Varsovia te espera. Todo lo que puedas desear, desde su riquísima historia, arte, una vibrante vida nocturna o tumbarte en sus playas a orillas del Vístula, lo tienes en la capital polaca. Por esto y por mucho más, Varsovia ha sido elegido Mejor Destino Europeo 2023, en los European Best Destinations. Y se adapta a todos los planes, tanto si vas con amigos o en pareja, como para los que lo hacen en familia. Y un dato más: está considerada una de las ciudades más seguras de Europa, un ranking que la sitúa tres veces por encima de París, o dos de Roma.
Ahora que los días se alargan con la entrada de la primavera, Varsovia se vive en la calle: es un placer pasear por la Ciudad Vieja o recorrer la Ruta Real. Anímate a disfrutar de una tarde rodeado de naturaleza a orillas del Vístula o relájate en el césped del Parque Real de Lazienki escuchando los conciertos de la música de Chopin (a partir de mediados de mayo).

Una primera incursión en la capital de Polonia pasa por su magnífica Ciudad Vieja (Stare Miasto), declarada Patrimonio de la Humanidad. Fue reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial tal y como eran los edificios originales de estilo medieval, con las fachadas de colores y las calles empedradas.
La plaza del Mercado es el lugar de encuentro en el que hacer una parada para tomar algo en las terrazas de los bares y restaurantes que se llenan con el buen tiempo. Allí se encuentra la escultura más famosa de la ciudad: una sirena con espada y escudo que es todo un símbolo de esta ciudad. Según la leyenda, la sirena prometió defenderla siempre y su imagen aparece en muchos otros rincones de la ciudad como farolas, escudos, fachadas…
El paseo te llevará hasta el Castillo Real, un lugar perfecto para conocer la historia de la ciudad y de Polonia. Cuenta, además, con espléndidos jardines, pero el pulmón verde de la ciudad es, sin duda, el Parque Real Lazienki, el más grande de la ciudad, con un gran lago y la residencia de verano del último rey de Polonia. Junto al monumento al genial músico polaco, Fryderyk Chopin, entre mayo y septiembre, todos los domingos se celebran al aire libre los populares Conciertos de Chopin.
Praga, el barrio más ‘in’ de Varsovia
Este barrio, que no llegó a ser destruido durante la Segunda Guerra Mundial, se considera como el más genuino de la ciudad. Cuenta con su propio Museo del Barrio de Praga, a unos pasos del tradicional mercadillo Bazar Różyckiego. Un lugar cargado de historia que además ofrece el ambiente único que se vive en los mercadillos y patios de esta barriada popular. Sumérgete en sus increíbles historias contadas por los mismos vecinos y, para terminar, sube hasta el mirador del museo para tener la mejor panorámica de la zona.

Recorriendo las calles encontrarás templos de las distintas religiones que conviven en Praga, los pequeños altares que esconden en los patios y puedes seguir una ruta de street art para admirar los murales que decoran las fachadas de algunos edificios: uno de los más sorprendentes está en la calle Mackiewicza, el mural Agujero, con un efecto 3D. Fíjate también en los murales Warsaw Fight Club de la calle Srodkowa 17, el Warszawa Wschodnia, de la calle Strzelecka, 46, y Shrine, de la calle Mala 8, realizado con una pintura especial que es capaz de purificar el aire circundante equivalente a lo que harían ¡720 árboles!
En el área más cercana a la ciudad vieja se encuentra la serie dedicada a grandes mujeres de Polonia, con varios murales como el que homenajea a la popular cantante rockera Olga Sipowicz, más conocida como Kora. Esta pieza se encuentra a solo unos pasos de la famosa Palmera de Varsovia, en la Aleje Jerozolimskie, la Avenida de Jerusalén.
En la parte más antigua de Praga está la calle Zabkowska, el eje principal del “casco antiguo”, que cuenta con edificios que datan de los años 60 del s. XIX. Los fines de semana de verano la calle se llena de escenarios que acogen múltiples eventos culturales. Hay también otros itinerarios interesantes: siguiendo la calle 11 Listopada verás un antiguo cuartel militar y en la calle Mala mira los números 1, 3, 5 y 9, son las primeras casas de ladrillo que se construyeron en el barrio. La calle Mala fue además escenario de diversas películas ambientadas en la Varsovia de preguerra (como “El Pianista” de Roman Polanski).

Para poner fin al recorrido acércate a Saska Kępa, con su espacio densamente poblado por la arquitectura modernista y tascas con sabores de todo el mundo. Es el distrito considerado como uno de los más elegantes de la margen derecha del Vístula, donde viven muchos personajes conocidos y también aloja a numerosas embajadas. Para empaparte de su ambiente cosmopolita, la calle Francuska te invita a un paseo y a sentarte en alguna de las terrazas y locales que ofrecen un menú muy internacional. En primavera es fácil encontarte con las Fiestas del Barrio de Saska Kepa, con conciertos y otros eventos culturales en plena calle.
Otro de los lugares con encanto es el parque Skaryszewski. Con el buen tiempo puedes alquilar allí una piragua o un hidropedal para dar una vuelta por el estanque. Y el jardín zoológico, que guarda una bonita historia: durante la Segunda Guerra Mundial, el director del zoo, Jan con su esposa Antonia, ayudaban a los judíos huidos del gueto escondiéndolos de los nazis en el sótano de su casa, como podemos ver en la película La Casa de la esperanza.
Desayuno, comida y cena… en la calle

Comer al aire libre también está de moda en Varsovia. Desde el desayuno a la cena. Si un sábado o un domingo de estos, por la mañana, te apetece tomar algo delicioso, sorprendente o poco estándar, las ferias del desayuno, Breakfast Fairs, son para ti. Aquí encontrarás cuanto desees, con oferta de recetas vegyes, productos sin gluten y ecológicos. La feria más conocida se organiza en el barrio de Zoliborz, pero hay muchos más, la mayoría al aire libre.

Uno de los centros gastro de moda es Hala Koszyki. Una antigua nave de estilo secesionista construida a principios del s. XX, que tras una reforma total, ofrece bares y restaurantes donde vas a encontrar ambiente a diario, no solo los fines de semana. Una cena, una exposición, o cualquiera que sea el motivo para venir aquí es una oportunidad para enterarte de las últimas tendencias en gastronomía urbana y tomar el pulso de la capital.

Otro lugar para disfrutar de la gastronomía más informal está en la antigua estación de trenes Warszawa Glówna que se ha reinventado para convertirse en el lugar más solicitado para salir a cenar los fines de semana. La estación ofrece desde la mejor street food de la ciudad, con una buena oferta de cocina thai, mexicana, japonesa…, a los platos más tradicionales polacos, como los famosos pierogi que no puedes dejar de probar, los arenques en aceite o las populares albóndigas de patata, las pyzy, que también se venden en los puestos ambulantes del mercado Bazar Różyckiego.
Si prefieres algo más chic, Concept 13 y Elixir son los locales imprescindibles de la nueva apuesta gastronómica. Te encantarán por su decoración, las vistas y su excelente comida. Comer en las alturas, en las azoteas con más encanto de la ciudad, es ahora tendencia. Un buen roof bar con excelentes vistas para tomar una copa y picar algo, es el del Hotel Puro.
Para conocer todos los secretos del vodka polaco, en el barrio de Praga se encuentra El Museo del Vodka, con exposiciones multimedia que explican su producción en un edificio de la arquitectura posindustrial. En el recinto de la decimonónica Destilería de Vodkas Koneser se han implantado un Google Campus, con tiendas de diseño, restaurantes de autor y pequeñas tascas donde probarlo.
Aquí sí hay playa

Las explanadas a orillas del Vístula también son un espacio para el ocio, con miradores, esculturas de piedra que representan peces o fauna acuática, ferrys fluviales que cruzan gratis el río de un lado a otro, cafés, bares en barcazas y restaurantes que ofrecen platos de todo el mundo. El Museo sobre el Vístula acoge la sede provisional del Museo del Arte Moderno, con obras de artistas polacos e internacionales. Aparte de su sala de exposiciones, en el museo hay un café y una librería, y en las terrazas situadas a lo largo de su perímetro se celebran eventos al aire libre.

El río Vístula cuenta también con seis playas fluviajes, donde los varsovianos se reúnen para tomar el sol y disfrutar de un pícnic. En ellas el baño está desaconsejado, pero si prefieres mojarte, puedes disfrutar del Parque Multimedia de Fuentes, en la orilla izquierda, a los pies del casco histórico, con sus juegos de agua, luz y sonido los viernes y sábados de verano. Otra posibilidad es dar un paseo en barco por el río para admirar los iconos de Varsovia, como el Centro de Ciencia Copérnico o el Castillo Real. Cuesta unos 13,50 €, con café y té gratuitos y servicio de bar a bordo por si alguien quiere otra bebida.

Las guías de turismo sitúa a las playas urbanas de Varsovia entre las más bellas del mundo, además de las más limpias y cuidadas. Además de descansar sobre la arena, es el lugar perfecto para practicar deporte: en Poniatówka, situada junto al Estadio Nacional, se puede jugar al volley playa, junto al memorial Plyta Desantu se alquilan barcas para navegar por el río y en la Playa Saska Kepa, en compañía de amigos, podrás pasar una agradable tarde de fogatas.