España es el país que más marca blanca compra de Europa

España es el país que más marca blanca compra de Europa

Un estudio revela que los españoles somos los consumidores europeas que más marca blanca compramos, a raíz de la inflación y la consecuente subida de precios.

Cristina Tejerina10/03/2023

La marca blanca triunfa en España. Según un estudio, desde que comenzaron las subidas de precios en los alimentos hace un año, el 93% de los consumidores españoles reconoce que ha modificado sus hábitos de compra de alimentos.

La subida de los precios está afectando mucho. En concreto en España, atendiendo al último dato de febrero, la tasa de variación anual del IPC fue del 6,1%. Lo cual contrasta con el ámbito de los salarios.

Esto supone que la tarea de llenar el carro de la compra sea francamente complicada. Por ello, los españoles nos estamos decantando por “la marca blanca” de los supermercados, en teoría con un precio más asequible. Este mismo estudio, elaborado por la consultora Oliver Wyman, confirma que estos productos “baratos”, también se están encareciendo. 

Los supermercados y su marca blanca

Los supermercados se mantienen en el 2022 como el establecimiento preferido por los españoles para hacer la compra. Además de mantener su presencia como el número uno, han sacado ventaja a su competidor más cercano, las tiendas de descuento.

En el caso de España, todas las opciones se han reducido de manera notable. Excepto, el supermercado que se ha duplicado gracias, entre otros motivos, a la marca blanca.En el caso de España, todas las opciones se han reducido de manera notable. Excepto, el supermercado que se ha duplicado gracias, entre otros motivos, a la marca blanca.

La brecha que separaba a estos dos establecimientos era el precio, pues los supermercados solían tener un precio más caro. Desde hace un año, el 40% de los encuestados opinan que el precio entre una y otra se ha acercado. Por ello, han decidido optar por los supermercados y sus marcas blancas.

“Los supermercados se han beneficiado tradicionalmente del argumento de la ‘ventanilla única’, ya que su gama de productos es tan amplia que maximiza la comodidad y conveniencia del cliente, que no tiene que repartir su tiempo de compra entre varios establecimientos”, asegura Beatriz Fernández, responsable de Retail and Consumer Goods en Iberia.

Desde que se prioriza el dinero antes que otros factores, los supermercados también se han aprovechado de sus marcas blancas. El comercio pequeño y local son los más perjudicados de esta situación, pues no tienen la capacidad para competir en esta batalla contra las grandes corporaciones.

España, el país más afectado por la inflación

En el estudio se han tenido en cuenta a los principales países europeos. Sin embargo, España es la que cuenta con los precios más altos en productos de primera necesidad. Las verduras, las frutas, los huevos, los lácteos y la carne han registrado en España una subida de precios bestial.

En España, la importancia que se otorga al precio es mayor a la media europea y también lo es la sostenibilidad, mientras que la relevancia de la calidad está alineada con la del resto de consumidores europeos analizados.
En España, la importancia que se otorga al precio es mayor a la media europea y también lo es la sostenibilidad, mientras que la relevancia de la calidad está alineada con la del resto de consumidores europeos analizados.

Los encuestados han sido preguntados por la responsabilidad de este aumento de los precios. El 45% le echa la culpa a los minoristas porque consideran que están encareciendo los precios más de lo necesario para enriquecerse. Un 16% le atribuye la responsabilidad a los productores/fabricantes y un 33% reparte responsabilidades entre los dos.

Los españoles a favor de una intervención pública

Los consumidores encuestados están a favor de una intervención gubernamental en el sector de la alimentación para regular el precio de los productos en la cesta de la compra. A pesar de que estamos lejos del IPC histórico de julio (10,8%), los españoles abogan por unas medidas similares a las se establecieron con el precio de la gasolina y de la energía. También se muestran positivos a la reducción del IVA o la ayuda en forma de cheque de 200€.

Un 93% vería con buenos ojos esta medida. Del total, la mitad se muestra a favor de fijar un precio para los alimentos básicos, mientras que la otra mitad propone establecer un tope de precios a determinados alimentos dependiendo de su categoría o necesidad.

Conoce las certificaciones que deben cumplir las frutas y hortalizas en los supermercados

El objetivo de estos sellos no es solo asegurar la calidad o la salubridad de estos alimentos sino, también, las prácticas de cultivo desde el punto de vista medioambiental y ético.

María Jesús Gómez Talaván06/07/2021

Antes de que las frutas y hortalizas que consumimos lleguen a los lineales de los supermercados han pasado por toda una serie de exigentes certificaciones que evalúan el producto desde, incluso, antes de que se plante.

Los invernaderos solares del sur de Europa, ubicados principalmente en Almería y Granada, producen cada año alrededor de 4,5 millones de toneladas de frutas y hortalizas. Tres cuartas partes se exportan a Europa para alimentar a una población de 500 millones de personas, una labor titánica que lleva implícita una alta responsabilidad. Conscientes de ello, cada temporada las mas de 7.000 explotaciones agrícolas de los invernaderos solares se someten a varias auditorías que garantizan la trazabilidad y la calidad de los alimentos en todas las etapas de la producción, la sostenibilidad de la actividad y el cumplimento de buenas prácticas laborales en toda la cadena de valor. Con todo ello, lo que se busca es minimizar los riesgos al máximo y garantizar que los productos lleguen al consumidor con todas las garantías. Desde el programa informativo Cutesolar: cultivando el sabor de Europa en invernaderos solares nos cuentan cuáles son estas normas, qué certifican y en qué supermercados se demanda cada una.

GlobalGAP IFA: se trata de uno de los protocolos de producción más extendidos en todo el mundo, ya que cubre todas las etapas de la producción: desde actividades de pre-cosecha, como la gestión del suelo, hasta la manipulación y el almacenamiento del producto poscosecha. Su objetivo es garantizar las buenas prácticas agrícolas; promover métodos de producción sostenibles con el medio ambiente, fundamentalmente en relación con el uso de los recursos hídricos y la utilización de productos fitosanitarios; y asegurar el bienestar de los trabajadores y de los animales. Por su amplitud y eficacia esta norma es demandada por clientes como Aldi, Edeka, Asda, Lidl, Carrefour, Rewe, Spar, Tesco, El Corte Inglés o Sainsbury’s.

La práctica totalidad de hortícolas que se cultivan en los invernaderos solares del sur de Europa están certificados. La práctica totalidad de hortícolas que se cultivan en los invernaderos solares del sur de Europa están certificados.

Las exigencias de ésta y otras normas de calidad son superiores a los límites legales europeos, por tanto, para verificar su cumplimiento, se deben realizar un gran número de controles sobre distintas muestras, suelo, plantas, fruto, etc…. Por todo ello, la costa de Almería y Granada se ha convertido en la zona con la mayor concentración de laboratorios de análisis agrícolas de toda Europa. Éstos se encargan de analizar que los productos cumplen con los estándares de calidad y seguridad alimentaria, y muy especialmente, en lo referente al uso de productos fitosanitarios.

Globalgap GRASP: se trata de una evaluación de riesgos de las prácticas sociales en la finca, abordando temas específicos relativos a la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores. Se trata de una herramienta que ayuda a los productores a demostrar su cumplimiento con la legislación laboral, tanto internacional como nacional.

QS: este sistema pretende asegurar el proceso integral de producción de los alimentos, desde el origen de los mismos, pasando por su procesamiento y posterior comercialización. Su implantación, en 2001, fue motivada por las organizaciones líderes del sector agroalimentario en Alemania y surgió como respuesta a la crisis de la Encefalopatía Espongiforme Bovina. Dicho sistema fue ampliado tres años después para incluir las frutas, hortalizas y patatas. Supermercados como Edeka, Rewe, Aldi o Lidl se guían por esta norma para la selección de los productos en sus lineales.

Las frutas y hortalizas deben pasar por exigentes análisis de seguridad alimentariaLas frutas y hortalizas deben pasar por exigentes análisis de seguridad alimentaria

Brand Reputation Compliance (BRCGS) desarrollada por los supermercados británicos, esta norma es considerada hoy en día como uno de los referentes internacionales para la calificación de proveedores de productos y marcas en las grandes superficies. Su objetivo es la salvaguarda de la seguridad alimentaria de los productos que encontramos en el mercado mediante el establecimiento de requisitos que garanticen la salubridad de los alimentos. La norma es aplicable a cualquier proceso de elaboración, manipulación o envasado de alimentos donde exista riesgo de contaminación. Esta certificación es demandada en los supermercados británicos como Tesco, Asada, Sainsbury’s o Waitrose.

International Food Standard (IFS): es una norma de seguridad alimentaria creada por las grandes cadenas de distribución alemanas, francesas e italianas para auditar empresas que fabrican alimentos o a empresas que empaquetan productos alimentarios a granel. Se centra en la seguridad y calidad alimentaria de los productos procesados y garantiza que las empresas certificadas fabrican un producto o bien prestan un servicio, que cumple las especificaciones del cliente y que siempre se trabaja por una mejora continua de los procesos.

LEAF Marque: esta certificación tiene su origen en el Reino Unido y su objetivo es proporcionar a los consumidores la confianza en el cuidado que los productores han puesto para la producción de alimentos y otros productos. Los productos portadores de la marca LEAF Marque han sido cultivados por agricultores comprometidos con la mejora continua de la agricultura y el medio ambiente para el beneficio mutuo de agricultores, consumidores, fauna y flora, y medio rural.

Aparte de estas certificaciones, cada vez son más los consumidores que demandan productos ecológicos, también llamados orgánicos, biológicos o BIO, y que son aquellos que se obtienen sin el empleo de productos fitosanitarios. Como distintivo para que el consumidor pueda diferenciar los productos ecológicos, todas las unidades envasadas, deberán llevar impreso el logotipo de la UE que aseguran el uso restringido de plaguicidas químicos, la ausencia de organismos genéticamente modificados y el uso responsable de los recursos naturales.

El logotipo más conocido en Europa es el logotipo Bio Label de la UE, aunque también existen otros logotipos ecológicos como Biosuisse, KRAV, Bio-Siegel o Naturland.