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Vinos de Andalucía: bodegas, fiestas, vendimia y catas que no te puedes perder

Recorremos Andalucía levantando la copa para brindar por (y con) sus vinos, una joya que se disfruta en sus bodegas, a pie de feria, en bares y tabancos o entre viñedos. ¡Salud!

Con Mucha GulaArtículo patrocinado20/09/2022

Los vinos de Andalucía tienen fama mundial desde hace siglos. Y son la alegría de la fiesta. Ahora que estamos en plena época de vendimia, vamos a viajar por toda Andalucía para conocer de cerca cómo nacen sus vinos, desde los más reconocidos y famosos, como el de Jerez, a los que siguen siendo algo singular y único, como el Moscatel de Chipiona o los blancos del Desierto de Almería.

Actualmente existen seis Denominaciones de Origen con sus respectivos Consejos Reguladores: Condado de Huelva (1933), Jerez-Xérès-Sherry (1933), Manzanilla de Sanlúcar (1964), Málaga (1933), Sierras de Málaga (2001) y Montilla-Moriles (1985).

Además, hay que sumar los Vinos de la Tierra, amparados por 13 IGP (indicaciones geográficas protegidas) y otros vinos históricos muy populares y queridos, como el Pajarete de Málaga, el Moscatel de Chipiona o el Mosto del Aljarafe.

Los vinos de Andalucía nos ofrecen extraordinarias experiencias para disfrutar.

Los vinos del Condado de Huelva

La viticultura tiene mucha historia en Huelva, su DOP (Denominación de Origen Protegida) es de las más antiguas de España, hay teorías que afirman que el primer vino que se bebió en América era onubense y el Nobel Juan Ramón Jiménez habla de los vinos de su Moguer natal en sus obras, sobre todo en ‘Platero y yo’.

La zona de viñedos ocupa una amplia comarca al sureste de la provincia, en el entorno del Espacio Natural de Doñana. Produce principalmente vinos blancos y generosos, también tintos y rosados, unos vinos excelentes para acompañar a las joyas de su gastronomía como son las gambas y el jamón ibérico de Jabugo.

Vinos del Condado, Huelva.

Pero su vino más especial, que cuenta con su propia DO, es el Vino Naranja. ¿Qué es? Explicado de forma sencilla, se trata de un vino blanco de la DO Del Condado aromatizado con una mezcla en la que se utilizan cortezas de naranjas.

Además, sigue un envejecimiento con el sistema de criaderas y soleras durante al menos dos años, en botas o bocoyes de robles de capacidad inferior a 650 litros. Hay bodegas históricas como Bodegas del Diezmo Nuevo, fundada en 1770, de Moguer, que en 1870 lanza al mercado este tipo de vino aromatizado, y que fue propiedad de la familia de JRJ.

Existen una enorme cantidad de planes para disfrutar del mundo del vino

Existe una Ruta del Vino del Condado con más de una veintena de bodegas abiertas al público que además de mostrar la elaboración de sus vinos, se completan con otras actividades, como espectáculos flamencos o la visita a alguna de las tonelerías que han dado fama a Huelva. La mayor concentración está en Bollullos Par del Condado y allí también se puede visitar el Centro del Vino Condado de Huelva.

Y si lo que queremos es fiesta, la Palma del Condado celebra su Real Feria y Fiestas de la vendimia durante la tercera semana de septiembre, con acceso libre a las casetas. Es una fiesta con solera que se celebra desde 1398 y tiene el título de Real, concedido por Enrique III, y está declarada de Interés Turístico de Andalucía.

El Marco de Jerez

Los vinos del Marco de Jerez nacen en el noroeste de la provincia de Cádiz. La costa atlántica, que desde Sanlúcar a Chiclana alivia con sus brisas el calor de los largos días de verano, aporta unos matices únicos a estos vinos amparados por las Denominaciones de Origen «Jerez-Xérès-Sherry» y «Manzanilla – Sanlúcar de Barrameda».

Además, en el Marco de Jerez se incluye también el «Vinagre de Jerez», que cuenta con su propia DO. Las Rutas de Vino y Brandy de Jerez nos llevan a conocer bodegas, enotecas, hoteles y restaurantes, museos y empresas de ocio de nueve poblaciones: las monumentales Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera, además de Lebrija, Trebujena, Chipiona, Rota, El Puerto de Santa María, Puerto Real y Chiclana de la Frontera.

Fermín Hidalgo, octava generación de Bodegas La Gitana, en Sanlúcar de Barrameda.

La arquitectura de las bodegas de crianza de estos vinos se han pensado como auténticas ‘catedrales’, con arcos y columnas que soportan la altura que se necesita para albergar el curioso sistema de soleras y criaderas, que consiste en apilar las viejas botas para ir mezclando, según el sabio criterio del capataz, los vinos más jóvenes, en la parte alta, con los más antiguos, en el suelo, la ‘solera’. Conocer estos vinos es apasionante, desde la jerga propia que emplea a los diferentes tipos de vinos: Fino, Amontillado, Oloroso, Palo Cortado, Cream, Pedro Ximénez…

Cata en el Centro del Consejo Regulador de las DO "Jerez-Xérès-Sherry" y "Manzanilla - Sanlúcar de Barrameda".

Muchas de las bodegas son auténticos museos. Es lo que se siente al adentrarse en las salas históricas de Bodegas Tío Pepe o en la fabulosa pinacoteca que esconden las Bodegas Tradición, con obras de Goya, El Greco o Zurbarán, entre otros, ambas en Jerez.

Bodegas Barbadillo, que ha cumplido su segundo centenario, muestra su Museo de la Manzanilla de Sanlúcar e invita a entrar en la Sacristía; en las Bodegas Hidalgo La Gitana de Sanlúcar de Barrameda, fundadas en 1792, atesoran historias y leyendas, empezando por la de la ‘gitanilla’ que se ha convertido en la imagen de su premiada Manzanilla.

Pero si hay un icono de estos vinos, ese es el ‘Toro’ de Osborne que cuenta con su propio Museo en las bodegas de El Puerto de Santa María.

Fabulosa pinacoteca dentro de las Bodegas Tradición, en Jerez.

Jerez de la Frontera celebra importantes citas a lo largo del año con el vino como protagonista (como la Sherry Week), pero las Fiestas de la Vendimia, que arranca con la Pisa de la Uva, es el momento cúlmen. El vino se une, además al flamenco y al mundo del caballo, con espectáculos ecuestres impresionantes y la Fiesta de la Bulería. Y en Sanlúcar, celebran la Feria de la Manzanilla en el mes de mayo.

Y cuando no hay fiesta, están los tabancos, como el famoso de El Pasaje, que conserva todo el sabor de las antiguas tabernas donde se sigue despachando el vino de Jerez acompañado de las tapas más típicas y programando espectáculos flamencos dos veces al día.

Vinos de Córdoba, Montilla-Moriles

El suelo de albariza de la campiña sur cordobesa, el clima, de veranos largos y secos e inviernos cortos, y la uva de la variedad Pedro Ximénez (del que toma nombre el vino estrella de la Denominación) da lugar a unos vinos muy singulares. Siguen el sistema de criaderas y soleras y se producen vinos Generosos, de Licor y Dulces Naturales, el Pedro Ximénez y Moscatel.

Bodega Pérez Barquero, en Montilla.

La Ruta de Montilla-Moriles transcurre por un paisaje de vides, olivos y cereales, trilogía de la cultura mediterránea. Nueve son los municipios de esta ruta: Aguilar de la Frontera, Córdoba, Fernán Núñez, Lucena, Montemayor, Moriles, Puente Genil, La Rambla y Montilla.

El vino ha representado para la cultura y la tradición de esta tierra un sello de identidad y un elemento económico de singular importancia, que define y diferencia esta comarca de otras zonas agrícolas de este territorio. Y a lo largo de la Ruta vamos a encontrar bodegas singulares con anécdotas imborrables, como la de la historia del Fino eléctrico… ¿sabes cómo nació?

Resulta que en 1922, la antigua central eléctrica que daba luz a varios pueblos de alrededor fue adquirida por lo que hoy es Bodegas Toro Albalá, en Aguilar de la Frontera, y los lugareños empezaron a decir que ese vino era eléctrico. Esta historia y muchas más te contarán en la visita a la bodega que es un auténtico museo y termina con una interesante cata.

Cata en Toro Albalá, la bodega en la que nace el fino 'Eléctrico'.

La Fiesta de la Vendimia se celebra el primer fin de semana de septiembre, es una de las más antiguas de España, y está declarada de Interés Turístico Nacional. Coincidiendo con la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles, se celebran en la localidad la Cata Flamenca, uno de los festivales más prestigiosos del país, así como la Fiesta del Vino y la Tapa, el Concurso de Destreza en el Oficio –que reúne a venenciadores, volteadores y toneleros de toda la comarca-, la exhibición ecuestre, el pregón de la fiesta y numerosas actuaciones musicales y deportivas.

Los Vinos de Málaga

Los vinos dulces de Málaga son conocidos desde hace siglos. La DO Málaga ampara a los vinos dulces elaborados con uvas Moscatel y Pedro Ximénez. Geográficamente la zona de cultivo tiene forma de T, con los viñedos plantados a la largo de la costa, al este y oeste de la ciudad de Málaga y adentrándose hasta la sierra.

Bajo esta DO se elaboran vinos de Licor (Vinos Dulces Naturales, Maestros y Tiernos) y Vinos Naturalmente Dulces.

Existe una segunda DO Sierras de Málaga, adscrita al Consejo Regulador de la DO Málaga, es la única denominación andaluza que ampara vinos tintos y rosados de las variedades Romé, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Tempranillo y blancos de las variedades Chardonnay, Macabeo y Sauvignon Blanc, entre otras.

Los vinos dulces de Málaga son imprescindibles.

El Patronato de Turismo de la Costa del Sol ha diseñado las rutas vinícolas de Málaga que discurren por la Axarquía, Montes de Málaga, la Comarca Norte, la Serranía de Ronda y la Costa Occidental. Permiten conocer desde el Yacimiento romano de Torrox o la Laguna de Fuente de Piedra hasta la Bodega Málaga Virgen, donde se sigue practicando la vendimia nocturna.

Viñedos y uvas de Ronda.

El Museo del Vino de Málaga muestra más de 400 piezas antiguas distribuidas en un orden temático: etiquetas de botella, carteles, cabeceros de barrilería… En la provincia malagueña sobresalen también el Museo del Vino de Ronda, el Museo del Vino de Ojén, el Ecomuseo Lagar de Torrijos, y los museos de las bodegas Dimobe (Moclinejo) y Antigua Casa de Guardia (Olías).

Y que no falte la fiesta. La Feria del Vino y la Castaña de Yunquera, declarada Fiesta de Singularidad Turística Provincial. El último fin de semana de octubre habrá rutas guiadas, degustaciones gastronómicas, tostones de castañas, recuperación de juegos y canciones populares, el festival flamenco de la castaña, mercado ecológico artesanal, pandas de verdiales, bandas de música… que conformarán una amplia agenda para todos los visitantes.

No te puedes perder alguna de las fiestas más tradicionales de los vinos de Andalucía

La Feria de la Vendimia de Mollina (Málaga) destaca por su relevancia cultural, siendo una tradición que el pregón sea dado por destacadas personalidades de las Letras como Eduardo Mendicutti, Rafael Alberti, Antonio Gala, Rosa Regás, Fernando Quiñones y Lorenzo Silva, entre otros. La fiesta cuenta con un programa cargado de actividades como la Noche de Flamenco y Vino o el Certamen Poético ‘Mollina, color de vino’.

En Manilva también celebran la vendimia en septiembre con las celebraciones de una Fiesta declarada de Singularidad Turística que arranca con el Festival Flamenco de la Vendimia. En Cómpeta, la capital del vinícola de La Axarquía, se organiza la Noche del Vino, en el mes de agosto. Y en Tolox, se celebra la Cata del Mosto (finales de enero o principios de febrero), donde se elige el mejor de la cosecha en una cata en la plaza Alta del municipio.

Vinos irrepetibles

Si conocer los grandes vinos de Andalucía es un placer, descubrir esos que nos llevan a provincias y pueblos donde el vino se sigue haciendo de forma artesana, en pequeñas producciones y manteniendo las tradiciones familiares y uvas autóctonas, es una auténtica maravilla.

Son Vinos de la Tierra, con IGP, que se producen en Sevilla, Almería, Granada, Jaén, Córdoba o Cádiz, muchos de ellos con más de cinco siglos de historia. Sevilla tiene sus vinos singulares. En los siglos XVI y XVII el vino de mayor nombre en Sevilla era el de Cazalla de la Sierra, un pueblo pegado a Sierra Morena, donde se elaboran vinos y aguardientes de gran tradición.

En Los Palacios, al suroeste de Sevilla, en la comarca del Bajo Guadalquivir, además de tener unos tomates fabulosos, se elaboran vinos blancos de las variedades blancas de Airén, Colombard y Sauvignon Blanc.

Jaén es la provincia olivarera de España… y del mundo. Pero también se hacen vinos. Está documentado que la producción vitícola en la comarca tuvo un gran auge en el s. XVI, llegando a ser predominante sobre el olivar en algunos municipios. En 1526 la localidad de Alcalá la Real recibió del Emperador Carlos V «El Privilegio del Vino”, documento que otorgaba la exclusividad de venta de este vino de la Sierra Sur en la ciudad de Granada. Actualmente existen 400 has. dedicadas al cultivo de la vid.

Bodegas Cortijo El Cura elabora vinos ecológicos, dentro de la IGP Vino de la Tierra Laujar-Alpujarra, en Almería.

En Almería, los viñedos se extienden en pleno desierto, a una altitud media de 525 metros sobre el nivel del mar. También encontramos buenos vinos entre Sierra Nevada y la Sierra de Gádor, en la zona Laujar-Alpujarra, en el Valle del Almanzora y en el Norte de Almería, en los pueblos de Chirivel, María, Vélez Blanco y Vélez Rubio.

La Ribera de Andarax es otra zona vinícola con IGP que abarca 21 municipios de la provincia de Almería. Allí se encuentra una variedad muy peculiar de uva de mesa, la Ohanes, en honor al municipio del que es originaria.

Granada está recuperando la actividad vitícola en el Altiplano de Sierra Nevada, en las comarcas de Baza, Huéscar y Guadix. Allí se viven fiestas como la Feria del Vino de Fuentevaqueros (en agosto y noviembre), en Alhama de Granada, en Galera y una Feria de Primavera en Guadix. Y Bailén es otra IGP con vinos auténticos, que se elaboran con una variedad de uva tinta autóctona, única en el mundo: la ‘Molinera de Bailén’. Abarca pueblos como Bailén, Baños de la Encina, Guarromán…

*Contenido ofrecido en colaboración con la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía

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