Esta ceremonia del Té en Tokio, conocida como sado, simboliza el principio zen de vivir en el presente. Aunque se sirven dulces con el té, se trata de un complejo ritual en el que la contemplación y la conversación son tan importantes (o más) que la bebida propiamente dicha. La ceremonia debe llevarse a cabo en un entorno tranquilo, utilizando cuencos y utensilios de exquisito diseño para resaltar el aspecto estético de la experiencia tal y como les adelantamos en el artículo la Ceremonia del Té, una experiencia única que podrás disfrutar al aire libre.
Festival budista Oeshiki (Del 11 al 13 de octubre)
En todo Japón se celebra el festival budista Oeshiki para conmemorar la muerte del monje Nichiren Shonin. Es en el templo Ikegami Honmon-Ji, el lugar sagrado donde murió, donde se celebra con mayor esplendor. Se trata de un evento ancestral lleno de historia y tradición que lleva 730 años celebrándose y llega a su punto álgido con la procesión de linternas «Mando»: unas 3.000 personas recorren las calles con linternas decoradas con flores de cerezo, desde los alrededores de la estación Ikegami hasta el templo Honmon-ji, cargando de emoción la noche nipona.
Tokyo Ramen Show (Del 27 de octubre al 6 de noviembre)
Los «food lovers» están de suerte porque este festival gastronómico de fideos ramen, celebrado al aire libre, es el más significativo de Tokio. Aquí se pueden degustar diferentes tipos: además de los «Gotochi Ramen», que son ramen procedentes de todo Japón, también se encuentran los ramen elaborados en colaboración con las provincias vecinas y otros ramen únicos que sólo se podrá degustar aquí. El «Tokyo Ramen Show» promueve la cultura gastronómica de las regiones y se celebra anualmente desde el año 2009, con el objetivo de educar a través del ramen, reflexionando sobre la cultura gastronómica, la educación nutricional y el turismo.
Tori-no-ichi o Festival del Gallo (11 y 23 de noviembre)
Se celebra en el mes de noviembre en templos budistas y sintoístas de todo Japón para pedir el éxito comercial y la buena fortuna en general. Es por eso que los comerciantes y los agricultores se acercan a la feria para adquirir el Kumade, un rastrillo que antiguamente estaba hecho de bambú el cuál, según dice la tradición, atraerá la buena suerte de la misma forma que recoge las hojas caídas al suelo. En Tokio los festivales más considerables se llevan a cabo en el barrio de Asakusa, en los templos Chōkoku (budista) y Ōtori (sintoísta).