En primer lugar, ponemos en una cazuela grande el pescado, las cabezas de las gambas, las verduras, el perejil y el laurel.
Seguidamente, echamos un hilo de aceite de oliva virgen extra y lo cubrimos con dos litros y medio de agua.
Continuamos llevando la cazuela al fuego dejándolo cocer durante 30 minutos a fuego suave.
Seguidamente añadimos el tomate frito y el pimentón dejándolo cocer durante 10 minutos más.
Introducimos los bogavantes vivos en el caldo y lo cocemos durante cinco minutos. Después los sacamos y los trinchamos sobre la misma fuente con la precaución de recoger en esta sus jugos.
Se agarra con una mano la cabeza del bogavante y con la otra la cola y lo giramos suavemente para seccionar el animal en dos.
Quitamos el caparazón de las partes del “pecho” y con una cuchara sacamos los restos del caparazón en un cuenco.
Luego, cortamos en cuatro trozos el “pecho”, en tres las pinzas y en algunos la cola.
Colocamos el caldo de pescado en un chino sobre una cazuela para sacar provecho a los huesos del pescado añadiendo los jugos de los bogavantes y añadiendo una pizquita de sal.
En una cazuela al fuego ponemos tres cucharadas de aceite virgen extra incorporando la cebolleta y el pimiento.
Pochamos durante cinco minutos a fuego medio- bajo sin olvidarnos de remover de vez en cuando.
Seguidamente, incorporamos las hebras de azafrán, el tomate frito, el pimentón y el chorro de vermut sin olvidarnos de rehogarlo.
Añadimos la carne de las gambas y el arroz.
Después, lo mezclamos suavemente vertiendo el caldo de pescado utilizando un litro de caldo por 400 gramos de arroz.
Cuando hierva el conjunto, hay que dejarlo cocer durante 15 minutos a fuego suave y sin olvidarnos de remover un poco.
Un poco después, añadimos la carne del bogavante y un poquito de sal dejándolo cocer a fuego medio-bajo durante 7 minutos.
Si el caldo está espeso y algo caldoso apagamos el fuego y colocamos el caparazón en el centro.
Finalmente, añadimos unas hojas de perejil y lo dejamos reposar durante 5 minutos. ¡Ya está listo¡