El cocotero o la palma del coco, (Cocos Nucíferas L.) es también un árbol correctamente denominado como “árbol de la vida”, “árbol del cielo” o “árbol de los mil usos”. Además de sus múltiples usos, el fruto del cocotero posee fantásticas propiedades nutricionales y culinarias, además de su rico sabor y aroma.
El nutriente más conocido y con más propiedades beneficiosas para la salud en este fruto seco son los ácidos grasos. A pesar de que el fruto contiene muchas más propiedades y nutrientes saludables en su pulpa que solo el aceite ¡Veamos!
Nutrientes del coco y los beneficios para la salud:
Si “desguazamos” el contenido interno de este fruto, podemos encontrar los siguientes nutrientes y beneficios.
- La pulpa: vitaminas; C, B1 y B2. Minerales; potasio, fósforo, calcio y hierro. En 100 gramos de pulpa hay 354 kcal, 3,3 gramos de proteína, 34 gramos de grasas, 15 gramos de hidratos de carbono y 9 gramos de fibra.
- El agua: contiene más potasio que cuatro plátanos, sodio, cero % de colesterol y muy bajo en calorías, ya que posee solo 19 kcal por cada 100 ml. Como podéis ver, el agua de este fruto es otra excelente bebida para deportistas, ya que rehidrata y repone los electrólitos perdidos tras el esfuerzo físico, así como la prevención de calambres, debido a su alto contenido en potasio.
- La grasa/aceite: como ya se ha dicho, el aceite o grasa de coco es, sin duda alguna, el nutriente estrella de este fruto, y no es para menos. Sigue leyendo para alucinar con los beneficios que contiene este aceite para la salud.

Recuerdo cuando el aceite de coco era considerado el “patito feo” de los aceites. Eso ocurría porque el aceite de coco está compuesto principalmente de ácidos grasos saturados, concretamente un 85%. Pero como todo es relativo no significa que, por ser saturado un aceite, éste sea dañino para la salud si se consume con moderación. Veamos porqué.
Los ácidos grasos saturados principales del aceite de coco son: láurico (C12:0), mirístico (C14:0) y palmítico (C16: 0). Teniendo una mayor presencia el ácido graso láurico con una representación de un 45%.
Estos ácidos grasos están clasificados como ácidos grasos/ triglicéridos de cadena media TCM o MCT (por sus siglas en inglés). Y por ser de cadena media tienen sus ventajas para la salud, ya que, debido a que la cadena es más corta, las digestiones y la absorción de estas grasas son más fáciles, y por lo tanto más rápidas, ya que pasa directamente del intestino al hígado favoreciendo la cetosis (quema de grasas), por esta razón el aceite de coco es muy utilizado en la dieta cetogénica.

Debido a que el cuerpo utiliza de forma directa esta grasa para producir energía, a nivel terapéutico se usa con fines dietéticos en el mantenimiento de muchas patologías, así como en la nutrición parenteral, en alimentación para atletas, alimentos para recién nacidos y en la dieta de aquellos que sufren de epilepsia refractaria por déficit del neurotransmisor Glut1.
Por otro lado, el ácido láurico posee propiedades antivirales y antimicrobianas. Ayuda a combatir la bacteria Helicobacter pylori (relacionada con las gastritis y las úlceras estomacales), además actúa contra la cándida, por lo tanto, es un buen remedio ante las infecciones fúngicas.

En lo que respecta la relación entre el colesterol y el consumo de aceite de coco se podría decir que de forma general los estudios asocian beneficios al aceite de coco y se podría considerar que podría ser parte de una dieta saludable y que ayuda a incrementar lo que conocemos como colesterol bueno HDL, siempre y cuando se consuma con moderación y sin refinar. Por esta razón identificar la calidad del aceite de coco es muy importante, por ejemplo, el que está presente en los alimentos envasados es parcialmente hidrogenado, por lo tanto, no saludable.
Aceite de coco x Alzheimer
Varios estudios de relevancia científica en diferentes lugares del mundo concluyeron que los triglicéridos de cadena media, más precisamente el aceite de coco, son una fuente directa de energía celular y pueden ser una alternativa no farmacológica a la muerte neuronal por falta de esta, que se produce en los enfermos de Alzheimer.

Debido a la transformación en energía de la TCM en el hígado y la producción de los cuerpos cetónicos que son usados por el cerebro a modo de fuente de energía alternativa, puede evitar la degeneración y muerte de las células del cerebro.
En 2015 científicos de tres universidades de la comunidad valenciana han realizado estudios sobre los beneficios del aceite de coco, como tratamiento alternativo no farmacológico frente a la enfermedad de Alzheimer, con resultados esperanzadores.
Se ha podido comprobar que en los sujetos que tomaron 40 ml/día de aceite de coco virgen extra durante 21 días un aumento estadísticamente significativo de la puntuación del test MEC-LOBO (prueba/cribado que permite detectar demencia/Alzheimer) y, por consiguiente, una mejoría del estado cognitivo, mejorando sobre todo en las mujeres, en los que no sufrían de diabetes mellitus tipo II y en los pacientes graves. En conclusión, se demuestra la influencia positiva del aceite de coco a nivel cognitivo en los pacientes con Alzheimer. No obstante, esta mejoría depende del sexo, de la existencia o no de diabetes y del grado de demencia.
Está claro los múltiples beneficios del aceite de coco para nuestra salud, sin embargo, el consumo exacerbado puede ocasionar problemas para la salud dando lugar a un incremento de los niveles de colesterol malo LDL, ya que se trata de una grasa saturada, y como toda grasa saturada debe ser consumida con moderación.