La Costa Brava tiene un paisaje peculiar, unos pueblos preciosos y una gastronomía variada y bien elaborada. Es un lugar perfecto para practicar buceo o deportes aéreos y además estos meses son ideales para hacer una visita cultural y gastronómica. Además, la primavera es un momento muy bueno para ir a Girona porque la vegetación es muy diversa, y con la lluvia y el sol de estos meses primaverales se pone preciosa. Paseando por los campos es fácil encontrar higueras junto a saúcos o alcornoques mezclados con pinos, olivos, etc. Las aves también son otro de los encantos naturales de esta tierra. La cercanía al mar, el sol mediterráneo y las precipitaciones hacen que esta zona sea un vergel que en esta época está en su máximo esplendor. Además la orilla ofrece una gran diversidad: acantilados con pinos, calas encantadoras, o playas largas y arenosas. También el agua del mar es muy especial aquí. Por ejemplo, hacer submarinismo en las Islas Medas es algo que no se olvidará, pues sus fondos están entre los más bonitos del Mediterráneo. Pero, aunque no se practique el buceo, se puede hacer una visita con barcos de fondo de cristal que zarpan de L’Estartit. Esta visita es accesible para todos los públicos, para que todo el mundo pueda disfrutar de las maravillas submarinas.
Hay un camino de ronda entre Calella y Llafranc que recorre la costa. Es un trayecto relativamente corto que pasa por playas, calas, acantilados y arboledas. Aquí el mejor sitio para descansar y sentir este paisaje es el Hotel Casamar, ya solamente el nombre resulta atractivo y está casi en pleno camino de ronda, elevado sobre el pueblo y la playa y con buenas vistas. El buen trato y la calidad son los valores principales tanto del hotel como del restaurante de este rincón privilegiado de Llafranc.
Esta costa es un encuentro entre el mar Mediterráneo y las productivas tierras del Bajo Ampurdán que se disfruta de una forma muy especial desde Begur porque su situación es estratégica y las vistas desde su castillo, el mejor mapa de la zona. Desde lo alto de este castillo se divisan pueblos como Pals, una joya edificada en piedra que merece la pena ser visitada; también se ve la costa con sus encantos entre los que destaca Sa Riera, una de esas calas típicas gerundenses.
En Girona los productos de la tierra como la carne o las verduras son buenas y las preparan muy bien pero, sobre todo, los productos del mar son ideales para elaborar platos exquisitos que se degustan en restaurantes bien cuidados y con estilo. Ahora se están celebrando unas jornadas gastronómicas sobre el pez de roca, un pescado sabroso que es típico de esta zona y que saben cocinar en muchos restaurantes que acogen esta campaña. Está muy bueno y los precios son asequibles. Este pescado es el protagonista desde el 21 de abril hasta el 3 de junio de 2012 en Begur, Girona.