Los Postres imprescindibles en el Camino De Santiago

Los Postres imprescindibles en el Camino De Santiago

La gastronomía en el Camino de Santiago combina la riqueza culinaria de diferentes regiones de España con la tradición y la historia de este camino milenario.

Cristina Tejerina20/04/2023

La gastronomía en el Camino de Santiago es una experiencia única que combina la tradición culinaria de cada región con la aventura y la emoción del camino. Durante el camino, los peregrinos pueden degustar platos típicos de cada región, como el cocido maragato en León, la empanada gallega en Galicia, la fabada asturiana en Asturias o el chuletón en el País Vasco. Además, en cada parada del camino, se pueden disfrutar los productos locales, como el vino de Rioja, el queso de Idiazabal o los pimientos del Bierzo.

El Camino de Santiago también cuenta con una amplia variedad de restaurantes y bares que ofrecen menús del peregrino, y que incluyen platos típicos de la zona, así como opciones vegetarianas y veganas para aquellos que prefieren una dieta más saludable.

Postres del Camino

Y sin lugar a dudas, los postres ocupan un lugar protagonista en esta gastronomía peregrina. Y pocas voces más autorizadas en esta materia que María Luisa Candedo. Gallega de corazón, acaba de publicar un libro llamado «Postres del Camino. Galicia Dulce».

«No hubo un momento preciso en que surgiera la idea del libro», comenta María Luisa. Simplemente llegó un momento en el que se vio con tantas recetas tradicionales gallegas, de tantas localidades, que se puso a investigar las diferencias que había de preparación del mismo postre de un sitio a otro. «Esto no surgió como un libro comercial, tenía tanta información que mi cerebro dijo: oye, ¿por qué no organizas esto en un libro? Es por diversión, porque la repostería es como hacer manualidades que se comen».

Los Postres imprescindibles en el Camino De Santiago

Tejas del almendra, el favorito de la autora

«Quedarme solo con un postre es muy complicado», confiesa la autora. Cuenta que sus favoritos son los de maíz, y que a ella personalmente el tocino del cielo no le «atrae mucho». Aunque a la hora de decidirse, se decanta por las tejas.

Las tejas de almendra son un postre típico de Galicia que se caracterizan por ser unas galletas crujientes y delgadas, con un sabor exquisito a almendra. La receta que aparece en el libro es muy sencilla. Los ingredientes principales son almendras molidas, azúcar, harina, mantequilla y huevo. Se mezclan todos los ingredientes, y luego se hornean durante unos minutos a una temperatura de 180 grados hasta que estén doradas y crujientes.

La elaboración es una tradición gallega que ha pasado de generación en generación. En las festividades religiosas, como la celebración del Día de Todos los Santos o la Semana Santa, las tejas de almendra son una de las delicias culinarias que no pueden faltar en la mesa de los gallegos.

Las tejas de almendra son un postre muy versátil, y se pueden presentar de muchas formas diferentes. Algunas personas las sirven acompañadas de una bola de helado de vainilla o un toque de crema pastelera, mientras que otras las espolvorean con un poco de azúcar glas para un extra de dulzor.

Tejas de almendra que aparecen en libro "Postres del Camino. Galicia Dulce".

Papanduxas, el postre más saludable del Camino de Santiago

Las manzanas asadas gallegas, regionalmente conocidas como «Papanduxas» son una deliciosa y popular receta de esta zona norte de España. Este postre es muy sencillo de preparar y se ha convertido en una alternativa de lo más saludable para poder disfrutar del dulce «sin culpa», como dice la autora.

Para preparar este postre, se necesitan manzanas, preferiblemente de las variedades Repinaldo, Camoesa u Ollo Mouro, especifica María Luisa. Esta preferencia es porque son las que mejor se adaptan a la cocción y mantienen su forma y textura. También se necesitan algunos ingredientes adicionales como azúcar, canela, mantequilla y agua para lavar las frutas.

La preparación de las manzanas asadas gallegas es muy fácil. Primero, se lavan y se les quita el corazón a las manzanas, dejando una cavidad en su centro donde se colocará una mezcla de mantequilla, azúcar y canela. Después, se coloca cada manzana en una fuente de horno y se hornea durante unos 15 minutos.

El resultado son unas manzanas asadas suaves y aromáticas, con un sabor dulce y ligeramente especiado gracias a la canela. Este postre es ideal para disfrutar en cualquier época del año, pero especialmente en otoño, cuando las manzanas están en temporada y son más sabrosas. También se pueden disfrutar como parte de un desayuno saludable, como un snack entre comidas o como postre después de una cena especial.

Es uno de los postres más sanos del Camino

La tarta de Santiago, la estrella del Camino de Santiago

La tarta de Santiago es un postre tradicional gallego que se remonta al siglo XVI. Se trata de una deliciosa tarta de almendras que se hace con ingredientes simples pero que ofrece un sabor muy reconocible. «Además del excelente sabor que tiene, es un postre sano dentro de lo que cabe. No lleva harina, es huevos, almendra y azúcar», cuenta Candedo.

Se caracteriza por ser una tarta plana de color dorado, decorada con azúcar glas y una cruz de Santiago en la parte superior. Su textura es suave y húmeda, con un sabor a almendras muy pronunciado. La tarta se puede encontrar en la mayoría de los lugares de Galicia, pero también se ha convertido en un postre popular en toda España. «Yo creo que es muy reconocida por lo que se conoce de Santiago. Es una localidad, que a nivel nacional, se ve con cierto cariño. Y además, es un postre muy bonito», confiesa la autora.

Libro "Postres del Camino. Galicia Dulce" de Maria Luisa Candedo Remis

Los mejores postres, dependiendo del camino de Santiago

Precisamente el libro está estructurado por las principales rutas del Camino de Santiago. Es complicado elegir cuál es el camino más rico, gastronómicamente hablando. Encuentras localidades que a lo mejor tienen cinco o seis siete postres, y alguna etapa de algún camino, que no tiene ninguna. Pero lo que podemos decir con seguridad es que el camino francés es el más largo, por lo tanto, hay más posibilidades. 

Camino Francés

  • Crema de almendras: se hace con una base de crema pastelera y se mezcla con almendras molidas para crear una textura cremosa y un sabor dulce y delicioso.
  • Filloas: crepes de harina de trigo y leche que se pueden rellenar con dulce de leche o mermelada.

Camino del Norte

  • Arroz con leche: postre cremoso a base de arroz, leche y azúcar.
  • Pantortilla: pastel de queso y nueces típico de Cantabria.

Camino Portugués

  • Pastel de Belém: un pastel de nata portugués con una base de hojaldre y un relleno cremoso de huevo y leche.
  • Queijadas: pequeños pasteles de queso dulce típicos de Portugal.

Camino Primitivo

  • Frixuelos: crepes típicos de Asturias, rellenos con crema de avellanas, mermelada o chocolate.
  • Carbayones: pastel relleno de almendra, azúcar y huevos.

Camino Inglés

  • Rosquillas de Silleda: dulces típicos gallegos hechos con huevos, azúcar, aceite de oliva y anís.
  • Torta de Betanzos: pastel de hojaldre relleno con almendra.

Camino de Santiago por Asturias: saca el peregrino que llevas dentro

Estamos en pleno Año Jacobeo y por el Principado discurre el Camino de Santiago, por la costa y el interior. En cada etapa nos esperan mil y una sorpresas y un peregrinaje gastronómico con parada en las mejores mesas.

Alicia Hernández01/06/2021

El Camino Primitivo, el de la Costa y el del Salvador. Tres rutas recorren las tierras del Principado con una única meta: llegar a Santiago de Compostela. Y cada peregrino elige el Camino que más le agrada. Por los 270 km que surcan la costa asturiana, de punta a punta, o adentrándose en montes y valles de un intenso verdor, atravesando puentes y ríos salmoneros. El paso por Oviedo/Uviéu es obligado. Y las paradas para disfrutar de la buena mesa y echar un culín de sidra, la mejor recompensa. Nos calzamos las botas… ¡y echamos a andar!

El peregrino cuenta con su estatua monumento en Tinéu. ©Jesús Alfaro.

DOS AÑOS SANTOS

Sí, porque aunque estemos en plena celebración del Año Santo Compostelano, concretamente en el número 120 de la Historia, debido a la pandemia este Año Santo 2021 se prolongará durante todo el 2022. El Camino más famoso y transitado es el Camino Francés que discurre por Navarra, La Rioja y Castilla y León, pero Asturias cuenta con dos Caminos que atraviesan el Principado y en los que los peregrinos van a encontrar grandes atractivos, lugares y momentos inolvidables.

Berducedo, final del Camino Primitivo. ©Manuel S. Calvo.

Hablamos de los llamados Caminos de Santiago del Norte, que en 2015 fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En Asturias hay dos rutas: el Camino Primitivo y el Camino de la Costa. Aunque podría hablarse de una tercera ruta, la del Salvador, el ramal que parte de la puerta de la catedral de San Salvador, en Oviedo/Uviéu, el que elegían los peregrinos que seguían el Camino Francés pero optaban por desviarse hasta la capital asturiana a la altura de León. En total, Asturias suma más de 523 kilómetros de ruta jacobea por los distintos Caminos.

EL CAMINO DE SANTIAGO NACIÓ EN ASTURIAS

Resulta curioso conocer que el origen del Camino de Santiago está en Asturias. Y la razón es que el primer peregrino salió de aquí. Fue el rey asturiano, Alfonso II el Casto quien tras recibir la noticia de que un ermitaño había encontrado unas luces estelares que señalaban el sepulcro del apóstol Santiago en el confín más occidental del Reino de Asturias, puso rumbo hacia aquel lugar, partiendo desde Oviedo/Uviéu con todo su séquito. Allí mandó levantar un templete funerario, en el ‘campus stellae’ que más tarde se convertiría en Compostela. Este hallazgo llegaba en el momento más oportuno y el rey consiguió afianzar la guerra de la Reconquista.

La talla de San Salvador es venerada por los peregrinos que visitan la Catedral de Oviedo/Uviéu. ©Jesús Alfaro.

Leyenda o realidad, esa fue la primera ruta jacobea de la que se tiene noticia en la Historia, y ese recorrido conforma lo que conocemos hoy como Camino Primitivo que discurre por 148,6 kilómetros. Y como repite el dicho popular: «quien va a Santiago y no a San Salvador (la Catedral de Oviedo/Uviéu), visita al criado pero no al señor». El Camino Primitivo nace a las puertas de la catedral de Oviedo/Uviéu, un templo de planta gótica que destaca en su exterior por su elegante y única torre y dentro atesora la Cámara Santa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde se conservan las cruces de la Victoria y de los Ángeles, auténticos emblemas del Principado y de la ciudad que aparecen en sus escudos, y también el Arca Santa, donde se custodiaban numerosas reliquias entre las que destaca el sudario de Jesucristo y que han atraído a los peregrinos a lo largo de la Historia. En una hornacina verás una de las ánforas que, según cuentan, contenía el agua que Jesús convirtió en vino en las Bodas de Caná. Y en el lado sur, los peregrinos se acercan hasta la talla del Salvador y dar así por iniciado su Camino.

SALAS, TINÉU Y LOS ANTIGUOS HOSPITALES

El itinerario se distribuye en siete etapas que cuentan con albergues y todos los servicios que puede necesitar el peregrino. En Grau/Grado hay que visitar la capilla de los Dolores que esconde un arte churrigueresco inesperado. Pasar entre palacios, como el de los Miranda-Valdecarzana, y la muralla medieval, que luce esplendorosa. El día más festivo es el domingo cuando se celebra el animado y concurrido mercado. Por eso, los lunes son en Grau/Grado el día de descanso. La siguiente etapa une las villas de Salas y Tinéu, que precisan de tiempo para conocerlas.

La torre medieval de Salas, una de las más bellas localidades medievales de Asturias. ©Paco Currás.

El casco medieval de Salas es espectacular, uno de los mejores conservados de Asturias. La Colegiata de Santa María la Mayor, del siglo XVI, acoge en su interior el Mausoleo de D. Fernando Valdés-Salas, el personaje más notable de la villa, inquisidor y fundador de la Universidad de Oviedo. La Torre Medieval (s.XIV) alberga el Museo Prerrománico de Asturias y conserva las mazmorras y otros detalles que te trasladarán a la Edad Media. Pegado a la torre se alza el Palacio Valdés-Salas (s. XVI), hoy convertido en un hotel que acoge visitantes y peregrinos. En las pastelerías encontrarás el dulce más popular de Salas, los Carajitos del Profesor, unas ricas pastas de avellana que inventó un profesor llamado Pepín a principios del siglo pasado. Aprovecha también para probar los quesos de afuega’l pitu que se hacen en este concejo. Al salir de Salas, es muy recomendable desviarse un poco del camino para llegar a un lugar mágico, la cascada del río Nonaya, porque según cuenta la leyenda allí los mozos pueden llegar a ver a la xana del Nonaya y hasta a escuchar su canto.

Desvío hacia la cascada del río Nonaya. ©Juanjo Arrojo.

Tinéu es una de las localidades más pobladas de Asturias y declarada Conjunto Histórico. Posee una de las joyas del Camino Primitivo: el Monasterio de Obona, en un enclave recogido de la ruta Jacobea (hay que desviarse unos 400 metros de la ruta), ideal para descansar y meditar. Pero si hay algo que le ha dado fama gastronómica a esta villa es el Chosco de Tinéu. Tienes que probarlo. Se trata de un embutido de forma redondeada, curado y ahumado, que se elabora con carne de cerdo, cuenta con Indicación Geográfica Protegida (IGP) y su propio Festival en el mes de agosto.

El Monasterio de Obona, una de las paradas claves del Camino Primitivo. ©Juan de Turi.

En la cuarta etapa, el Camino puede continuar hasta Pola de Allande o tomar la variante de Hospitales que cuenta con cinco antiguos hospitales de peregrinos y se considera el recorrido original, tomando el sendero desde Salas hasta Bourres. Esta opción requiere de buena forma física porque hay tramos de mayor pendiente y dificultad. El Camino se une de nuevo en Montefurado, un enclave singular que debe su nombre a las explotaciones de oro que abrieron los romanos en estos parajes, y termina en Berducedo. El paso a tierras a gallegas se hace por el Puerto del Acebo.

EL CAMINO DE LA COSTA

El arenal de San Martín, en Llanes, comprende la playa de este nombre y la playa de Portiello, unidas en bajamar. ©Gonzalo Azumendi.

Bordeando el Cantábrico, los peregrinos llevan siglos caminando por la costa asturiana con la mirada puesta en Santiago de Compostela pero sin perder detalle de las maravillas naturales que los rodean a cada paso. El Camino de la Costa, que forma parte del Camino del Norte, discurre de este a oeste entre la ría de Tina Mayor y la ría del Eo y recorre más de 282 kilómetros y 21 concejos en un total de 13 etapas.

LLANES Y RIBADESELLA/RIBESEYA

Todo el concejo de Llanes es paso de la ruta Jacobea. Su capital, la villa marinera de Llanes, declarada Conjunto Histórico-Artístico, está bordeada por una muralla del siglo XIII y cargada de hermosos palacios y casonas. Es tan fotogénica que allí se han rodado conocidas películas, como El Horfanato o La Señora, y hay una ruta turística que las recuerda. La encontrarás llena de ambiente y con una buena oferta de restaurantes donde empezar a disfrutar de lo mejor del mar. No dejes de acercarte hasta el puerto con el original rompeolas decorado con los Cubos de la Memoria, del artista Agustín Ibarrola.

La iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, en Niembru (Llanes). ©Pelayo Lacazette.

Siguiendo el litoral, peregrinos y surfistas ávidos de buenas olas comparten camino entre hermosos arenales y estampas tan pintorescas como la ensenada de Niembru, en la que impresiona ver su iglesia y su pequeño cementerio reflejándose en la ría, y un poco más adelante, en Celoriu, la iglesia del monasterio casi desaparece bajo la olas cuando sube la marea. En Pría vamos a contemplar un auténtico espectáculo natural, el que ofrecen los bufones, orificios verticales que en días de marea alta expulsan chorros de agua de mar con una fuerza y sonido sobrecogedores. Llegamos a Ribadesella/Ribeseya, otra hermosa villa marinera atravesada por el Camino de la Costa. En su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, se monta cada miércoles uno de los mercados más antiguos del Principado de Asturias. En un escenario único se venden fabes, quesos, nueces, pantrucos y harina de maíz para hacer los famosos tortos fritos. Otra parada imprescindible es la cueva de Tito Bustillo, con unas pinturas rupestres del Paleolítico que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad.

POR GIJÓN/XIXÓN Y AVILÉS

Pescados y mariscos frescos acompañados de sidra, la mejor compañía para el Camino de la Costa. ©Xurde Margaride.

Tras pasar por Villaviciosa, y prestarle atención a la iglesia románica de Santa María de la Oliva y a la casa donde pernoctó Carlos V tras desembarcar en Tazones, se llega a la Asturias central, con dos grandes ciudades en mitad del Camino de la Costa: Gijón/Xixón y Avilés. Las playas de San Lorenzo y Poniente dibujan el perfil de Gijón/Xixón, y el barrio marinero de Cimavilla se convierte en el lugar más apropiado para salir a tomar unas tapas y unos ‘culines’ de sidra. En la plaza Mayor está La Galana, siempre con buen ambiente; el Lavaderu, en la plaza del Periodista Arturo Arias; y en la famosa Cuesta del Cholo, la más fotografiada, el Mercante, con tapas y menú del día, y el Planeta, con buenos mariscos y pescados, son siempre un buen plan.

La calle Rivero tiene cinco siglos de historia y es el paso obligado de los peregrinos por Avilés. ©Mampiris.

Avilés es una agradable sorpresa, con sus iglesias de San Francisco y San Nicolás de Bari, el palacio de Camposagrado, la pintoresca calle de Galiana bien cubierta por soportales y llena de bares por los que salir de sidras sin que la lluvia sea un impedimento. La calle Rivero es una de las más antiguas de Avilés, es paso del Camino, conserva su antiguo Hospital de Peregrinos y en los restaurantes los caminantes encontrarán menús con precios especiales. No nos resistimos a probar aquí algunos de los dulces más típicos que cuentan con su propia ruta: el Mantecado de Avilés, protagonista de la fiesta más querida para los avilesinos, los Carajitos, las Marañuelas, las Marialuisas… Junto a su cara medieval, el vanguardista Centro Niemeyer se ha convertido en todo un icono para Avilés.

LA COSTA DE OCCIDENTE

La playa de Penarronda está situada entre los concejos de Castropol y Tapia y es un Monumento Natural. ©Gonzalo Azumendi.

Entramos ahora en el tramo oriental del Camino costero desde Sotu’l Barco y Muros. Aunque el Camino no pase por Cudillero, el desvío merece la pena. La ruta continúa por Soto de Luiña, con su elegante iglesia barroca de Santa María. En Cadavéu se conserva la casa donde vivió el padre de las letras asturianas, el padre Galo, y llegamos a L.luarca, una hermosa villa marinera que invita a los visitantes a conocer uno de sus atractivos más especiales: el cementerio. Y es que cuenta con un campo santo marino, en la zona más alta, con unas vistas soberbias sobre el Cantábrico. Allí se encuentra la tumba del Premio Nobel Severo Ochoa. Mucho más pequeño y acogedor resulta el coqueto puerto pesquero y el pueblo de El Porto/Viavélez, conocido porque allí nació la novelista Corín Tellado que tiene en su haber el hito de ser la escritora más leída en lengua castellana después de Cervantes, ¡ahí es nada! Los peregrinos pueden tomarse un descanso y alguna tapa marinera en la taberna del puerto. Llegamos ya al final del Camino que abandona Asturias en Abres, tras pasar por A Veiga/Vegadeo, donde los peregrinos encuentran claras huellas de la ruta jacobea, como la Cruz de Paramios, en Monticelo, el típico crucero pensado para el reposo y el rezo.

Descubre las mejores paradas y tascas del Camino de Santiago a su paso por Galicia

Te presentamos algunas de las propuestas gastronómicas más interesantes del Camino de Santiago a su paso por tierras gallegas. Déjate seducir por su exquisita cocina

Con Mucha Gula12/12/2020

Poco más de 100 kilómetros separan al peregrino de su meta cuando entra por alguna de las rutas jacobeas en Galicia. Para los amantes del buen comer, un tramo del camino por Galicia puede ser la excusa perfecta para degustar una de las mejores gastronomías de nuestro país.

Para esta tarea hay que ponernos a caminar desde algún punto del Camino de Santiago, ya que habrá que rebajar el buen comer con el buen vivir del Camino. Para ayudarnos en esta ardua tarea, podemos tener en cuenta a nuestros amigos de Viajes Camino de Santiago, que ya saben un truquito o dos sobre esto del caminar.

Melide

Melide, A Coruña. Fotografía © Turismo de Santiago

Melide es un pueblo del interior de la provincia de A Coruña ubicado en pleno camino Francés. Se encuentra a medio camino entre Palas de Rei y Arzúa. Para algunos es un alto en el camino y para otros pueblo fin de etapa. El plato estrella de Melide es el “pulpo á feira”. ¿Pulpo en un pueblo de interior? así es, has leído bien. Un detalle curioso de la cocina gallega es que los dos lugares más afamados de la comunidad para comer pulpo se encuentran en el interior. Uno de estos lugares es O Carballiño, en la provincia de Ourense, y otro Melide. Son lugares de gran tradición pulpeira, donde existen familias que llevan preparando este delicioso manjar durante muchos años, pasando los trucos y recetas del saber hacer de generación en generación.

El plato estrella de Melide es el “pulpo á feira”

Los mejores lugares dónde comer en Melide son la Casa Alongos, la Pulpería Ezequiel y la Pulpería a Garnacha. Además de pulpo, podréis disfrutar de exquisitos platos como las navajas, los pimientos o el lacón.

Arzúa

Arzúa, A Coruña

La vecina Arzúa es la siguiente parada, tras Melide, en la ruta gastronómica del camino Francés por tierras gallegas. Arzúa es un lugar destacado y posicionado en el mapa por el hecho de ser el hogar de la Denominación de Origen de los quesos de Arzúa-Ulloa. Así que ya sabes, es parada obligatoria detenerse a probar el maravilloso queso de Arzúa. El combo estrella para degustar este tierno y cremoso queso, es hacerlo acompañado de una buena tapa de raxo, plato muy bien  preparado en esta localidad. Por supuesto, acompaña todo de una buena copa de vino tinto del país.

El queso de Arzúa cuenta con una fiesta gastronómica asociada, que se celebra el primer domingo de marzo todos los años. Normalmente es un evento muy cultural, en el que además de degustaciones gastronómicas se celebran conciertos y actos con artistas representantes del panorama actual.

Los mejores lugares para comer en Arzúa son Casa Nené, Casa Chelo u O Furancho d’Santiso. Casa Nené es perfecta por sus excelentes carnes y su variada carta de vinos. En O Furancho d’Santiso encontrarás la combinación perfecta entre buen precio y calidad. Tienen menú del día a un precio muy económico.

Uno de los lugares más interesantes que conocer en Arzúa, es el museo do mel o Enredo do abelleiro. En este lugar aprenderás todo acerca de la elaboración tradicional de la miel y podrás comprar alguno de sus exquisitos productos. ¡Perfecto para el postre!

Tui

Tui, Pontevedra. Fotografía © Rias Baixas info

Tui, ubicado en el inicio del camino Portugués desde Galicia, es un lugar cargado de historia y tradiciones. Este pequeño pueblo bañado por el Miño, es vecino de la localidad portuguesa de Valença do Minho, con la cual forma una Eurocidade. Como todos los lugares fronterizos, es muy interesante puesto que comparte tradiciones y saberes culturales tanto de Galicia como de Portugal. Además, Tui goza de uno de los cascos históricos y catedral más importantes e interesantes de Galicia, después del de Santiago de Compostela. Te sentirás como en un viaje por el medievo.

Ya que estás en Tui, puedes aprovechar para hacer una paradita en Valença y comprarte los afamados postres denominados “Natas”. Son un pequeño pastel de hojaldre y nata horneado delicioso. Además tienes la oportunidad de aprovechar para degustar algo de la exquisita gastronomía portuguesa: un buen bacalao en sus múltiples variantes o una exquisita carne de picanha.

En Tui, como localidad ribereña, uno de los platos estrella y típicos que podrás degustar es la lamprea. Dicen que los pueblos del Baixo Miño, son los mejores de toda Galicia para degustar este exquisito plato.

A día de hoy, Tui combina tradición con cocina de vanguardia y no faltan las propuestas de diferentes estilos para llenar el buche en esta bonita ciudad. Un clásico de las fondas tudenses es O Cabalo furado, ubicado en la plaza del ayuntamiento. A día de hoy consta de dos locales, O Vello e o Novo cabalo furado. En la plaza de la catedral encontrarás la reconvertida tapería Alboio, con una propuesta culinaria más contemporánea. Ya en el paseo de la Corredera, encontrarás la tapería La de Manu, uno de los mejores lugares donde comer en Tui, con unas propuestas culinarias de vanguardia que te harán la boca agua.

Padrón

Padrón, A Coruña. Fotografía © Turismo de Santiago

Siguiendo por la ruta del camino Portugués, no podíamos dejar de hacer mención a Padrón, hogar de los famosos pimientos de Padrón, “los cuales unos pican y otros no”. La pequeña villa de Padrón es un lugar cargado de historia y mitos. Supuestamente, Padrón es el lugar en el que recaló la barca de piedra que transportaba los restos del Apóstol Santiago. Además, alberga la magnífica Colegiata de Iria Flavia, con la tumba de Camilo José Cela, y la Casa Museo de Rosalía de Castro.

Los famosos pimientos de Padrón, “los cuales unos pican y otros no”

Lalín

Lalín, ubicado en la encrucijada entre las 4 provincias de Galicia, es lugar de paso del camino de la Vía de la Plata. Este pueblo ostenta el galardón de ser el lugar de Galicia donde mejor se come el tradicional cocido gallego. De hecho, existe una fiesta gastronómica del cocido, celebrada en el mes de febrero.

Así que ya sabes, Lalín es el lugar perfecto donde parar a degustar un buen plato de cocido gallego después de una jornada de caminata. Absolutamente reparador.

Santiago de Compostela

La Catedral de Santiago de Compostela

Como no podía ser de otra forma, no podíamos terminar este tour gastronómico sin citar a Santiago de Compostela. Santiago, ubicada en la provincia de A Coruña, es la capital de Galicia. Visitando su catedral y caminando por su centro histórico te sentirás como en un cuento.

Santiago está repleto de infinidad de buenos lugares en los que comer, por lo que te aseguramos que cuando llegues a la meta tendrás tu merecido premio. En el casco histórico, dos de las mejores calles para visitar y tomarse unos vinos tapeando, son la rúa do Franco y la rúa da Raíña. En estas dos calles podrás visitar lugares emblemáticos como Los Caracoles, O gato negro, María Castaña o a Taberna do Bispo. Otro de los lugares más frecuentados por los Santiagueses a la hora del vermú, es la rúa Ameal, en las inmediaciones del mercado de Abastos. Esta zona es perfecta para disfrutar de unas buenas tapas elaboradas con productos frescos del mercado, como en Abastos 2.0.

Por último, no debes perderte visitar la rúa San Pedro, lugar de muchos buenos restaurantes de la ciudad, como la emblemática O Dezaseis.

Camino de Santiago en La Rioja, paradas y fondas que te gustará conocer

Te llevamos por los paisajes y paradas gastronómicas más apetecibles del Camino de Santiago en La Rioja

Alicia Hernández14/09/2020

El Camino de Santiago discurre por La Rioja a lo largo de 70 kilómetros cargados de historia, arte, naturaleza, gastronomía, leyendas… y mucha emoción. Seguir este ‘camino’ Patrimonio de la Humanidad es una buena disculpa para conocer lugares únicos de La Rioja, etapa a etapa. Si no dispones de tiempo para hacerlo andando o en bicicleta, te damos las pistas para que ‘peregrines’ a tu aire por esta ruta tan especial.

Ruavieja y Barriocepo trazan el Camino de Santiago en Logroño. Foto: ©ConMuchaGula

Logroño, visita a Santiago y las tapas de ‘la Laurel’

Los peregrinos que llegan a Logroño lo hacen cruzando el Puente de Piedra, sobre el Ebro, pero antes contemplan la mejor estampa de la capital, con las torres de las iglesias de San Bartolomé, Santa María de Palacio y de la concatedral de La Redonda.

El puente de Piedra de Logroño y las torres de las iglesias, la primera vista del peregrino. Foto: ©La Rioja Turismo

Ya en el centro histórico, el Camino atraviesa la ciudad por la Ruavieja, la calle más antigua de Logroño y donde se encuentra el Albergue Municipal de Peregrinos y a su lado la iglesia de Santa María del Palacio que destaca por su ‘aguja’, una afilada torre piramidal. Avanzando por la Ruavieja se llega a la plaza de Santiago, decorada con un curioso Juego de la Oca y la Fuente del Peregrino. Más adelante aparece la iglesia de Santiago el Real, parada jacobea obligada (donde sellan la credencial), con una gran escultura de Santiago a caballo en su fachada.

Mesón El Abuelo, una parada típica en la calle Laurel. Foto: ©ConMuchaGula

En este punto, y como anima uno de los murales situado en el Camino a su paso por la ciudad, es el momento de ir de tapas y conocer la calle más famosa de Logroño, la Laurel, llena de bares donde hay que probar alguno de los pinchos más famosos, como los champiñones de El Soriano, el ‘matrimonio’ del Blanco y Negro, las bravas del Jubera… y acompañarlos con un vino DOCa Rioja.

Uno de los originales murales sobre el Camino en Logroño. Foto: ©ConMuchaGula

Los bares se multiplican por las calles aledañas de San Juan, San Agustín y Albornoz, y para hacer compras, hay que ir a la calle Portales donde también tienes que hacer una visita a la heladería Della Sera (en el número 24), del chef del frío Fernando Sáenz, para probar sus fabulosos helados de sabores tan sugerentes como Paseo de verano, Mazapán riojano o Sombra de Higuera.

El 'peregrino' más conocido de Logroño, con el torso tatuado con los sellos de la credencial. Foto: ©ConMuchaGula

De vuelta a la calle Ruavieja se conecta con la de Barriocepo que nos saca del centro de Logroño, pero antes nos toparemos con el ‘peregrino’ más famoso, pintado en otro gigantesco mural: un anciano con el torso cubierto de los sellos del Camino. Los peregrinos salen de Logroño por la única puerta de la muralla que se conserva, la de Carlos V o del Camino. Junto a ella verás el Cubo del Revellín, antiguo fortín que hoy es sala de exposiciones y ofrece visitas guiadas. Un descanso en el Parque de la Grajera nos pone ya en camino para la siguiente etapa, con destino a Nájera.

Navarrete, de vinos en el pueblo alfarero

Las ruinas del hospital de peregrinos de San Juan de Acre del siglo XII nos dan la bienvenida a Navarrete, pueblo famoso por la alfarería y la cerámica que aún mantiene el oficio en manos de artesanos como Antonio Naharro, con su taller situado frente al cementerio que luce la puerta y una de las ventanas del antiguo hospital. También puedes visitar el espacio de Toño Naharro, Alma de Cántaro, un estudio taller donde además de poder comprar sus creaciones se organizan cursos de alfarería, torno, esmaltado… Son muchos los cocineros riojanos que le han encargado piezas para la vajilla de sus restaurantes, como los hermanos Echapresto, en Venta Moncalvillo, o Lucía Grávalos, en su Mentica de Calahorra.

Wine Bar al aire libre de Bodegas Corral, en el Camino de Santiago a su paso por Navarrete. Foto: ©Bodegas Corral. Don Jacobo

Peregrinos y demás viajeros coinciden también en un punto de encuentro del Camino muy especial. El wine bar de las Bodegas Corral, «Una Parada en el Camino», Don Jacobo, que este verano ha habilitado un espacio exterior para probar sus vinos con tapas, música y buen ambiente. Está abierto los fines de semana y se requiere reserva previa: Tel. 674 692 137.

Nájera, el reino del pimiento Riojano

La que fuera capital del Reino de Navarra en el siglo X nos dejará boquiabiertos con su Monasterio de Santa María la Real que está literalmente pegado a la ladera del cerro de color rojizo y donde descansan los restos de los reyes del reino de Nájera-Pamplona. El claustro es una auténtica maravilla y su iglesia, gótica, esconde un tesoro: la cueva con la imagen de Nuestra Señora de la Rosa, del siglo XI y tallada en tilo.

Claustro de Santa María la Real de Nájera. ©Justo Rodríguez. La Rioja Turismo

En Nájera hay que pasear por su casco histórico y también por la ribera del río Najerilla. Aprovecha para probar su cocina local en los bares de la calle Mayor donde conocerás el producto estrella que no es otro que el Pimiento de Nájera, oficialmente IGP Pimiento Riojano, que celebra su Festival en el mes de octubre, cuando los restaurantes de la villa preparan pinchos con el pimiento asado.

Pincho del Festival del Pimiento Riojano. Foto: ©igppimientoriojano

Santo Domingo de la Calzada, el santo del Camino

Seguimos la ruta Jacobea para llegar a una de las etapas más importantes: Santo Domingo de la Calzada, declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico. Lo encontrarás lleno de peregrinos. La catedral se construyó en 1158 para albergar los restos de Santo Domingo, en la cripta está el sepulcro del Santo que tanto trabajó por crear puentes y caminos para los peregrinos. Aunque la iglesia atesora grandes obras de arte, lo que más llama la atención es el gallinero gótico del siglo XV donde viven un gallo y una gallina que recuerdan el famoso milagro del peregrino ahorcado en Santo Domingo de la Calzada, «donde cantó la gallina después de asada».

Santo Domingo de la Calzada, parada clave en el Camino riojano. Foto: ©Rafael Lafuente. La Rioja Turismo

Junto a la catedral se puede visitar el antiguo Hospital de Peregrinos, levantado por el Santo en el siglo XI y que hoy es Parador Nacional. La villa cuenta con otro parador en lo que fuera convento de San Francisco y varios albergues de peregrinos como el de La casa del Santo, donde en mayo se hacen panes con la imagen del santo. En la calle Mayor encontrarás buena oferta gastronómica, y el restaurante Los Caballeros será un acierto seguro con especialidades riojanas como el bacalao, las manitas y los caparrones de Anguiano. Una de las pastelerías más conocidas, Isidro, ha creado un dulce que ya es todo un souvenir: Los Ahorcaditos de Santo Domingo, que recuerdan la famosa leyenda. Pero también encontrarás otros motivos típicos de la ruta Jacobea, como la concha del peregrino, la señal amarilla del Camino o la Cruz de Santiago, todo en versión dulce.

Si buscas un recuerdo dulce, llévate los Ahorcaditos de Santo Domingo. Foto: ©Pastelería Isidro

El Camino de Santiago se despide de La Rioja en Grañón, justo después de pasar por la Cruz de los Valientes, en la carretera N-120. En el sendero por el que transitan los peregrinos se ha colocado un contador que recoge, a través de un sistema de bucle magnético, los datos de los cicloturistas que transitan por la ruta europea cicloturística Atlantic Coast Route.

Contador en Grañón. Foto: ©La Rioja Turismo

También se contabilizan los peatones y ¿sabes cuántos peregrinos pasan por allí cada día? El promedio de usuarios del año pasado fue de 612, el 91,9% peatones y el 8,1% restante ciclistas. 

*Foto portada: ©Daniel Acevedo. La Rioja Turismo