La remodelación del antiguo Estudio 54 en el Restaurante Thai Garden resulta espectacular, fuentes, luces indirectas, esculturas encastradas en las paredes… y junto con una magnifica puesta en escena, el personal muy atento y amable, y un ambiente encantador, una cocina delicada, exquisita y bien hecha. Únicamente se echa en falta una bodega más amplia y algunas recomendaciones sobre la cerveza Tailandesa local de la que dispone el restaurante, gran acompañante de los platos de este tipo de cocina oriental.
Buena accesibilidad con un ascensor que te lleva a la primera planta, cuenta también con servicio de aparcacoches.

Bien presentados los platos, aconsejo algunos de los que cito a continuación: Perlas Thai vieiras salteadas en hierbas aromáticas presentadas en su concha: de sabor intenso; Parn Thong: Triángulo de crujiente pasta de arroz, relleno de pato asado y verduras aromatizadas a la canela: delicioso; Laab Kai, con trocitos de pechuga de pollo preparados con menta, echadotas y zumo de lima: una ensalada tailandesa sutil y ligeramente picante; Mapraw: solomillo de buey al curri verde, presentado en el tradicional coco fresco entero: indicado para los que prefieren solapara el sabor de la carne; Pescado al vapor: filetes de lubina cocidos lentamente al vapor con especias y vermicelli: este plato del sur del país es una autentica delicia imprescindible en la carta; Pat Thaï sai khung: Tallarines salteados con langostinos, cebollas, soja, verduras y cacahuetes: una combinación sorprendente y muy interesante y Khao Pat: arroz salteado con huevos y camarones. De postre una gran variedad: helado de violeta, arroz con leche de coco, lichis, mango thailandes…

El restaurante mantiene su calidad de siempre (casi lleno un domingo por la noche), pero gana en especio y diseño, sólo una observación, que bien si además hubiera música tailandesa de fondo.