La morcilla, un imprescindible en toda barbacoa o tapeo que se precie, es un alimento muy presente en nuestra gastronomía. Hoy te invitamos a descubrir los diferentes tipos de morcilla en España, un embutido milenario cuyo origen se encuentra en la antigua Grecia, en donde algunos textos ya hablaban de su elaboración. Actualmente, la morcilla es un producto que podemos encontrar en casi cualquier país europeo con sus particularidades según la región geográfica en la que nos encontremos.
En España encontramos una gran variedad de tipos de morcilla. Y lo único que todas tienen en común es que están elaboradas a base de sangre y especias. Vamos a hacer un viaje por las diferentes morcillas que se elaboran en nuestro país.

La morcilla ahumada asturiana, la dulce gallega y la reina burgalesa
En el norte de la península encontramos muchas regiones que elaboran este embutido, entre las que se encuentras: Asturias, Galicia, Castilla y León… Por ejemplo, la morcilla asturiana se caracteriza tener unos ingredientes simples: sangre, cebolla y grasa. Pero sobre todo por estar ahumada. Es un producto perfecto para añadir a cualquier guiso contundente y aportarle muchísimo sabor, como unas fabes, un cocido…

En Galicia nos encontramos una morcilla mucho más dulce. Tiene bastantes más ingredientes que la asturiana, entre los que podemos encontrar: pasas, piñones, pan… Y lo ideal para disfrutar de esta morcilla es cocerla en agua aproximadamente unos 30 minutos, y después freírla.
Pasamos a una de las reinas de la morcilla, la más conocida de España, la morcilla de Burgos. Esta se prepara con una mezcla de sangre, cebolla, manteca, arroz, y obviamente sal y pimentón. Es muy versátil y se puedes utiliza en guisos, al horno, barbacoa, frita… Sin lugar a duda, un plato fundamental que debes de probar si vas a Castilla y León.

La morcilla valenciana de calabaza y la versátil andaluza
En el sur podemos encontrar grandes morcillas muy diferentes. Un ejemplo sería la morcilla valenciana, en esta se sustituye el dulzor que aporta la cebolla por el de la calabaza. En cada zona adaptan la receta a lo que tienen en su entorno.
Otra muy conocida es la morcilla andaluza. Una comunidad en la que la elaboran de diferentes formas, aunque todas tienen una base común: sangre, tocino, ajo, pimentón y sal. A partir de esta base se elaboran 3 tipos de morcilla, cebolla, arroz y piñones. De estas destacan sobre todo las elaboradas en Ronda.
La utilización de este producto en la gastronomía andaluza es inmensa, es ideal para guisos, tapas, frituras…
