Hay platos que solo con nombrarlos nos trasladan a la Costa del Sol. Haz la prueba. Si te decimos… «un espeto». ¿Dónde estás? Puede que sentado en una terraza de Pedragalejo, en Málaga, esperando a que terminen de asarse las sardinas espetadas en una pintoresca barca anclada en la arena de la playa. Este es uno de los platos más conocidos del recetario malagueño que nos muestran la grandeza de la despensa de la Costa del Sol y sus costumbres gastronómicas.
Aquí tienes el top 10 de los platos malagueños que hay que disfrutar:
1. Espeto de sardinas

Una de las recetas más famosas de la Costa del Sol es el espeto de sardinas. El ‘padre’ del espeto es Miguel Martínez Soler, Miguelito ‘er de las sardinas’, un pescador paleño que puso de moda esta manera de cocinar el pescado espetándolo en una caña para asarlo al calor de las brasas. Cuenta la historia que uno de los clientes más famosos que tenía La Gran Parada, que así se llamaba el chiringuito que estaba en las playas de El Palo, en Málaga, fue el rey Alfonso XII, que probó sus sardinas asadas cuando se encontraba de viaje por Andalucía para visitar las zonas afectadas por los terremotos de la Navidad de 1884.
Muchos chiringuitos empezaron a asar las sardinas como Miguelito, haciendo una gran brasa en barcas cubiertas de arena de la playa, y ahora no hay chiringuito que se precie donde no aparezca. En la capital, Chiringuito La Farola, Casa Kiko, en Rincón de la Victoria, Avante Claro, en la Cala del Moral, El Caleño, en la playa de Pedregalejo y en El Palo, donde nació el espeto, tienes que probar los del Restaurante Gabi.
2.- Ajoblanco malagueño

Almendras, ajo, agua y miga de pan. Así de sencilla es la receta del ajoblanco. Los árabes trajeron el almendro a la península y desde entonces la almendra se introdujo la cocina y la cultura culinaria. La primera bebida fría con agua y almendras fue una especie de gazpacho pero cuando se le añadió el ajo, nació el ajoblanco. Esta sopa tan refrescante está muy presente en la gastronomía de Almáchar, un precioso pueblo de la Axarquía en el que cada primer sábado de septiembre se celebra una fiesta en su honor. El pueblo se engalana, hay música de pandas de verdiales y se reparten miles de litros de esta deliciosa bebida junto con uvas moscatel, vino y pasas.
3.- Porra antequerana

Se prepara con pan cateto duro, tomates muy maduros, pimientos, ajos, vinagre, sal y aceite de oliva. La diferencia entre el salmorejo cordobés y la porra antequerana está en pequeños detalles. Para empezar, el nombre hace referencia al mazo o porra con el que antiguamente majaban los ingredientes. La porra de Antequera o porra fría añade un ingrediente más: el pimiento verde. Y es ligeramente más espesa que el salmorejo.
Charo Carmona, cocinera del restaurante Arte de Cozina de Antequera, además de la receta tradicional, hace una versión muy original, la porra de naranja, refrescante y deliciosa, con naranjas del valle del Guadalhorce.
4.- ‘Pescaíto’ frito

Esta receta está compuesta por muchos pescados de la costa malagueña: boquerones, salmonetes, sepias, calamares, pescadilla, rosada… y los boquerones fritos al limón. Si a los malagueños les llaman boquerones por algo será. Los boquerones son otro de los “pescaítos” estrella y uno de los platos típicos de Málaga. Del mar directos al paladar, rebozados con harina y acompañados de limón. Por cierto, los mejores son los victorianos ¡no te olvides de pedirlos!
En Málaga los bordan en Hermanos Alba: boquerones, calamaritos, salmonetes, chopitos, jibia… Traídos directamente de la Caleta de Vélez, lo que asegura que el pescado es bueno, y la fritura con aceite de girasol. En el restaurante Merchán también dominan el arte de freír, y en Los Marinos José, en Torremolinos, la familia Sánchez asegura que el único secreto de una buena fritura es contar con «pescado fresco y el aceite siempre limpio».
5.- Caldillo de pintarroja

Es un caldo de pescado hecho con pintarroja, un tiburón pequeño, con manchas de colores, de la bahía malagueña. Con él se hace este caldillo que también puede venir acompañado de otros pescados, almejas o gambas. Es un plato que los marineros tomaban justo antes de salir a pescar, una sopa picante muy sabrosa que es costumbre servir en tazas en muchos bares y tascas andaluzas. Ideal para entrar en calor y también reponer fuerzas. Aunque la pintarroja no es difícil de encontrar por toda la costa mediterránea y atlántica, se puede sustituir por cazón o incluso por pescada o merluza.
6. Ensalada malagueña

Si hay una ensalada con nombre propio (sin contar con la ‘rusa’), esa es la malagueña. Es una ensalada de invierno, muy fácil de hacer, económica y nutritiva. En muchas localidades se la conoce como ‘ensalada cateta’. Se trata de un plato muy fresco y lleno de contrastes. Sus ingredientes principales son la patata, la naranja, el bacalao y el aceite de oliva. Además de las aceitunas, aloreñas a ser posible. Aunque pudiéramos pensar que es un plato de verano, esta receta nació en invierno, la mejor época de los cítricos, y su origen se encuentra en el valle del Guadalhorce.
7. Concha fina

La Concha de la Costa -nombre del sello de calidad para las conchas finas de Málaga– es uno de los moluscos favoritos de los malagueños. Este bivalvo es una especie de almeja gigante (también se la conoce como almeja de Málaga) que, al consumirse cruda, supone un estallido de frescor salino en el paladar. La carne blanca y rojiza, a veces anaranjada, de la concha, es una explosión de sabor. La forma más habitual de degustarla es al natural, aliñada con unas gotitas de limón y pimienta negra, son inimitables.
En los últimos tiempos es fácil encontrarla en la carta de cocinas japonesas y de fusión, al pil pil, con pipirrana, al ajillo, a la plancha y gratinada. En los bares malagueños es un fijo del aperitivo. Puedes probarlas en alguno de los locales de Los Mellizos y dentro del Mercado de Las Atarazanas de Málaga, allí encontrarás buen marisco en Los Yernos, y puedes acompañar las conchas finas con un vino de Málaga… o champán.
8.- Sopas perotas

Es el plato por excelencia en la comarca del Valle del Guadalhorce y, más especialmente en Álora, donde es considerado como el plato autóctono. Se elabora como antaño lo hacían los jornaleros en su descanso para comer y con los ingredientes con los que disponían: tomate, pan cateto, cebolla, ajo, pimiento, hierbabuena, azafrán y pimienta molida.
Esta receta tiene su fiesta, en Álora, el Día de las Sopas Perotas, declarada Fiesta Singular y de Interés Turístico Provincial. Se celebra a principio del mes de octubre y además de probar las Sopas, también se reparte entre los visitantes las famosas aceitunas aloreñas, pan cateto y vino de la tierra.
9.- Borrachuelos

El dulce malagueño por excelencia recibe este nombre por llevar vino entre sus ingredientes. Es una receta ‘de sartén’ y su elaboración, aunque laboriosa, es sencilla y puede hacerse de dos formas: con relleno de cabello de ángel o de batata dulce. A pesar de que se consumen durante todo el año, los borrachuelos tienen un par de citas a las que no pueden faltar, Navidad y Semana Santa. ¡Y están buenísimos!
Junto a los borrachuelos, los roscos de Marbella, el rosco de vino y el pestiño, forman parte de la gastronomía navideña malagueña.
10. Tortas de aceite

La receta es de origen árabe, aunque la repostería malagueña la ha recreado y mejorado hasta hacerla suya. Además de aceite, las tortas se hacen con harina de trigo, sal, azúcar, matalahúga y ajonjolí. Son, probablemente, el dulce más popular de toda Málaga pero las más famosas son las de Algarrobo, un municipio con una rica y completa gastronomía enclavado en la Axarquía de Málaga. Se las conoce como tortas de Algarrobo. Este dulce es más pequeño que una torta tradicional, las más habituales tienen un tamaño parecido al de una galleta. Estas tortas se preparaban en las casas y para celebraciones especiales, pero con el paso del tiempo se ha convertido en un dulce muy popular que se consume en desayunos y meriendas. La torta de Algarrobo tiene un sabor acaramelado y es compacta. Tortas Ramos es una de las firmas más conocidas y de su fábrica salen cada día más de 30.000 tortas.
Pero no solo se elaboran tortas en Algarrobo. Cada localidad tiene su propia receta, lo que da lugar a una amplia variedad de sabores para un mismo producto. Otra de las más famosas es la torta de aceite de Vélez-Málaga, que es ligeramente más grande –se consume en pequeñas porciones- y está cubierta por una capa de almendras.