Ana Serrano Mordillo, licenciada en Biología y Enología por la Universidad de Extremadura, es la creadora de la idea de concentrar el vino tinto y envasarlo en cápsulas monodosis. Su invento le ha valido un contrato en el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX) tras haber ganado el VII Premio a la Innovación Tecnológica Agroalimentaria en la categoría de estudiantes, organizado por este organismo. Los argumentos para el invento son variados: utilizar el vino como condimento, por su comodidad en el transporte y utilización…
El proceso de concentración del vino se realiza con la técnica de la crioconcentración, es decir, con el uso del nitrógeno líquido por el que se congela parte del agua del producto original. Al cristalizarse puede ser retirada con una malla dejando sólo la esencia del vino. La concentración es tal que 1 dosis equivale a 4 de vino convencional.