Saúl Sanz es uno de los jóvenes cocineros madrileños más interesantes. Su cambio de ubicación traslada a Treze a ese concepto de restaurante de barrio, que se llega a convertir en una casa de comidas ilustrada, siendo un referente en su entorno. En la primera planta, una amplia barra y un comedor informal, con zona de mesas altas y otra de mesas normales, en la primera planta el gastro.
Los días laborables, un menú del día por 13 euros que es una maravilla, en el que se degustan tres primeros y después se opta por un segundo principal y un postre. El día que visitamos el local, en el menú del día había un Guiso de setas con alubias que quitaban el sentido.
Nos hacen una mezcla del restaurante gastro con el de tapeo, y comemos soberbiamente, probando las Patatas bravas, un plato excelente que aúna diferentes tipos de patatas; la gallega, la peruana morada, etc., con una salsa brava que está para llevársela a casa, natural, suficientemente espesa, pero con una textura adecuada. Las patatas no tienen un ápice de grasa. La tapa vale 4 euros y la ración 6,50. Seguimos con unas Croquetitas de jamón y de calamares en su tinta (5 euros la tapa y 9 la ración), crujientes por fuera, cremosas por dentro, estando las de jamón muy suaves.
El chef es un gran experto en caza, uno de los grandes en Madrid, ya que la trabaja en diferentes presentaciones, desde la Coca (que en realidad es tosta) de ciervo con guiso de cebollas y jugo de caza (7,50€), a las Carrilleras de ciervo estofadas (media ración 9 euros y 16 la completa), con resultado menos sobresaliente o al Gamo asado con setas, castañas y membrillo (10/18 euros). Los postres son caseros, disponen de un buen servicio de sala, una bodega correcta y un ambiente con gente de la zona, algunos que trabajan por allí, otros que disfrutan de la cocina de Saúl, que sigue sorprendiendo con una cocina honesta y llena de sabor.
Treze
Calle del General Pardiñas, 36
28001 Madrid
915 41 07 17
http://trezerestaurante.com