Casa Primicia es una de las bodegas más antiguas de la Rioja Alavesa, situada en el pueblo de Laguardia. Su historia se remonta al siglo XV, cuando era el lugar donde se cobraban los diezmos y primicias de la comarca. Allí se almacenaban los mejores vinos y productos agrícolas, que luego se destinaban al clero y a la nobleza.

Hoy en día, Casa Primicia elabora vinos de calidad con las variedades autóctonas de la zona, como el tempranillo, el graciano o el viura. Es el sueño hecho realidad de Julián Madrid, la tercera generación de la familia, quien elabora unos vinos que reflejan la tradición y el carácter del terruño donde nacen, con un estilo moderno, y que están siendo reconocidos con decenas de galardones en certámenes internacionales.
Uvas ecológicas para unos vinos únicos
Una de las últimas apuestas de Bodegas Casa Primicia es por el vino ecológico en Rioja DOCa, con la línea de Carravalseca. En la laguna de Carravalseca, un entorno de ensueño situado en el corazón de la Rioja Alavesa, nacen sus vinos ecológicos, los más singulares de la bodega.

Carravalseca es un humedal de Laguardia -que les da nombre-, una laguna natural que se seca todos los años durante la época estival y se llena en invierno gracias al agua de lluvia. Es un entorno privilegiado en el que encontramos arbustos como el carrascal, la jara o el madroño, donde los aromas del romero y el tomillo embriagan al visitante mientras pasea entre árboles como el roble, el algarrobo, el alcornoque… y numerosas aves surcan el cielo.
“Dentro de la propia finca, tenemos todo la fauna y flora que hemos tratado de mantener, conservar, proteger e incluso potenciar. Estamos hablando de un jardín entre viñedos”, explica Iker Madrid, gerente de Casa Primicia, que describe lo que es, sin duda, un enclave privilegiado: “Carravalseca está a 605 metros sobre el mar, en una colina sin vecinos que puedan contaminar el viñedo con sus tratamientos y un microclima benigno con viento suficiente para evitar que puedan surgir enfermedades”, añade Iker. Unas condiciones perfectas para la obtención de uvas ecológicas.
Cuatro vinos eco y excepcionales

De este entorno único salen tres vinos Carravalseca tintos (crianza, reserva y maceración carbónica) y un Carravalseca blanco. Los vinos Carravalseca reflejan, como pocos, el privilegiado terruño en el que nacen. En todos los casos, la etiqueta refleja el espíritu de estos vinos naturales con motivos tales como la luna, las estrellas, los montes, el sol, los animales y las barricas que se utilizan para el crianza y el reserva: el mejor ‘envoltorio’ para unos vinos ecológicos muy especiales.
Carravalseca Maceración Carbónica: la herencia del abuelo
El vino de entrada a la gama de ecológicos Carravalseca recupera los vinos cosecheros de toda la vida en la comarca de Rioja Alavesa. “Las características propias del viñedo de Carravalseca aportan, además, un extra de fruta. Tratándose de una tierra árida y pobre, también tenemos un rendimiento menor de kilos de uva, pero una calidad superior”, describe Julián Madrid.

Lo que aparece en la copa en el caso del Carravalseca Maceración Carbónica es un vino tinto joven muy afrutado pero con suficiente cuerpo y estructura y con el burbujeo especial de la maceración carbónica en boca, que lo hace muy refrescante en boca. PVP recomendado: 8,50 euros.
Carravalseca Tinto Crianza, tempranillo con alma
Se trata de un monovarietal de uva tempranillo, una selección de los mejores racimos para elaborar un vino que pasa por un corto periodo de maceración en frío y para terminar, sale al mercado tras 14 meses en barrica de roble americano y francés. De aroma intenso y de gran complejidad donde destacan notas de frambuesa y grosella negra, lácticos acompañados de torrefactos. En boca se muestra voluminoso, bien estructurado, con taninos bien pulidos y con un final largo recordando a fruta confitada. PVP recomendado: 13,50 euros.
Carravalseca Tinto Reserva, excelencia premiada
Las vides más viejas suelen ser habitualmente las utilizadas por el enólogo de Bodegas Casa Primicia para elaborar el Carravalseca Tinto Reserva, que pasa 20 meses en barrica nueva de roble francés. “Dentro ya de un viñedo con rendimientos bajos (menos de 5.000 kilos por hectárea), hay vides viejas que suelen tener menos de 4.000 kilos por hectárea. Esto se traduce en poca cantidad y mucha calidad”, comenta Madrid. Esta es la materia prima para elaborar el Carravalseca Tinto Reserva, con una fruta muy presente tanto en nariz como en boca.
La calidad del Carravalseca Tinto Reserva ha sido refrendada en numerosas ocasiones con la concesión de premios y galardones. En la Japan Wine Challenge, celebrada en febrero de 2023, y a la que se han presentado miles de vinos del mundo entero, este vino obtuvo tres premios: Vino Revelación, Mejor Vino Ecológico y Mejor Vino Español de todo el concurso. PVP recomendado: 26 euros.
Carravalseca Blanco, alegre y fresco

El Carravalseca blanco, por su parte, se elabora principalmente a partir de uva tempranillo blanca en un curioso coupage con chardonnay, sauvignon blanc, verdejo y viura, en busca de un resultado diferente. Permanece durante tres meses sobre sus finas lías para aumentar su volumen y sedosidad en boca. Un vino gastronómico perfecto para acompañar mariscos y pescados. PVP recomendado: 8 euros