Ponemos a hervir agua con un puñado de sal para cocer la pasta (según el tiempo indicado por el fabricante). Mientras tanto, pelamos los gambones y reservamos las cabezas. Sacamos el intestino utilizando un cuchillo pequeño, haciendo un corte superficial en la parte superior y tiramos con mucho cuidado para que no se rompa. Hacemos un corte profundo hasta la mitad (donde estaban los intestinos) de manera que el gambón quede dividido en dos partes unidas por la cola (que dejaremos con la cáscara).
Escurrimos bien la pasta vaciando la olla y vertemos la pasta de nuevo con un chorrito de aceite de oliva para mantenerla caliente e hidratada.
En una sartén bien caliente salteamos las cabezas de los gambones durante 2 min, añadimos el vino blanco y evaporamos el alcohol 3 min a fuego medio.
Incorporamos 1/2 vaso de agua, un poco de perejil, el ajo y pimienta. Cuando empiece a borbotear, apagamos el fuego y lo dejamos reposar 5 min con una tapa. Colamos el caldo, y lo dejamos reducir 15 min.
Añadimos la mantequilla, la nata y un poco de parmesano, movemos con ayuda de unas varillas y ya tenemos nuestra salsa. Ajustamos de sal si es necesario, sólo después de haber añadido todos los componentes.
Lavamos los champiñones, eliminamos la parte del tallo que tenga restos de tierra y los cortamos en 4 partes. Salteamos a fuego medio con un poco de aceite de oliva y sal, y retiramos.
En la misma sartén, añadimos una cucharada de aceite de oliva y salteamos los gambones (30 seg por cada lado).
Añadimos la salsa caliente a la pasta y mezclamos bien. Disponemos la pasta en un plato, junto con los champiñones y los gambones. Decoramos con un poco de parmesano rallado y perejil.