La gastronomía en el Camino de Santiago es una experiencia única que combina la tradición culinaria de cada región con la aventura y la emoción del camino. Durante el camino, los peregrinos pueden degustar platos típicos de cada región, como el cocido maragato en León, la empanada gallega en Galicia, la fabada asturiana en Asturias o el chuletón en el País Vasco. Además, en cada parada del camino, se pueden disfrutar los productos locales, como el vino de Rioja, el queso de Idiazabal o los pimientos del Bierzo.
El Camino de Santiago también cuenta con una amplia variedad de restaurantes y bares que ofrecen menús del peregrino, y que incluyen platos típicos de la zona, así como opciones vegetarianas y veganas para aquellos que prefieren una dieta más saludable.
Postres del Camino
Y sin lugar a dudas, los postres ocupan un lugar protagonista en esta gastronomía peregrina. Y pocas voces más autorizadas en esta materia que María Luisa Candedo. Gallega de corazón, acaba de publicar un libro llamado «Postres del Camino. Galicia Dulce».
«No hubo un momento preciso en que surgiera la idea del libro», comenta María Luisa. Simplemente llegó un momento en el que se vio con tantas recetas tradicionales gallegas, de tantas localidades, que se puso a investigar las diferencias que había de preparación del mismo postre de un sitio a otro. «Esto no surgió como un libro comercial, tenía tanta información que mi cerebro dijo: oye, ¿por qué no organizas esto en un libro? Es por diversión, porque la repostería es como hacer manualidades que se comen».

Tejas del almendra, el favorito de la autora
«Quedarme solo con un postre es muy complicado», confiesa la autora. Cuenta que sus favoritos son los de maíz, y que a ella personalmente el tocino del cielo no le «atrae mucho». Aunque a la hora de decidirse, se decanta por las tejas.
Las tejas de almendra son un postre típico de Galicia que se caracterizan por ser unas galletas crujientes y delgadas, con un sabor exquisito a almendra. La receta que aparece en el libro es muy sencilla. Los ingredientes principales son almendras molidas, azúcar, harina, mantequilla y huevo. Se mezclan todos los ingredientes, y luego se hornean durante unos minutos a una temperatura de 180 grados hasta que estén doradas y crujientes.
La elaboración es una tradición gallega que ha pasado de generación en generación. En las festividades religiosas, como la celebración del Día de Todos los Santos o la Semana Santa, las tejas de almendra son una de las delicias culinarias que no pueden faltar en la mesa de los gallegos.
Las tejas de almendra son un postre muy versátil, y se pueden presentar de muchas formas diferentes. Algunas personas las sirven acompañadas de una bola de helado de vainilla o un toque de crema pastelera, mientras que otras las espolvorean con un poco de azúcar glas para un extra de dulzor.

Papanduxas, el postre más saludable del Camino de Santiago
Las manzanas asadas gallegas, regionalmente conocidas como «Papanduxas» son una deliciosa y popular receta de esta zona norte de España. Este postre es muy sencillo de preparar y se ha convertido en una alternativa de lo más saludable para poder disfrutar del dulce «sin culpa», como dice la autora.
Para preparar este postre, se necesitan manzanas, preferiblemente de las variedades Repinaldo, Camoesa u Ollo Mouro, especifica María Luisa. Esta preferencia es porque son las que mejor se adaptan a la cocción y mantienen su forma y textura. También se necesitan algunos ingredientes adicionales como azúcar, canela, mantequilla y agua para lavar las frutas.
La preparación de las manzanas asadas gallegas es muy fácil. Primero, se lavan y se les quita el corazón a las manzanas, dejando una cavidad en su centro donde se colocará una mezcla de mantequilla, azúcar y canela. Después, se coloca cada manzana en una fuente de horno y se hornea durante unos 15 minutos.
El resultado son unas manzanas asadas suaves y aromáticas, con un sabor dulce y ligeramente especiado gracias a la canela. Este postre es ideal para disfrutar en cualquier época del año, pero especialmente en otoño, cuando las manzanas están en temporada y son más sabrosas. También se pueden disfrutar como parte de un desayuno saludable, como un snack entre comidas o como postre después de una cena especial.

La tarta de Santiago, la estrella del Camino de Santiago
La tarta de Santiago es un postre tradicional gallego que se remonta al siglo XVI. Se trata de una deliciosa tarta de almendras que se hace con ingredientes simples pero que ofrece un sabor muy reconocible. «Además del excelente sabor que tiene, es un postre sano dentro de lo que cabe. No lleva harina, es huevos, almendra y azúcar», cuenta Candedo.
Se caracteriza por ser una tarta plana de color dorado, decorada con azúcar glas y una cruz de Santiago en la parte superior. Su textura es suave y húmeda, con un sabor a almendras muy pronunciado. La tarta se puede encontrar en la mayoría de los lugares de Galicia, pero también se ha convertido en un postre popular en toda España. «Yo creo que es muy reconocida por lo que se conoce de Santiago. Es una localidad, que a nivel nacional, se ve con cierto cariño. Y además, es un postre muy bonito», confiesa la autora.

Los mejores postres, dependiendo del camino de Santiago
Precisamente el libro está estructurado por las principales rutas del Camino de Santiago. Es complicado elegir cuál es el camino más rico, gastronómicamente hablando. Encuentras localidades que a lo mejor tienen cinco o seis siete postres, y alguna etapa de algún camino, que no tiene ninguna. Pero lo que podemos decir con seguridad es que el camino francés es el más largo, por lo tanto, hay más posibilidades.
Camino Francés
- Crema de almendras: se hace con una base de crema pastelera y se mezcla con almendras molidas para crear una textura cremosa y un sabor dulce y delicioso.
- Filloas: crepes de harina de trigo y leche que se pueden rellenar con dulce de leche o mermelada.
Camino del Norte
- Arroz con leche: postre cremoso a base de arroz, leche y azúcar.
- Pantortilla: pastel de queso y nueces típico de Cantabria.
Camino Portugués
- Pastel de Belém: un pastel de nata portugués con una base de hojaldre y un relleno cremoso de huevo y leche.
- Queijadas: pequeños pasteles de queso dulce típicos de Portugal.
Camino Primitivo
- Frixuelos: crepes típicos de Asturias, rellenos con crema de avellanas, mermelada o chocolate.
- Carbayones: pastel relleno de almendra, azúcar y huevos.
Camino Inglés
- Rosquillas de Silleda: dulces típicos gallegos hechos con huevos, azúcar, aceite de oliva y anís.
- Torta de Betanzos: pastel de hojaldre relleno con almendra.