Barcelona amanece con sus calles atascadas. La plaza de España es una trampa en la que caemos todos los que vamos a trabajar a la Feria. Después de escuchar al conductor quejarse del tráfico, despido al taxi a un kilómetro y me adentro en el mundo de Alimentaria. Paso deprisa los dos primeros pabellones para evitar la tentación y echo una mirada al tercero. Los stands se pierden a ambos lados de la calle y el agobio me cae como una losa. Dos días para contar lo que aquí vea y experimente se me antoja difícil. Giro a la derecha y empiezo…
Me encuentro de sopetón con los hermanos Mendoza que me reciben como si fuera uno más de la familia. Magníficos los vinos alicantinos los que elabora esta bodega: unos Estrecho y Santa Rosa simplemente perfectos, aúnando mediterráneo, mineralidad y ligereza todo en uno. Un sorprendente moscatel recién embotellado que nos transporta a las laderas del Mosela por su acidez e hidrocarburos. Sí, es un vino de Alicante, producto del perfecto conocimiento del terreno y de las plantas en el arraigadas que Pepe Mendoza conoce y mima. Un vino a seguir sin lugar a dudas.
Cerca de Enrique Mendoza, unos guerrileros riojanos tienen su particular lucha. Son la «Spanish White Gerrilla». Estos bodegueros se olvidan de la viura y sacan vinos de Gerwurztraminer, riesling, viognier, chardonnay, verdejo, sauvignon blanc y albariño. ¡Con un par!
Un poco más adelante, un huevo Fabergé de cartón piedra es un contenedor de Vodkas de una gran pureza. El más bello contenedor contiene los toros más elegantes jamás probados por este catador. Es la bodega Frontaura y Victoria, que cada vez tiene mejores productos.
Mi asignatura pendiente en Rioja, que era la Bodega Dinastía Vivanco, por fin me ha convencido con un fantástico monovarietal Mazuelo, que según pasa tiempo en copa se va desarrollando y acaba como un fuera de serie. Uno de los pocos vinos en los que me acabé la copa (Por puro instinto de supervivencia, lo de no apurar las copas). Importante su garnacha que no tiene nada que ver con la mediterránea, con su ligereza unida a su típica fruta. Madera cada vez más medida.
El grupo de bodegueros 5th Essence que se unen para ciertas exportaciones y que tienen un común denominador con la asesoría enológica de Ignacio de Miguel: Estancia Piedra, Pago de Larrainzar, Pasos Largos, Casa Lobos y Carabal forman este tan interesante como heterogéneo grupo.
Acabamos la jornada con un albariño de diseño que no defraduda en copa: Paco y Lola han dado otro aire a la D.O.
La tarde comienza y termina con una espectacular cata para «elegidos» que nos dá un paseo por los vinos viejos de Jerez, el Puerto y Sanlúcar. Una experiencia que nos deja con una sonrisa en la boca. Buena la iniciativa de Makro de promover el consumo de generosos.