Wagaboo, buena fusión en la carta

Eva Celada06/07/2009

Wagaboo dispone de un local acogedor con diferentes ambientesEn otras ciudades del mundo como Londres, Berlín o Nueva York hay restaurantes similares a este: cocina vista, personal motivado, carta internacional bien pensada, local moderno, acogedor y cosmopolita… sin embargo, en España no es así. Esta cadena de nueve restaurantes -ocho en Madrid y uno en Barcelona-, ha creado una fórmula inédita en nuestro país, haciendo lo que podría denominarse el «más dificil todavía»: modernidad, buena comida, buen servicio y un precio muy razonable. La familia Domínguez, antaño autores de los restaurantes «The Wok» ahora en manos del grupo Sigla, saben que los restaurantes de precios medios aún tienen mucho que decir, y posiblemente en la época actual puedan ser los que se lleven el gato al agua: 130 servicios la noche de un miércoles en plena crisis y con final  futbolera España-Estados Unidos así lo acredita.

Nombre: Wagaboo
Dirección: General Martínez Campos, 26 (Hay otros nueve para elegir en su web)
Teléfono:  91 702 02 81
Página Web: http://www.wagaboo.com
Tipo de cocina: Fusión en la carta de platos de cocina italiana, oriental con guiños a la cocina española: todo bien hecho.
Entorno: Decorado como un pub neoyorkino con neones, diferentes ambientes… muy acogedor.
Servicio: Cercano y atento, los camareros te dicen su nombre, parecen muy motivados… les dirige Jaime Rincón, y el manager del local es Javier Aparicio.
Accesibilidad: Buena en la planta de calle, hay escaleras para ir al baño.
Ambiente: Clase media urbana entre los que vimos familias, parejas, grupos de chicos, incluso personas de mayor edad. Todos parecían felices.
Aparcacoches: Sólo fines de semana.
Precio: 20-25€
Fecha visita: Miércoles, 24 de Junio 2009, cena.

Cocina:

El chef Wane dirige un equipo muy disciplinado de cocinerosA pesar de que la carta es amplia, los platos tienen una elaboración prácticamente artesanal. El chef Wane dirige un equipo muy disciplinado de cocineros, formado en su mayoría por orientales, que por partidas realizan su trabajo con gran precisión. El maestro La Mien elabora la masa de la pasta oriental con agua y harina de trigo, realizando sus movimientos de vareo y oxigenación, que culminan con unos deliciosos fideos gruesos de pasta, cuyo plato con pollo salteado y verduras es uno de los de mayor éxito en el restaurante. Además, está buenísimo. Empezamos la cena con un mojito, suave pero de sabor intenso, después llegó la ensalada: Burrata con tomate fresco y tomate seco, aderezada con un aceite de aguacate: 9,90€. Fresquísimo el queso, bueno el punto

del tomate; continuamos con un Cebiche de pescado blanco y langostino cocido, acompañado de su correspondiente cilantro y zumo de lima y limón: la cantidad bastante abundante, para mi gusto un plato de buen paladar pero poco sutil. Queríamos probar la Pizza: tienen diferentes variedades, un horno fantástico y una máquina fermentadora de la masa, de esta forma siempre sienta bien. En la realización esta Claire, filipina, que se siente orgullosa de cómo prepara sus pizzas, probamos la Pizza Mikonos, lleva crema de tomate, queso feta, mozarella, pesto, parmesano… después de hornearse se le añade en crudo aceitunas troceadas, tomates cherris partidos y rúcula. La masa es fina y crujiente, el sabor de la pizza exquisito, la mezcla de texturas horneadas y crudas afortunada. En definitiva, una de las mejores pizzas que he tomado en Madrid, su precio 9,9€ (los merece y más), también recomiendo la Pizza Berlín, el sabor de un perrito caliente hecho pizza: muy original; después pasamos a la estrella de la casa «El Mien de pollo con Shitaki», tallarines frescos chinos salteados con verduras y pechuga de pollo: la pasta esta buenísima, tiene un cierto regusto a pan al final, una dureza diferente «al dente», muy personal, el salteado con soja resulta muy equilibrado: imprescindible probarlo, su precio 8,9€. Queríamos tomar también la hamburguesa, que se acompaña de queso de cabra, cebolla, patatas fritas de verdad y tomate horneado. Pedimos la carne al punto, y en mi opinión estaba demasiado prensada y algo seca en consecuencia. Se sirven 180 gramos de carne de calidad, quizá el error fue pedirla «al punto», pero en este caso la carne debe hacerse sellando el exterior, su precio 8,5€. Cerramos la cena con un Pantone de Chocolate, un postre claramente obligado para los muy amantes del chocolate, ya que combina chocolate en tres formas: crema, helado y tarta, va nevado con polvo de frutos secos. Bueno, pero le faltaba una textura refrescante, lo que hace que resulte un poco empalagoso; su precio, 4,9€. Mien de pollo con ShitakiEl personal, tan internacional como su cocina, diferentes nacionalidades con una atmosfera común: agradar al cliente pero también que se note, algo que  en ocasiones resulta un poco forzado, pero es agradable teniendo en cuenta cómo esta el servicio de sala en la actualidad. Servilletas de tela, vajilla adecuada, buenas copas, carta de vinos correcta: nos sirvieron un vino de la casa 426 crianza de JER, un Rioja más que aceptable. Los mantelitos individuales de imitación de piel de serpiente, claramente sustituibles por unos desechables más higiénicos.

Observaciones:

Realizan los cócteles en la mesa, hay carro de salsas. Hay zona de fumadores y posibilidad de mesas para grupos hasta de cincuenta personas, y por supuesto mesas de pareja aisladas y muy acogedoras. El restaurante dispone de menús económicos para las personas que vayan antes de las 14h, también menús de grupo a 27€ con bastantes platos y bebidas. Hay una barra para cuatro personas en «primera línea de cocina» para curiosos e interesados, tanto la barra como las tres mesas cercanas a la cocina son interesantes porque puedes ver cocinar, pero poco adecuadas para una cena romántica, ya que el continuo trasiego y el ruido lógico de la cocina hacen dificil una conversación íntima. Se puede elegir la mesa al hacer la reserva por Internet, lo cual resulta muy interesante.

Calificación:

Inmejorable la relación calidad-precio en un local que en sí mismo es un lugar muy agradable para estar. La comida. bien realizada, en algunos platos excelente, bien presentada, bien explicada… con detalles bien intencionados e interesantes,  resulta una opción más que aconsejable para comer o cenar alternando, regresar a esas cenas en las que la sobremesa es parte del atractivo de la comida, al igual que el hecho de que te conozcan, te llamen por tu nombre e incluso te den conversación si estas sólo. Un restaurante con todo lo importante y un precio muy económico, donde el cliente cuenta no como una cifra, sino como una persona y se nota.

Puntuación:

8/10

 

Galería fotográfica: