La historia está repleta de curiosidades gastronómicas, de anécdotas que han quedado para la posteridad. Una de ellas es la que, a continuación, os paso a relatar. Sucedió en Portugal durante la invasión francesa de la península ibérica. Concretamente, en la localidad de Lousá, cercana a Coimbra.
El Mariscal André Masséna, uno de los militares napoleónicos de más alta graduación, se preparaba para cenar tranquilamente en el Palácio dos Salazares (también conocido como Palácio da Lousá) allá por marzo del año 1811. En aquellos momentos, sus tropas sufrieron una gran derrota ante el ataque inesperado del ejército anglo-luso. Entonces Masséna recibió la fatal noticia. Un desastre militar de este calibre le obligó a huir repentinamente.
Poco después, el comandante Wellesley, futuro duque de Wellington, entró victorioso en esta ciudad y, curiosidades de la vida, comió y disfrutó, según cuentan, los manjares que fueron preparados para su enemigo.
Ese magnífico palacio, considerado Patrimonio Histórico Portugués, donde acaeció esta singular anécdota, es ahora un precioso y muy aconsejable hotel boutique que conjuga la historia de unos muros centenarios, y asombrosas anécdotas como la que describo, con todo tipo de comodidades. Un formidable cuatro estrellas que no olvidarás fácilmente.
Te sugiero que comas en su restaurante, llamado A Viscondessa en honor a la vizcondesa de Espinhal. Seguro que cuando estés allí disfrutarás de su buena gastronomía, de un impecable servicio y de un ambiente donde se respira el pasado de esta aristocrática familia portuguesa. Sin duda, uno de los restaurantes más bonitos de esta zona de Portugal.