El Grand Tour de Cataluña: fin de trayecto entre anchoas, gambas, vinos, manzanas… la mejor gastronomía mediterránea

Conoce la belleza oculta de Cataluña: sus costumbres, su cultura y su gastronomía, en un itinerario a tu medida.

Con Mucha Gula15/03/2023

Inspirado en los grandes viajes iniciados a mediados del siglo XVII, el Grand Tour de Cataluña es una nueva propuesta impulsada por la Agencia Catalana de Turismo para recorrer, conocer y saborear la esencia de Cataluña; se trata de un roadtrip flexible y versátil que permite conocer a lo largo de más de 2.000 km la esencia de Cataluña. Este itinerario circular conecta los placeres enogastronómicos más destacados de la región con sus parajes naturales e iconos culturales más emblemáticos. 

Existen dos maneras de disfrutar de este recorrido único: mediante la Ruta icónica, una única ruta de 13 días, o en 5 tramos que constan de entre 5 y 7 días cada uno. Se trata de un viaje de viajes puesto que te permite diseñar tu itinerario perfecto con ayuda del planificador web o de agencias de turismo. Disfruta de esta ruta en cualquier momento del año y atrévete con sus actividades con propuestas enogastronómicas y experiencias de turismo cultural muy variadas.

De compras en el mercado de la Plaza Mayor de Vic. Copyrigth: © Agencia Catalana de Turismo

De Figueres a Barcelona

En la última etapa del viaje salpicada de paisajes increíbles y la obra surrealista de Dalí no puedes dejar pasar la oportunidad de degustar la gastronomía catalana mientras aprendes a preparar algunos de sus platos tradicionales. Este tramo del Grand Tour de Cataluña discurre entre frondosos bosques y caminos antaño transitados por bandoleros y piratas a lo largo de la ronda de la Costa Brava. Las visitas al litoral del Maresme o la ciudad de Barcelona, -destino final del itinerario-, estarán marcadas por su sublimes ejemplos de arquitectura modernista, que transportan a un mundo de cuento y que de hecho han inspirado algunas de las grandes páginas de la literatura.

Etapa 1: Dalí, anchoas y la Costa Brava

Figueres, la tierra de Salvador Dalí, es la primera parada de este itinerario, con acantilados vertiginosos como la Bahía de Roses o el Cap de Creus. A lo largo de las montañas que se extienden desde los Pirineos de Cataluña hasta el monasterio de Sant Pere de Rodes se despliega el mar de viñedos de la DO Empordà. Una visita a la bodega del monasterio de Rhodes es una parada obligatoria, desde donde puedes contemplar el paisaje tocado por la Tramuntana con una buena copa de vino en la mano.

Anchoas de L’Escala. Agència Catalana de Turisme.

La ruta continúa hacia el sur, bordeando la bahía de Roses y desemboca en la Villa Marinera de L’Escala donde es posible visitar el Museo de la Anchoa y de la Sal y degustar las famosas anchoas de L’Escala en una de las tabernas tradicionales que pueblan el centro histórico.

Etapa 2: Ruta marinera y medieval por l’Empordanet

Desde la costa, el recorrido continúa hacia el interior del Empordà hasta adentrarse en las tierras de la I.G.P. Manzana de Girona. Con este producto de gran calidad se realizan fantásticas sidras, pero también vinagre, zumos o confituras. Te recomendamos hacer una parada en Palau Sator un maravillosos pueblo medieval dónde puedes comprar productos derivados de estas manzanas.

La ruta también incluye experiencias como el taller de cocina de Palamós, en el Espai del Peix. Un aula gastronómica donde no solo te enseñarán a cocinar platos como los que los pescadores hacen a bordo, conocidos como cocina de barca, sino que también ofrece un recorrido histórico y cultural por el consumo del pescado.

Gamba de Palamós en la lonja del municipio. Agència Catalana de Turisme.
,

La gamba de Palamós o el arroz de Pals que se utilizan en estas elaboraciones son productos de primera calidad que se obtienen frescos de la lonja cuya subasta recomendamos seguir en vivo. Cerca de Palamós y para concluir la etapa no puede faltar la visita a la bodega Brugarol que no solo destaca por sus vinos sino también por su arquitectura, obra del estudio RCR, ganadores del premio Pritzker.

Etapa 3: Sabores de Girona

Seguimos por los 90 kilómetros que recorren el litoral de la Costa Brava hasta llegar a una de las ciudades con Carácter: Girona. De entre todo su patrimonio cultural, -donde no te puedes perder la judería, la catedral o las casas sobre el río Onyar-, lo que más recomendamos para disfrute del paladar del paladar son sus bunyols, sus xuixos de crema, fideu, los quesos con pa amb tomàquet y aceite de oliva y, cómo no, el helado elaborado por Jordi Roca en Rocambolesc.

Etapa 4: El mercado de Vic

Esta etapa arranca sorteando el perfil de Collsacabra a la orilla del río Ter hasta desembocar en Vic, cuya plaza porticada es una de las más emblemáticas de este tipo. Cada semana se llena de vida con el mercado donde puedes hacerte con los famosos embutidos de Vic, como la llonganisa o el fuet. Esta parada del recorrido incluye también una visita a un obrador donde podrás realizar tu propio fuet de Vic.

Prueba los famosos embutidos de Vic, como la llonganisa o el fuet. Agència Catalana de Turisme.

Para cerrar, merece la pena acabar el día con una visita guiada a la fábrica de licores Bosch, donde desde el siglo XIX elaboran ratafía, un licor a base de aguardiente, frutos secos y especias macerados que te sorprenderá por su sabor intenso y dulce.

Etapa 5: El Modernisme de Costa Barcelona

Las localidades de la costa de Barcelona y su patrimonio modernista van anticipando la llegada a la capital. Por el camino, sin embargo, es casi obligatorio pasar la noche en DO Alella y catar en cualquiera de sus bodegas los vinos cultivados en viñedos centenarios que miran al mar.

La Ruta de Alella ofrece una amplia variedad de experiencias enoturísticas. Agència Catalana de Turisme.

Etapa 6: Una cita con la ciudad de Gaudí

El primer día en Barcelona promete arte, arquitectura, literatura y, cómo no, gastronomía. En el Passeig de Gràcia, en uno de sus muchos edificios modernistas, se imparte un taller de cocina donde es posible aprender a preparar platos como la típica ensalada de bacalao y tomate conocida como esqueixada y su deliciosa crema catalana coronada por una capa de azúcar caramelizada crujiente.

Etapa 7:  El Mar de Barcelona

El segundo día en la capital está dedicado al mar y al producto de proximidad. La red de mercados de Barcelona es un destino imperdible en esta etapa. Merece la pena invertir en sus ingredientes de calidad y preparar, por ejemplo, una buena paella de mariscos. La actividad pesquera sobrevive aún a día de hoy abasteciendo con sus productos frescos a los restaurantes de la Barceloneta.

Mercat de Santa Caterina en Barcelona. Agència Catalana de Turisme.

Hasta aquí llega nuestro resumen de todo lo que no te puedes perder en el Tramo 5 de el Grand Tour de Cataluña, pero te dejamos que descubras el resto por ti mismo, que disfrutes de perderte y encontrarte en rincones únicos que esconden la esencia de Cataluña y mil historias que hacer y que contar acompañadas -como no podía ser de otra manera- de buena música y de la mejor gastronomía. 

Fotos © Agencia Catalana de Turismo

Grand Tour de Cataluña

5 platos míticos catalanes para celebrar el Día de Cataluña

Todos conocemos la crema catalana, pero hay otras tantas joyas que merecen ser reconocidas.

Álvaro Hontanar11/09/2022

Cada región de España guarda increíbles tesoros gastronómicos, aunque lo cierto es que de cada una de ellas solamente conocemos unos pocos platos, los más populares. Por eso, hoy me voy a encargar de que esto no sea así, al menos con la cocina catalana. Todos conocemos la crema catalana o el pan tumaca, pero hay otras tantas joyas que merecen ser reconocidas. Te van a entrar ganas de ir a Barcelona después de leer este artículo, te lo aseguro. Allá vamos.

Calçots

No hay nada más catalán que pegarse una buena calçotada. El 11 de septiembre, Día de Cataluña, es la ocasión perfecta para ponerse hasta arriba de calçots. Mojados en salsa romesco se vuelven un manjar que te dará ganas de repetir casi seguro.

No me estoy enterando de nada… ¿Qué es un calçot?

Los calçots realmente no son más que una variedad de cebolla tierna. Es un producto con Indicación Geográfica Protegida, tal y como sucede en España con otros tantos como por ejemplo el mazapán de Toledo.

Típicamente se hacen a la barbacoa y se sirven en una teja. A la hora de comértelos no seas bruto y no te lo metas de golpe en la boca, primero tienes que quitar la cobertura exterior y luego ya mojas la cebolla en la salsa romesco.

Dentro de Cataluña, los calçots son muy tomados

Pan tumaca

Si le preguntas a un catalán que cuál es el plato más reconocido de su gastronomía, probablemente te diga que el pa amb tomàquet. Muchas veces lo más delicioso es lo más simple, normal entonces que el pan con tomate sea tan famoso no solo en Cataluña, sino en toda la península. Sobre una rebanada de pan tostado se frota un ajo y las mitades de un tomate. Por último, se corona con un buen chorro de AOVE. Eso sí, los más atrevidos le ponen una buena loncha de jamón encima (aunque esto ya no es muy catalán).

Las primeras referencias que se tienen de esta receta datan de 1884. Por aquel entonces, se utilizaba el pan duro que sobraba de días atrás y se servía con un buen chorro de aceite y con el tomate, con el objetivo de que el pan se ablandase un poco. Como ocurre con casi todas las recetas estrella de la gastronomía española, –sin ir más lejos, las croquetas-, este plato nació como forma de aprovechamiento.

Pan tumaca, uno de los platos catalanes más conocidos. Foto © Visitbarcelona

Caracoles a la llauna

Los cargols a la llauna es un típico plato catalán que le debe su nombre a la bandeja donde se cocinan. Y es que A la llauna se traduce «en la lata». Aunque bien es cierto que los caracoles suelen causar rechazo en general por su textura o su apariencia, te animo a probar este plato, ya que su sabor te sorprenderá gratamente. Se diferencian de los caracoles a la madrileña en que no son caldosos, pues no están elaborados a modo guiso, sino que su preparación es al 100% en el horno.

Para su elaboración se prepara la bandeja y se cubre toda la superficie con sal. Después, se añaden todos los caracoles limpios con el orificio hacia arriba, para que cuando posteriormente los condimentemos, cojan todo el sabor de las especias, el aceite de oliva y el vino tinto.

Los caracoles a la llauna suelen ir sazonados con salsa picante

Butifarra con alubias blancas

La butifarra con mongetes es otra elaboración tradicional que no es demasiado reconocida fuera de lo que es esta Comunidad Autónoma. No obstante, dentro de Cataluña es muy apreciada, principalmente porque se trata de un plato humilde que lleva en las casas catalanas desde el siglo XIX. Es una receta rápida, sencilla y deliciosa, caracterizada principalmente porque se aprovecha el aceite de la butifarra para hacer las legumbres.

Esta receta tiene algunas variantes. Habitualmente, se fríe un poco de tocino o jamón en el aceite de las butifarras, e inmediatamente, cuando ya queda crujiente, se echan encima las alubias. De esta manera cogen muchísimo sabor, aunque todo a costa de un poquito de grasa… Pero no nos engañemos, ya que nos vamos a comer una buena butifarra con alubias, que sea por todo lo alto.

Butifarra con alubias blancas. Foto © Casanoguera

Crema catalana

Y por último, pero no menos importante, nos toca hablar del postre emblema de la gastronomía catalana. Imposible resistirse a la combinación del crujiente del caramelizado exterior con la cremosidad del interior. Aunque es un postre que normalmente se consumía el 19 de marzo por el día de San José, su popularidad lo ha llevado al día a día. Además, no solamente es reconocido en Cataluña, ya que en la actualidad hay infinidad de restaurantes por toda España que tienen este maravilloso postre en su carta.

Pocas personas hay que no conozcan la crema catalana
Haz crema catalana como un verdadero catalán

Los secretos para hacer la crema catalana como un verdadero catalán

La clave de esta receta está en la paciencia y el fuego lento. Como bien dice el dicho, vísteme despacio que tengo prisa

Álvaro Hontanar📷 Flickr © Oh-Barcelona.com04/09/2022

La crema catalana es uno de los postres estrella de Cataluña. Gracias al crujiente del exterior y la melosidad del interior, es capaz de cautivar los paladares más exigentes. Si quieres hacer la mejor crema catalana del mundo, aquí te dejamos unos cuantos secretos para que arrases y quede como si la hubiese hecho un catalán de pura cepa.

Receta de crema catalana

Este típico postre ya no solo es famoso en Cataluña, sino que se ha popularizado por toda España
Tiempo de preparación 25 minutos
Plato Postre
Cocina Catalana, Española
Raciones 4
Calorías 200 kcal

Equipamiento

  • 1 varilla
  • 1 lengua pastelera
  • 1 bol
  • 1 Colador
  • 1 soplete de cocina

Ingredientes
  

  • 500 ml de leche
  • 4 yemas de huevo
  • 15 gr de maicena
  • 80 gr de azúcar
  • 1 rama de canela
  • Piel de medio limón
  • Piel de media naranja

Elaboración paso a paso
 

  • Le quitamos la piel al medio limón y a la media naranja
  • En una cazuela a fuego medio-bajo echamos la leche, la rama de canela y la piel de los cítricos
  • Un poco antes de que empiece a hervir, retiramos la cazuela del fuego (justo cuando empiecen a salir pequeñas burbujas)
  • En un bol mezclamos con una varilla 60gr de azúcar, la maicena y las 4 yemas hasta que se vuelva una mezcla cremosa y homogénea
  • Vertimos en el bol la leche. Ayúdate de un colador para retirar las pieles y la canela
  • Metemos esta mezcla de nuevo en un cazo a fuego lento y removemos sin parar con ayuda de una lengua pastelera
  • Cuando haya espesado lo suficiente retírala del fuego y viértela en los recipientes
  • Deja reposar durante varias horas la crema
  • Justo antes de servir esparce un poco de azúcar y caramelízalo con ayuda de un soplete

Notas

  • Se puede conservar 2 días o 3 en la nevera
Keyword crema catalana

Cuidado con la maicena en la crema catalana

La maicena es la encargada de aportar la cremosidad interior. Es necesario utilizar la cantidad justa, ya que si echamos muy poca, la textura será demasiado líquida y se parecerá a unas natillas.

Pero no solo la cantidad es importante, también el momento en el que se incorpora. Lo más recomendable es añadirla a las yemas de huevo y batirlo todo junto, ya que si se añade después de echar la leche, es bastante probable que salgan grumos.

No vale cualquier instrumento para mezclar

Como ya dijimos, para evitar los grumos, la maicena se debe de mezclar con los huevos en vez de echarla después de la leche. Sin embargo, es importante que instrumento utilizar en cada una de las mezclas.

Para el huevo y la maicena es recomendable utilizar una varilla, o en su defecto, un tenedor, pero en el momento en el que se añade la leche lo suyo es recurrir a una lengua pastelera, porque si seguimos utilizando la misma varilla es muy posible que se generen burbujas.

Durante la elaboración hay que remover hasta que no queden grumos, ya que de lo contrario los notaremos en el paladar y resultarán bastante desagradables.

Es recomendable utilizar instrumentos diferentes para cada fase del mezclado / Flickr © Katherine Price

A fuego lento todo sale mejor

Aunque con el fuego alto la receta se hará más rápido, los resultados jamás serán equiparables a una crema catalana que se haga a fuego lento poco a poco, donde el huevo se va coagulando lentamente. Si cuando añadimos la mezcla al fuego este está muy alto, la crema se quemará.

Lo mejor de la crema catalana es el tostadito exterior

El quemado del exterior es lo que le da toda la gracia a la crema catalana. El contraste del crujiente con lo meloso terminan por coronar un postre que se ha vuelto todo un clásico de la gastronomía catalana y española.

Eso sí, tal y como ocurre con el mezclado de los ingredientes, aquí hay que tener cuidado. Con un mechero el resultado será bastante regular, lo suyo es utilizar un soplete de cocina. Además, hay que quemar la primera capa desde cierta distancia, ya que si lo hacemos muy cerca, el exterior quedará con un color negro en vez de marrón tostado.

agua

¿Por qué bebemos agua embotellada?

En España se consumen de media 3000 millones de litros de agua embotellada al año ya que muchas familias la prefieren frente al agua del grifo. ¿Por qué? La respuesta a esta pregunta es la clave de la investigación realizada por diferentes universidades de Cataluña.

Ruth Cordero Delgado04/05/2021

¿Comprar agua embotellada o beberla del grifo? Esta es una de las preguntas que miles de familias se hacen a diario. Si elegimos la segunda opción, también podemos filtrarla mediante dispositivos domésticos, una medida que cada vez llevan a cabo más personas. Decidamos beberla de una forma u otra, ¿Qué factores nos animan a ello?

Este es el objeto de estudio de la investigación realizada por UOC ( Universidad Oberta de Cataluña) la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona) y la IERMB ( Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona) para conocer qué factores influyen en la forma de consumir agua en los domicilios catalanes. El estudio se elaboró en base a las entrevistas realizadas a 581 hogares catalanes.

En España se consumen de media 2.600 millones de litros al año.

Los resultados obtenidos constatan que los principales factores para beber agua embotellada son: la mala calidad observada en el agua del grifo, la presencia de niños en el domicilio y la falta de un sistema para tratar el agua del grifo, en el caso de las personas que no lo tienen.

Precisamente esta última razón es la que menos se esperaban los investigadores. “El resultado que más nos sorprendió fue la importancia que dieron los sujetos a tener algún tipo de sistema de tratamiento del agua en el hogar, ya sean jarras de carbono activo o sistemas más complejos, como la ósmosis inversa» apunta Hug March, coautor e investigador de TURBA Lab, y profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. Concretamente, el 31.2% de los hogares estudiados contaban con un sistema de tratamiento de agua.

Otras de las razones destacadas para la elección del agua de botella son el sabor y olor, elegidas por el 51.3% de los encuestados, frente a motivos de salud elegida por el 34.2%. Se aprecia, además, que los entrevistados prefieren cocinar con el agua del grifo que usarla para beber.

Una de las razones que sostienen los encuestados para no beber agua del grifo es su sabor y olor

Un tercio de los hogares señaló que consumían agua embotellada por motivos de salud, debido a ello, los autores aluden a que entre la población existe la creencia de que el agua del grifo es perjudicial para el organismo. En este sentido advierten que son las instituciones públicas y los suministradores los que deben concienciar a la gente de que no es así.

Las consecuencias de este consumo masivo de agua embotellada repercuten directamente en el medio ambiente generando millones de residuos cada año. Sin lugar a duda la decisión más sostenible es beber agua del grifo, pero si optamos por comprar botellas los investigadores recomiendan utilizar los envases con más capacidad posible y siempre reciclarlos.