Cuando recorres la estrecha calle Bencomo, en la localidad tinerfeña de Puerto de la Cruz, y encuentras la pequeña puerta que anuncia el restaurante Brunelli´s Steakhouse, ni en cien intentos adivinarías lo que se encuentra al otro lado. Como uno de esos relatos en dónde se tras una humilde entrada se accede a un imponente universo, al traspasar la puerta de Brunelli´s nos ciega la claridad de un paisaje espectacular. Poco a poco, cuando nuestros ojos se van acostumbrando, empezamos a ver la cocina abierta, la cámara de carnes en maduración, la bodega, la elegante y estudiada sala y como no, el origen de la luz: la impresionante ventana abierta al Atlántico y desde la que podemos contemplar unas vistas inigualables. Inevitable protagonista del restaurante.
El restaurante Brunelli´s Steakhouse es un templo en Tenerife para los amantes de la buena carneLa carne, la otra protagonista de Brunelli´s Steakhouse
Además de la ventana, la otra gran protagonista del restaurante es la carne. Lo avisan sus cámaras de maduración y lo confirma su espectacular horno Southbend, el único que se encuentra de este tipo en todas las islas Canarias y que consigue que durante el proceso de asado, alcance una temperatura de 800º, algo que hace que el poro de la carne se cierre y retenga todo su jugo y su sabor. Esto junto con una selección de carnes nacionales e internacionales de mucho nivel, una maduración acertada y una muy buena ejecución en el cocinado sitúan a Brunelli´s en el Olimpo de los restaurantes carnívoros nacionales.
El horno Southbend del restaurante Brunelli´s SteakhouseAdemás de la carne, ofrecen siempre un pescado fresco al día y una selección de buenos entrantes entre los que destacamos un logradísimo chorizo elaborado con carne de vacuno y unas interesantes croquetas de cheddar y jalapeño.
El restaurante, al igual que el Hotel Botánico & The Oriental Spa Garden, forma parte del grupo Loro parque, y ofrece visitas que incluyen entrada al parque y menú en Brunelli´s.
Croquetas de Cheedar y JalapeñoBrunelli´s Steakhouse es un restaurante de visita obligada si pasas unos días por el norte de Tenerife y tienes alma carnívora. Eso sí, si quieres una de las mesas de al lado de la ventana reserva con un par de días de antelación.
