La ensalada no tiene por qué ser sinónimo de dieta y aburrimiento. De hecho, dan pie a múltiples recetas llenas de color y sabor que pueden nutrirnos a la vez que disfrutamos de los componentes que nos apetezca añadir a estrellato tan socorrido.
¿La definición de ensalada es realmente lechuga con cosas?
Hace varios años se tenía la teoría que cualquier mezcla con una base vegetal tipo lechuga, brotes tiernos, rúcula, etc, ya era digna de recibir la mención de ensalada. Daba igual lo que se le añadiera, como si era cebolla frita, bacon o un kilo de mayonesa.

Si remontamos en la teoría, según el diccionario de Gastronomía una ensalada es considerada como “mezcla de diversas hortalizas, frescas o cocidas, troceadas y aliñadas preferentemente con sal, aceite y vinagre”. Por norma general suele llevar una base de lechuga, y actualmente puede constituirse una base con alimentos como escarola, berros o rúcula entre otras hiervas. El aliño cobra un protagonismo indispensable con combinaciones muy interesantes.
Pero, los productos más aclamados para ello son la mostaza, miel, aceite, vinagre balsámico o jugo de limón.
Una propuesta muy gourmet
Para la receta de hoy te traemos una ensalada hecha a base e brotes tiernos, queso de cabra y manzana con la que no dejarás a nadie indiferente debido a la mezcla de sabores an acertada:
Ensalada de brotes tiernos, queso de cabra y manzana

Ingredientes
- Brotes tiernos espontáneos de montaña
- Queso fresco de cabra
- 10 nueces
- harina de peras secas
- 2 manzanas Royal
- zanahorias
- 1,3 kilogramos azúcar
- Tupinambo
- 1 litro agua de BWT mineralizada con magnesio
- Enebro en bayas
- 280 ml vinagre de manzana
- enebro en polvo
- 200 ml zumo de frambuesas frescas
- canela
- 230 ml aceite de semillas de uva
- anís
- sal
Elaboración paso a paso
Manzanas en frío
- Cortar las manzanas en cubos de aproximadamente 1 cm cada lado, sumergirlos en un jarabe de agua, azúcar, 200 ml de vinagre de manzana, anís, canela y enebro en bayas; y guardarlos en la nevera durante 12 horas como mínimo.
Queso fresco de cabra
- Trabajar a mano el queso de cabra fresco sin que llegue a estar demasiado suave, formando pequeños cilindros de unos 2 cm de ancho.
- Cubrirlos completamente de harina de peras secas.
- Guardar en la nevera durante 14/18 horas.
- Cortar el queso de cabra en rodajas de 1,5 cm de grosor.
Nueces tostadas
- Tostar las nueces en el horno a 180 °C durante 8 minutos.
Chips de verduras
- Lavar el tupinambo y las zanahorias en agua de BWT y secarlas con un paño absorbente.
- Cortar las verduras en lonchas finas con la mandolina y freírlas en aceite a 160 °C hasta que se doren uniformemente y estén crujientes.
- Escurrirlas en papel absorbente para fritos.
Vinagreta de frambuesas
- Combinar el zumo de frambuesas frescas con 80 ml de vinagre de manzana, sal, enebro en polvo y el aceite de semillas de uva.
- Batir todo con una batidora de mano hasta obtener una salsa homogénea y ligeramente cremosa a la vista.
Emplatado
- En un plato, colocar los brotes tiernos rociados con la vinagreta de frambuesas. Añadir las manzanas marinadas cortadas en cubos y las nueces tostadas. Sobre la ensalada, colocar seis trozos de queso de cabra cortado en rodajas y aderezar con la vinagreta de frambuesas.
- Decorar con unas flores de escobilla morisca y mostaza amarilla (si las hay disponibles), y terminar incorporado los chips de zanahoria y tupinambo ya al punto de sal.