos meses que no son de vendimia, también se producen las fermentaciones malolácticas, aquellos vinos que la hagan, que no son todos; es época también de clarificaciones de los vinos blancos, rosados y jóvenes, proceso mediante el cual el vino quedará limpio y brillante; de filtrados, para evitar que los microorganismos propios del vino permanezcan en él una vez embotellado y, por supuesto, de embotellado y etiquetado. También es muy importante aprovechar para limpiar en profundidad todas las mesas de selección, depósitos, prensa, mangueras, cajas de vendimia y un largo etcétera, para buscar la máxima asepsia posible y evitar ataques indeseados de bacterias.

En lo referente a la bodega, una vez introducida la uva, vienen infinidad de tareas a realizar.En lo referente a la bodega, una vez introducida la uva, vienen infinidad de tareas a realizar.

En lo que respecta al campo, hay mucho trabajo que realizar para preparar el viñedo para la nueva añada. Es muy importante la limpieza de la viña para evitar enfermedades como los hongos. También es momento de ajustar los alambres de las espalderas y arreglar cualquier daño que haya podido sufrir la espaldera.

En lo que respecta al campo, hay mucho trabajo que realizar para preparar el viñedo para la nueva añadaEn lo que respecta al campo, hay mucho trabajo que realizar para preparar el viñedo para la nueva añada

Durante el invierno, época de reposo vegetativo de la vid, la savia deja de circular por la cepa, por lo que se aprovecha para realizar la poda que consiste en la retirada de los pámpanos o ramas de la añada anterior. Se trata de una tarea complicada que afecta a cómo se desarrollará la posterior brotación en primavera. Una mala poda puede arruinar la cosecha venidera y también la de los años sucesivos. También es momento de abonar las tierras. En el caso de Bodegas Comenge, al estar certificada como ecológica, esto se realiza con abono orgánico natural a partir de estiércoles de origen animal que tras su descomposición y mineralización servirá para reponer elementos como el potasio, fósforo o nitrógeno. Avanzando la primavera, hay otras labores como la poda en verde, para retirar cualquier exceso de pámpanos por planta. Y llegando al verano, en función de las condiciones climatológicas, es posible que haya que realizar clareos de racimos, es decir, suprimir algunos racimos para que los que permanecen puedan madurar bien y alcanzar una concentración óptima.

En conclusión, la actividad de cualquier bodega no se reduce al momento de la cosecha y fermentación, hay mucho trabajo, entrega, esfuerzo, pasión y amor detrás de cada botella de vino que sale al mercado.

Alvaro Comenge,  Director Comercial de Bodegas Comenge