Precalentamos el horno a 200 ºC.
Ponemos en un mortero las especias con la sal y un chorrito de aceite de oliva. Mezclamos bien hasta conseguir una pasta que será el adobo para el picantón.
Para adobarlo, nos pondremos unos guantes de un sólo uso, y cubriremos el picantón con el adobo directamente con las manos, sin necesidad de más utensilios. Prestaremos atención para que toda la superficie quede bien cubierta con la pasta que hemos hecho.
Colocaremos el picantón en una fuente de cristal y horneamos durante 45 min. Un truco para que quede bien tostado por ambas partes es darle la vuelta cada 10-12 min.
Mientras se cocina el picantón prepararemos las acelgas. Separamos el tallo de la hoja (utilizaremos sólo la parte verde). Sumergimos las hojas en agua hirviendo con un poco de sal durante 2 min. Pasado el tiempo, retiramos con ayuda de una espumadera y enjuagamos con agua fría.
Cuando al picantón le queden 5 min de horneado, calentaremos la mantequilla en una sartén y añadiremos las acelgas, un poco de pimienta y ajustamos de sal. Será suficiente con otros 2 min para que las acelgas se impregnen del sabor de la mantequilla.