Té verde: cómo tomarlo

Té verde: cómo tomarlo, tipos y beneficios para nuestra salud

Ahora que están tan de moda los superalimentos, no debiéramos de perder de vista uno de los más importantes: el té verde. En este artículo te enseñamos también a conocerlo y disfrutarlo.

Eva Celada

Hoy vamos a hablaros del té verde, de cómo tomarlo, los diferentes tipos que nos podemos encontrar y sus beneficios nutricionales. Pero antes, contestemos a una pregunta: ¿Qué es el té?

El té es un arbusto o un árbol perenne de hojas pecioladas, elipticolanceoladas y finalmente serradas, que posee numerosas glándulas oleosas. Las flores son blancas, tienen cinco pétalos y despiden una agradable fragancia. Se dan en climas húmedos. De la planta sólo se utiliza la parte superior de los brotes, donde se encuentran los capullos y las hojas más tiernas.

¿Cuál es el origen del té?

El té es originario del sur de China, era conocido desde tiempos remotos por los médicos y los botánicos de este país, incluso al principio de conocerse sólo se tomaba como bebida medicinal. Algunos escritos datan su origen en la dinastía Han (206 a.C y 220 d.C) refiriéndose a sus propiedades curativas y recomendando el té para tratar dolencias estomacales, nerviososas y reumáticas. Sobre el siglo V, el té se convirtió en una bebida popular y su cultivo se hizo habitual en la mayor parte de China y Tíbet. Fue en este tiempo cuando su consumo dejó de ser terapéutico y comenzó a ser lúdico.

Cuando tengas frío, el té te calentará; cuando estés acalorado, te enfriará; cuando estés deprimido, te animara; y cuando estés excitado, te tranquilizará.Cuando tengas frío, el té te calentará; cuando estés acalorado, te enfriará; cuando estés deprimido, te animara; y cuando estés excitado, te tranquilizará.

El té se llevo por primera vez a Occidente en el siglo VI, gracias a la actividad de comerciantes chinos en la frontera de Mongolia. La popularización del té en Europa tuvo lugar a partir de mediados del siglo XVII. En 1657 se empezó a vender al público en el establecimiento londinense de Thomas Garraway, hasta entonces dedicado exclusivamente al café.

El éxito fue tal que en pocos años se convirtió en la bebida nacional británica. También los rusos se volvieron entusiastas de la infusión: a fin de tener siempre a punto agua caliente para el té, inventaron una enorme tetera llamada samovar, que no podía faltar en ningún hogar por humilde que fuese. No obstante, fueron los ingleses quienes lo implantaron en la India, que hoy es el primer productor mundial

¿Cómo preparar y tomar un té verde?

El poeta Lu Yu decía en el siglo VII, en su tratado Ch’a Ching, que el mejor agua para el té era la pura de la montaña, en su defecto la de los ríos y, finalmente, la que procedia de una fuente ordinaria. Si no disponemos de agua de la montaña, hacer el té con agua mineral puede ser lo más adecuado.

El agua

El agua tiene que cocer, y según Lu hay tres momentos de ebullición del agua: el primero cuando las pequeñas burbujas, parecidas a ojos de pez, salen a la superficie; el segundo cuando las burbujas son como perlas de cristal que se agitan en una fuente; y el tercero cuando las ondas saltan furiosamente dentro del recipiente. En opinión del poeta, la segunda parte es la más adecuada. En traducción del siglo XXI: «El agua no debe cocer demasiado, sólo empezar a cocer y dejarla reposar unos instantes«.

La temperatura

Cuando el agua tiene una temperatura cercana a 75ºC, que humea levemente pero ya no cuece, se añade el té y se deja reposar.

La tetera

Puede ser de porcelana, cerámica, vidrio resistente… No son aconsejables los recipientes de aluminio o de hierro. La mejor tetera es la que tiene pátina, debido al uso frecuente. Sólo debe utilizarse para el te y es recomendable calentarla, antes incluso con un poco del agua hervida, haciéndola girar en su interior.

En lo que respecta a la cantidad de té, hay que calcular una cucharadita rasa de postre por cada taza, lo que equivale a 1,5 ó 2 gramos de té, y si son bolsas una por taza. Cuando se vierte el agua sobre las hojas, éstas se despliegan, liberando sus ingredientes, lo que crea el característico sabor, aroma y color. Su mejor sabor se adquiere estando las hojas de 1 a 3 minutos, si se deja un poco más puede resultar amargo, pero tendrá en contraprestación más beneficios para la salud.

El té es una medicina milagrosa para el mantenimiento de la salud, y tiene un poder extraordinario para prolongar la vida -Monje budista Esai (s.XIII)El té es una medicina milagrosa para el mantenimiento de la salud, y tiene un poder extraordinario para prolongar la vida -Monje budista Esai (s.XIII)

¿Cuáles son los beneficios del té verde?

En 1960 los científicos observaron que los habitantes de la provincia de Shizuoka, situada en el centro de Japón tenían menos cánceres de estómago y más esperanza de vida que el resto de los habitantes del país. Tras comprobar su alimentación y otras características con respecto al resto de los habitantes del país, comprobaron que la única diferencia es que en la región de Shizuoka hay un gran consumo de te, ya que viven junto a plantaciones de miles de hectáreas. Las catequinas presentes en el té verde son un importante antioxidante que retrasa el envejecimiento, pero es que además este té tiene otros antioxidantes, como la vitamina C, la vitamina E y otros flavonoides. Tiene también floururo, que ayuda a endurecer el esmalte de los dientes y evita las caries. Además, la teina tiene efecto estimulante.

Tipos de té verde

En este apartado vamos a diferenciar 2 tipos de té, los procedentes de Japón y los procedentes de China.

Los tipos de té verde procedentes de Japón

1. Gyokuro, significa perla de rocío, es muy exclusivo y se hace con plantas especialmente tiernas y dulces, y cuando los capullos empiezan a abrirse son colocados bajo grandes lonas, que las protegen del sol. Su sabor es dulce pero fuerte, aunque menos amargo que los tés verdes de categoría inferior.

2. Sencha, de calidad media, se usa diariamente en los hogares japoneses. Tiene un sabor entre amargo y dulce, y se distingue porque su aroma es de una notable frescura.

3. Bancha, te verde de calidad inferior que los japoneses consideran adecuado para los niños, debido a su bajo contenido en cafeína. De sabor picante, es muy barato y también está recomendado en la dieta macrobiótica. Este té tiene dos subcategorías: el té hojicha de hojas tostadas y el té genmaicha, que es una mezcla de bancha y arroz tostado a la brasa. Al preparar este último se forma una bebida granulada de sabor salado, que apaga la sed y llena al mismo tiempo.

Los tipos de té verde procedentes de China

Se dividen según la edad y el tipo de hojas:

  1. El hoochow, de sabor ligero y dulce  procede del distrito del mismo nombre y el primer té que madura en primavera.
  2. El pingsuey es similar al hoochow, pero no resulta tan delicioso.
  3. Los demás tes chinos que no pertenecen a las anteriores gategorias se denominan country Green. La presentación más habitual se denomina pólvora, debido a que se vende en forma de pequeñas bolas parecidas a perdigones. Cada una de ellas explota cuando se añade agua hirviendo. Es un té muy exclusivo, sobre todo el de mayor calidad: el pólvora extra de cabeza de alfiler.
  4. Otro tipo de té verde chino se denomina Young Hyson, y está confecionado con hojas de gran calidad, extraídas de árboles silvestres de té que crecen en la provincia de Zhejiang. Se trata del té más fuerte y con más cuerpo de cuantos se fabrican. Con las hojas más viejas se elaboran el té imperial, el Hyson, el Hyson skin y el twankay.

Efectos del te verde sobre nuestra salud

  • Previene algunos tipos de cáncer (Segñún Hirota Fujiki, director del Instituto Nacional de Investigación del Cáncer en Tokio (Japón): «El té verde no puede prevenir todos los cánceres, pero es el método más barato y prñactico del que dispone el publico en general para prevenirlo.
  • Previene las enfermedades cardiovasculares: Reduce el riesgo de sufrir infartos al controlar la presión sanguínea y disminuir los niveles de colesterol perjudicial, al tiempo que impide la formación de coágulos en las arterias.

Las hojas de té se ponen en un colador, para retirarlas fácilmente cuando ha finalizado la infusión.

¿Cómo se procesa el té?

El té verde, el negro y el té oolong proceden de la misma planta: únicamente se diferencian en el modo en el que se procesan. En el té verde, las hojas no se fermentan en absoluto, sino que se cuecen al vapor inmediatamente después de la cosecha, para ser posteriormente enrolladas y secadas. Es, por tanto, un proceso muy diferente del te negro u oolong, que fermentan.

El proceso de elaboración del té verde lo que se busca es reducir la oxidación al mínimo. Como la enzima polyfeno oxidasa se desactiva con el calor, los cosechadores llevan rápidamente las hojas a la planta de procesado, y allí las cuecen al vapor o las tuestan en granes sartenes. Al aplicarlas calor, las hojas se vuelven blandas y flexibles.

Al no producirse los cambios químicos que origina la fermentación, el té verde conserva la mayor parte de sus catequinas, que se transforman por oxidación al elaborase el té negro. Esta es la principal diferencia entre ambos tés. Las catequinas son importantes porque son poderosos antioxidantes, y el te verde tiene un 30% del peso de sus hojas, frente al 10% del negro.

Cómo comprar y conservar el té verde

La diferencia entre un té verde de calidad y otro normal no reside sólo en el precio. Los mejores tés tienen las hojas sueltas y enteras, presentan un vivo color verde y desprenden un intenso aroma. Cuando se vierte encima el agua, las hojas se abren lentamente, como si fueran flores. La infusión adquiere una tonalidad muy clara, en lugar del verde oscuro característico de los tés menos costosos. También el sabor es distinto, ya que los mejores tés tienen un gusto a hierba muy nítido, semejante al heno mojado.

Para conservar el té de forma adecuada es absolutamente necesario guardarlo herméticamente cerrado, en lugar fresco y seco. Un recipiente opaco de vidrio provisto de cierre hermético es lo más indicado. Guardado correctamente, puede durar unos 6 meses.

Las bolsitas de té son un invento de Thomas Sullivan, un comerciante de Nueva York quien en 1904 decidió sustituir las latas a granel que enviaba a sus clientes por bolsitas de seda, confeccionadas a mano. Actualmente, cerca del 80% del té negro que se distribuye en el mundo se encuentra en fomato de bolsitas, aunque en el caso del té verde el formato es menos habitual. Son prácticas, pero la calidad del té suele ser menor. Las más recomendadas son las planas, ya que el agua circula mejor por su interior.

«El te no es otra cosa que calentar el agua, preparar el té y beberlo con propiedad. Eso es todo lo que se necesita saber» -Senno Rikyu, maestro del té japonés.