Todos conocemos a la mayor de las Baleares por sus preciosas playas de agua turquesa y arena fina pero además, Mallorca tiene mucho que ofrecer a un nivel gastro. Por una parte, productos y alimentos de la isla que forman parte de su tradición y que la sitúan como un destino gastronómico muy interesante. Y luego: sus vinos. Quizás muchos no lo sepan, pero Mallorca cuenta con una larga tradición vitivinícola, y la elaboración de vino forma parte de la cultura y del paisaje de la isla desde hace muchas generaciones
Denominaciones de Origen
En el territorio de Mallorca encontramos 2 Denominaciones de Origen: Pla i Llevant y Binissalem.
Pla i Llevant

Los viñedos de esta D.O. crecen muy cerca del nivel del mar, a pocos metros, lo que le da a sus vinos un carácter fresco y mediterráneo. Con 450 hectáreas de viñedos que se extienden por 19 municipios del centro y este de la isla y fundada en 1999, esta Denominación de Origen contiene algunas de las zonas con más tradición de vino de la isla y cuenta con variedades autótconas como Premsal Blanc, Giró Ros, Callet o Manto Negro.
Binissalem

En el centro de la isla, con 140 hectáreas de viñedo, esta Denominación de Origen abarca una zona de relieve suave protegida de los vientos del norte por la Sierra de Tramuntana. La DO se fundó en 1990 y cuenta con 13 bodegas que producen tintos, blancos, rosados y espumosos.
Indicaciones Geográficas Protegidas
Además de las 2 DO, Mallorca cuenta con 3 IGP:
- Vino de la Tierra de Mallorca: vinos elaborados exclusivamente con variedades autóctonas y envasados en la zona de producción.
- Vino de la Tierra Serra de Tramuntana-Costa Nord: destaca la Malvasía, una uva que produce un vino blanco y que crece en bancales junto al mar.
- Vino de la Tierra Illes Balears: variedades blancas como Chardonnay o Parellada y tintas como Tempranillo y Pinot Noir.